Adolf Loos, el precursor del dúplex y del ‘loft’
CaixaForum Madrid inaugura una exposición dedicada al arquitecto vienés Utiliza las cualidades decorativas del mobiliario para erradicar lo inútil
Elementos espaciales que ahora se consideran comunes no existirían de no ser por el arquitecto vienés Adolf Loos. “Sin él, no tendríamos dúplex, ni lofts”, aseguró la comisaria de la exposición Adolf Loos. 1870-1933. Espacios privados, Pilar Parcerisas, durante la presentación de la misma en el CaixaForum Madrid.
La institución, con la colaboración del Museo del Diseño de Barcelona, acoge la exposición más completa del arquitecto, considerado uno de los pioneros del movimiento moderno. Loos estableció el concepto de espacio, en lugar de estancias o habitaciones, como una idea más completa. Así, mediante el método denominado Raumplan, creó ambientes continuos en vertical que permitían varias alturas, según el que fuera a ser su uso, y con la técnica de la enfilada, que consiste en situar las puertas de habitaciones continuas en el mismo eje, estableció la continuidad del espacio en horizontal.
Tras su paso por América e Inglaterra entre 1893 y 1896, el diseñador se encontró con una Viena que reaccionaba al historicismo desde el esteticismo. También coincidió con sus contemporáneos de la Secesión vienesa, que crearon un mundo nuevo de fantasía y abstracción y defendían que arte debía invadir todos los aspectos de la vida. Loos se enfrentó a este movimiento que consideraba elitista y poco funcional. El diseñador rechazaba los interiores burgueses repletos de objetos decorativos, pero inútiles. Para él, la gran diferencia entre arte e interiorismo residía en que “la casa tiene que placer a todos, contrariamente a la obra de arte, que no tiene que complacer a nadie. La obra de arte es un asunto privado del artista. La casa no lo es”.
Loos buscaba las soluciones más económicas para llegar a todos los estratos sociales y alejarse del elitismo. El arquitecto sostenía que “la modernidad será social o no será”. Por este motivo, la austeridad es la protagonista en todas sus proyecciones. El mobiliario juega un papel distributivo y muy vinculado a la función del espacio. Las camas y armarios empotrados, los espejos para agrandar los espacios, las ventanas que obligan a mirar al interior y no al exterior y los muebles de esquina que ofrecen recogimiento se suceden en sus espacios. Asimismo, el diseñador trataba de aprovechar la capacidad decorativa del propio mobiliario. Consideraba que los materiales de construcción o revestimiento ya eran ornamentos suficientes y no estimaba que fuera necesario añadir ningún elemento que careciera de utilidad. Por este motivo, el mármol es uno de los materiales más frecuentes en sus paredes ya que gracias a sus vetas, cumple también una función ornamental.
La exposición, que acaba de visitar Barcelona, muestra toda la diversidad del trabajo de Loos mediante 218 piezas, entre dibujos, planos, fotografías, maquetas y piezas de mobiliario que recrean los interiores de las casas privadas que proyectaba. No obstante, aunque estas sean las protagonistas, el recorrido de la colección concluye con un espacio dedicado a los exteriores, a las fachadas y a los proyectos que no se llegaron a llevar a cabo.
La comisaria de la muestra resaltó, durante la presentación, que “a pesar del tiempo que ha transcurrido, el trabajo del arquitecto puede seguir teniéndose en consideración ya que es muy conceptual”. Además, la experta comparó la huella que ha dejado Loos en la arquitectura con la de Duchamp en el arte.
Adolf Loos. 1870-1933. Espacios privados se expone en CaixaForum Madrid hasta el próximo 24 de junio, y estará acompañada de otras actividades como visitas con café y tertulia, así como conferencias de la comisaria de la exposición e itinerarios comentados.