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Casi un millón de empleos en EEUU dependen de las exportaciones a China

Los aranceles punitivos contra el sector tecnológico de China anunciados -- debe transcurrir un periodo de 2 meses antes de su entrada en vigor -- por la administración Trump por el supuesto robo de propiedad intelectual y obligación de transferir tecnología a las autoridades china afectarían a 50.000 millones de dólares de bienes. No es una cantidad despreciable, pero el comercio total entre EEUU y China en 2016 ascendió a 648.000 millones de dólares.

China prácticamente quedó exenta del impacto de los aranceles sobre el acero y el aluminio, ya que únicamente el 2% del acero que importa EEUU procede de la segunda economía mundial. El impacto de dicho arancel sobre acero para China es equivalente al 0,03% de su PIB.

China es el tercer destino más importante de las exportaciones de EEUU, y casi un millón de empleos dependen de dichas exportaciones de bienes y servicios. Para China, las exportaciones a EEUU constituyen el 3% de su PIB.

Ante las caídas de la Bolsa y el perjuicio a la economía real que causaría una guerra comercial, es improbable que el presidente Trump anuncie medidas adicionales contra Beijing, que ya ha indicado que importará menos productos agrícolas, aeronaves y maquinaria de EEUU. Xi Jinping tiene que mostrar que no se deja amedrentar por Trump, pero los líderes de las dos mayores economías del mundo por tamaño de PIB es improbable se enzarzen en una guerra comercial en toda regla. Trump quiere distraer la atención de otros problemas internos, mantener una promesa electoral y fidelizar a sus bases de cara a las elecciones legislativas de noviembre.

Se especula con la posibilidad que China podría ofrecer como compensación a EEUU la compra de petróleo y gas natural, incluso pagado por anticipado.

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