Meliá: de Cuba a Bali, mucho más que sol y playa
Es el mayor grupo hotelero español, líder en el segmento vacacional y suma 315 establecimientos en todo el mundo.
Altair. Así se llamaba el pequeño hotel de 60 habitaciones en Palma de Mallorca que un joven de 21 años llamado Gabriel Escarrer se empeñó en alquilar en 1956. Un establecimiento que se convirtió en el origen del mayor grupo hotelero español, Meliá.
Dimensión, liderazgo, internacionalización y modelo de negocio son los principales logros que destaca Gabriel Escarrer Jaume, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá, de la transformación de la compañía en los últimos 40 años. Así, reconoce que la "diferencia esencial entre aquellos años y nuestra realidad actual es, sin duda, la internacionalización: hasta 1985 no abrimos nuestro primer hotel fuera de España, en el que sería un destino pionero y esencial en Asia-Pacífico: el Meliá Bali, que aún hoy sigue siendo un hotel y un destino líder en el ámbito vacacional".
La familia Escarrer, junto a otras sagas familiares como Riu o Barceló, ha logrado poner a Mallorca como epicentro de la industria turística española y lo ha hecho gracias a su apuesta por la internacionalización. 62 años después, Meliá es la decimosexta cadena hotelera más grande del mundo y cuenta con 315 establecimientos repartidos en 43 países. Una visión internacional que llevó a la compañía a Cuba, donde es la hotelera española con mayor presencia.
Una expansión para la que ha apostado tanto por el crecimiento orgánico como por el inorgánico. Hoteles Mallorquines, como así se llamaba en un origen, compró en la década de los ochenta Hotasa, operación por la que se hizo con la división hotelera de Nueva Rumasa de la mano del grupo KIO, y Meliá, creando así un grupo que bautizó como Sol Meliá y que más tarde adquirió Tryp.
Meliá fue también el primer grupo hotelero europeo que decidió dar el salto a la Bolsa. Una operación que permitió a la empresa abrir su accionariado a otros inversores y potenciar su crecimiento a través de la gestión de inmuebles.
A lo largo de estos años la compañía ha transformado tanto sus marcas como sus productos y ha apostado por la segmentación de sus clientes. Un cambio que ha afectado a su modelo de negocio: "En 1978 nuestro grupo estaba exclusivamente dedicado a los hoteles vacacionales, mientras que hoy seguimos siendo líder vacacional, pero el 40% de nuestras habitaciones pertenecen a hoteles urbanos", destaca Escarrer.
Menos ladrillo y más socios
Meliá ha reducido el peso de los hoteles en propiedad y ha apostado por un modelo de negocio basado en los hoteles en gestión. Para ello, en los últimos años el grupo se ha aliado con numerosos fondos. Con todo, sus activos inmobiliarios superan los 3.000 millones de euros en valoración.
Su valor en Bolsa asciende a 2.800 millones y desde julio de 2016 forma parte del índice Ibex 35.