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Seguros, un pilar esencial para capear las crisis

El sector ha madurado y se ha modernizado en estas cuatro décadas

Miguel Moreno Mendieta

El directivo más importante del sector asegurador en España, Tomás Muniesa, vicepresidente ejecutivo de VidaCaixa, la mayor aseguradora del país, explicaba recientemente que aquí se ha evolucionado a base de palos. "En los ochenta sufrimos mucho porque se comercializaron seguros que ofrecían rentabilidades por encima de los tipos de mercado, pero de esa experiencia aprendimos, y ahora estamos a la vanguardia de Europa".

Sus declaraciones no son grandilocuentes, sino ajustadas a la verdad. De aquella experiencia, que costó la quiebra a varias aseguradoras, la industria del seguro se conjuró para que no se volviera a repetir. Y se conseguió con el concepto de casamiento de obligaciones e inversiones. Cuando una compañía ofrece una póliza de vida, debe contar con activos macheados para hacer frente a la obligación de pago, con independencia de lo que pase con los tipos de interés.

Esta especificidad del sector asegurador español ha sido clave para que haya transitado sin problemas durante los años más duros de la crisis económica. El Banco Central Europeo acordó una bajada histórica de los tipos de inversión. En países como Alemania o Luxemburgo donde las aseguradoras habían comprometido pagos con rentabilidades del 6%, la industra ha sufrido mucho, pero en España, el macheo ha propiciado un ajuste automático que apenas ha tenido repercusión en el balance.

La gran mutación que se ha producido en estos cuarenta años esta muy vinculada con el modelo de distribución. En los año setenta, predominaba la venta de seguros por medio de agentes. Solo alguna compañía pionera, como Mutua Madrileña, empezaba a vender pólizas por teléfono.

Ahora, predomina la multicanalidad, con un peso muy específico para aquellas compañías que han logrado buenos acuerdos de distribución a través de sucursales bancarias. La alianza de Mapfre con Bankia, Caser con Ibercaja o Zurich con Banco Sabadell han sido claves para garantizar su futuro. Por no hablar de la máquina de hacer dinero que supone VidaCaixa, la filial de seguros de CaixaBank.

En cambio, compañías como Aviva, que han visto menguar sus alianzas de bancaseguros, han tenido que plegar velas y dejar el mercado español.

Otra de las claves de la evolución del sector ha sido la especialización. Es el caso de Santalucía, una compañía que hace 40 años se dedicaba en exclusiva a los seguros de decesos y que, gracias a su posición dominante en este nicho de negocio ha podido construir una potente franquicia que ahora vende planes de pensiones, seguros de vida y pólizas de hogar.

Algo similar le ha ocurrido a Catalana Occidente. La aseguradora apostó fuerte hace una década por la especialización en los seguros de caución. Ahora, a través de su filial Atradius es líder mundial, aunque mantiene la diversificación, con marcas como Plus Ultra o Nortehispana.

El mundo mutual también ha evolucionado. La mayor mutualidad del país, Mapfre, se transformó en una sociedad anónima, pero a cambio, Mutua Madrileña ha conseguido hacer valer su predominio en los seguros de coche de la capital para diversificar su negocio y convertirse en una de las grandes del sector.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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