El nuevo banquero central chino es un gesto conciliador hacia EE UU
Es una sorpresa para quienes creían que su gran experiencia en el extranjero lo descartaba
China ha hecho un gesto conciliador hacia EE UU. El vicegobernador Yi Gang asumirá el control del Banco Popular de China en lugar de Zhou Xiaochuan. Es una sorpresa para quienes creían que su estatus de tortuga marina –en la jerga, chino con una gran experiencia en el extranjero– lo descartaba. Pero para este trabajo Pekín requería un tecnócrata que pudiera ganarse la confianza de los inversores extranjeros y mantener relaciones cálidas con unos suspicaces EE UU.
Algunos estadounidenses sospechan que los ciudadanos chinos que trabajan y estudian en su país son agentes estatales de facto. Irónicamente, Pekín tampoco confía en ellos. Si bien su Gobierno ha gastado mucha energía para convencerles de volver a casa y contribuir al desarrollo nacional, a la propia burocracia le ha costado sacarles provecho.
Hace una década, por ejemplo, el regulador de los mercados chino captó a una gran cantidad de expatriados en Wall Street para ayudar a desarrollar los mercados de derivados. Acabó colocándolos en puestos sin futuro, así que la mayoría se fueron. Cuando el regulador se enfrentó a un crac en 2015 –agravado por el trading de derivados– su respuesta fue improvisada.
Los valores chinos son económicamente insignificantes, pero el banco central sí puede afectar al comercio mundial y la estabilidad financiera. Sus últimas acciones han provocado crisis de efectivo y ajustes repentinos en la moneda que han sacudido los mercados extranjeros. El tipo de cambio es un punto de tensión recurrente con el Gobierno de EE UU.
Yi tiene un inglés fluido, tras años de enseñar en la Universidad de Indiana. Ha tenido mucho tiempo para ver al afable Zhou seduciendo a Gobiernos, inversores y periodistas extranjeros. Además, durante su mandato ha dirigido el departamento del banco que controla la política monetaria y las reservas de divisas. Es probable que continúe el impulso reformista de Zhou, y haga todo lo posible por frenar el apalancamiento y el riesgo moral con la limitada autoridad formal que disfruta el banco central.
Yi nunca ha dirigido un banco chino y carece de la influencia política de Zhou. Pero su ascenso envía la señal correcta.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.