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Merkel ofrece a Macron una reforma limitada de la zona euro

La canciller estrena en París su cuarto mandato al frente de Alemania El plan franco-alemán aspira a convertirse en un acuerdo europeo en la cumbre de junio

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibe este viernes a la canciller alemana Angela Merkel en el Elíseo. REUTERS/Christian Hartmann
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibe este viernes a la canciller alemana Angela Merkel en el Elíseo. REUTERS/Christian Hartmann

No será la refundación de la zona euro deseada por el presidente francés, Emmanuel Macron, pero tampoco el inmovilismo que ha marcado los tres primeros mandatos de Angela Merkel al frente de Alemania. La canciller alemana, que el miércoles fue investida por el Parlamento para su cuarto mandato, se ha desplazado este viernes a París para ofrecer a Macron una reforma de la zona euro que se quede a mitad de camino entre las intenciones de las dos capitales.

El plan franco-alemán aspira a dotar a la zona de una partida presupuestaria anticrisis dentro del presupuesto de la UE; a reforzar y completar la unión bancaria; y a reformar la gobernanza de la zona euro para hacerla más democrática y transparente.

Las posiciones de los dos países en todos esos puntos se encuentran todavía alejadas. Pero el nuevo gobierno de Merkel (en el que los socialistas se han hecho con las carteras claves para Europa de Finanzas y Exteriores) se muestra dispuesto a negociar con vistas a alcanzar un principio de acuerdo antes de la cumbre europea de junio. "Propondremos una hoja de ruta clara y ambiciosa para esta refundación de aquí al mes de junio", ha señalado Macron tras reunirse con Merkel en el Elíseo. 

Antes del encuentro de Macron y Merkel, sus ministros de Finanzas han celebrado un primer encuentro para trazar la agenda de trabajo. El recién nombrado Olaf Scholz ha dado muestras de apertura y ha señalado tras la reunión la necesidad de avanzar para completar la unión bancaria, una meta que era tabú para el anterior ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

Berlín se había negado hasta ahora a completar la unión bancaria porque implica la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos que cubriría a todos los ahorradores (hasta 100.000 euros por cuenta). La CE ha modificado recientemente la propuesta para aplazar sine die la mutualización de ese riesgo y conformarse con un fondo que proporcione liquidez, en forma de préstamos, en caso de que algún país no pudiera proteger a todos sus ahorradores en una crisis. Bruselas confía en que ese primer paso despeje las reticencias y permita sentar las bases del futuro fondo de garantías.

Aun así, el ministro francés, Bruno Le Maire, ha reconocido que la negociación entre París y Berlín será dura. "Hay divergencias concretas y muy serias sobre la mesa", ha señalado el titular francés de Finanzas. "Pero les puedo garantizar que las vamos a resolver", ha prometido Le Maire.

Entre los puntos que separan las dos capitales destaca el capítulo presupuestario. Macron ha llegado a plantear la creación de un presupuesto de la zona euro "equivalente a varios puntos de PIB". Pero el acuerdo de gobierno de Merkel con los socialdemócratas habla solo de una línea de financiación dentro del presupuesto de la UE y destinada en exclusiva a ayudar a los países afectados por una brusca caída de la inversión pública.

La vía intermedia apunta hacia una propuesta de la Comisión Europea que establecería una línea presupuestaria, como desea Berlín, pero con la flexibilidad necesaria para ayudar a los países en dificultades sin imponerles ningún estigma, como reclama París.

La tercera cuestión por resolver, previsiblemente más sencilla, es la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate de la zona euro creado en 2012. La CE quiere asumir el control de ese organismo extracomunitario. La mayoría de las capitales se niegan a darle la llave a Bruselas, pero admiten la posibilidad de integrar el MEDE en la legislación comunitaria y cambiarle el nombre por Fondo Monetario o el menos problemático Fondo de Estabilización.

Tres meses para el pacto

Las dificultades de Angela Mekel para formar Gobierno han retrasado la negociación de la reforma de la zona euro que Paris y Berlín parecen dispuestos a llevar a cabo. La canciller ganó las elecciones el pasado 24 de septiembre pero ha tardado casi seis meses en formar una coalición con los socialdemócratas. El presidente francés, Emmannuel Macron, ha esperado sin dar señales de impaciencia pero ahora quiere acelerar la negociación y sentar las bases de la reforma de la zona euro en apenas tres meses.

Tras la cita bilateral de este viernes en París, la primera de la nueva era Merkel, el eje franco-alemán planteará sus primeras propuestas en la cumbre europea del 22 y 23 de marzo, en la que les espera una potente resistencia, tanto de los países contrarios a mayor integración como de los que recelan de un directorio París-Berlín. Si superan la prueba, Macron y Merkel esperan llegar a la cumbre de junio con un plan completo de reformas que pueda ser asumido por los 19 socios de la zona euro.

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