Euskadi quiere que el sector primario tenga más presencia en el PIB
La economía 'verde y azul' genera el 10,6% de la riqueza de la comunidad autónoma Las empresas vascas de alimentación dan trabajo directo a 96.500 personas
El Gobierno vasco quiere que el sector de la alimentación aumente su peso en el PIB de Euskadi. Su aportación actual es de dos dígitos, en concreto del 10,6 %, y además genera empleo directo para 96.500 profesionales. Arantza Tapia, consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Ejecutivo de Vitoria, ha destacado que se trata de un sector integral, puesto que cuenta con un ecosistema sostenible tanto en tierra como en la mar, lo que algunos analistas definen como la economía “azul y verde”.
Las explotaciones agrícolas y pesqueras de Euskadi surten una cadena que en el segundo eslabón incluye la transformación de las materias primas para su comercialización al cliente final. Tapia lo ha definido como “un territorio de oportunidad y descubrimiento emprendedor”, que el Ejecutivo de Vitoria potencia con programas públicos como el RIS 3, centrado en la especialización inteligente en áreas que aportan riqueza a Euskadi.
El objetivo del equipo de Tapia en este ámbito es el de incrementar la producción de alimentos en la comunidad autónoma, siempre con explotaciones sostenibles que puedan resultar atractivas a inversores comprometidos con proyectos respetuosos con el medioambiente.
Para lograr estas metas, el departamento de Desarrollo Económico y Competitividad potenciará la consolidación de cadenas alimentarias completas y la mejora de la competitividad de las empresas del sector primario. Habrá apoyos públicos a los proyectos que aporten innovaciones y mejoren el nivel económico de los entornos rurales. De paso, este empujón al sector servirá para reducir las importaciones de alimentos.
El Gobierno de Vitoria quiere que las compañías agrícolas y pesqueras aumenten su producción, pero de forma sostenible
De cara a conseguir esos avances, el Gobierno vasco también trabajará en la promoción de una cultura de alimentación saludable, por ejemplo desde las aulas y con los más pequeños. Hay oportunidades de negocio en segmentos como el de nutrición de precisión, que hace referencia a dietas personalizadas para aquellos consumidores que tienen algún tipo de patología que les impide la ingesta de cierto tipo de alimentos.
A diferencia del siglo anterior, los padres saben que en los centros escolares hay menús adaptados a todo tipo de alergias que puedan causar trastornos en la salud, como en el caso de los celíacos. Además, el Gobierno vasco también quiere alentar aquellos proyectos empresariales que aporten mejoras tecnológicas en la conservación de alimentos, lo que redunda en una nutrición de mayor calidad y seguridad.
Otro asunto son las nuevas tendencias del consumo. Ya no manda el menú de chuletón o de cuchara. Hay una amplia oferta en los establecimientos de hostelería de un solo plato del día, donde el precio más ajustado es otro elemento de competitividad. En el siglo XXI, el tiempo para el almuerzo se acorta, más todavía si la cultura de conciliación y de horarios laborales acoplados a la vida familiar sigue ganando terreno.
En este ámbito, las tecnologías de la información también serán claves para conseguir procesos productivos, logísticos y de comercialización más rentables, según una de las conclusiones que obtuvo este mes en Bilbao una reunión internacional, denominada Business 20 (B20). Esta iniciativa de los 20 países más desarrollados del planeta involucra a los principales protagonistas del sector privado, para que junto con las instituciones aporten propuestas que aporten crecimiento sostenido y mejores empleos.
Tras siete meses de debates en diversas sedes, como le ha correspondido a Euskadi este mes, que albergó un encuentro del B20 en Bilbao en el Museo Guggenheim, las recomendaciones se estudiarán en la cumbre del G20 en Argentina, que tendrá lugar en la ciudad de Buenos Aires en octubre próximo, los días 4 y 5.
Los anteriores “padrinos” del B20 fueron Turquía en 2015 y China en 2016. El protagonismo le correspondió el año pasado a Alemania y este ejercicio a Argentina, que dará el relevo a Japón en 2019.
El departamento de Arantza Tapia no pierde de vista las políticas de la Unión Europea (UE) de apoyo al sector alimentario. Uno de los programas auspiciados desde Bruselas, denominado Eit Food, busca la construcción de “cadenas sostenibles de suministro de alimentos integrales”, a través de “innovaciones transformadoras e iniciativas educativas”.
Eit Food integra a medio centenar de empresas de referencia en el sector alimentario, a universidades y a centros tecnológicos que cubren toda la citada cadena de valor. Los miembros de esta asociación se comprometen, de acuerdo con la estrategia marcada desde las autoridades comunitarias, a “transformar entre todos la forma actual en la que producimos, distribuimos y consumimos” los alimentos
Detrás de los conceptos están los números. En este caso, los socios de Eit Food invertirán casi 1.200 millones en los próximos siete años, de ellos 400 millones financiados desde la UE. En este club participan multinacionales del sector de alimentación y bebidas como Pepsico y Nestlé. Y las universidades de Cambridge y Reading, ambas en Reino Unido, entre otros campus de referencia internacional.
Euskadi está representada en Eit Food por la empresa Angulas Aguinaga y el centro tecnológico Azti. La sociedad de Irura quiere incrementar un 35 % sus ventas para 2020 y sobre el balance de 2017, lo que supone facturar 220 millones para el año de referencia. La compañía guipuzcoana apostará por su internacionalización para lograr ese crecimiento de su negocio.
Por su parte, Azti está integrado en Tecnalia, la corporación tecnológica que consiguió traer a Euskadi la citada reunión de B20. Muy conocida en Bruselas por los proyectos tecnológicos que presenta, que logran un importante retorno de las ayudas comunitarias al País Vasco.
La alimentación y la gastronomía son unos activos muy importantes de la comunidad autónoma, que tiene que potenciar su valor, según uno de los mensajes de Arantza Tapia en el citado encuentro del B20, que tuvo lugar en el Museo Guggenheim el pasado 12 de marzo.
Precisamente la gastronomía es uno de los atractivos de Euskadi como destino de turismo sostenible y de calidad. Vamos, el que tiene más capacidad de gasto. En 2017, el País Vasco superó los 3,5 millones de visitantes y consiguió que los viajeros se repartieran durante todo el año, sin concentrarse en el periodo de vacaciones del verano. Es una cifra récord.