Bombardier frena su demanda contra Renfe por el concurso del AVE
Próximos contratos en juego y la nueva dirección en ambas grupos, facilitan la paz El fabricante llevó a la Audiencia Nacional los pliegos del pedido ganado por Talgo
El gigante industrial canadiense Bombardier ha enterrado el hacha de guerra en la batalla que mantiene con Renfe desde finales de 2016. El conflicto, motivado por el concurso para la compra de 30 trenes de alta velocidad, tuvo resonancia por el peso de Bombardier entre los principales fabricantes de trenes del mundo y al estallar en plena reactivación de los pedidos de material rodante por parte de la empresa pública. Año y medio después, señalan fuentes de toda solvencia, la denunciante ha retirado la demanda presentada ante la Audiencia Nacional.
El concurso avanzó con el Gobierno en funciones, lo que motivó las críticas de Bombardier, y los pliegos premiaban la fabricación local de los trenes. Esta última circunstancia motivó su reclamación ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC), en aras de la libre competencia, decía entonces el fabricante. El capítulo siguiente fue el de la invalidación de la oferta basada en el tren Zefiro y la expulsión de esta empresa del proceso por no reconocer la validez del mismo. Quedaron en liza Talgo, CAF, Alstom y Siemens, mientras Bombardier tomó la vía de los tribunales.
El tiempo transcurrido, los relevos en la presidencia de ambas compañías y la reactivación de la contratación de trenes en España, con los nuevos planes de Cercanías, han derivado en la restauración del diálogo. En Renfe, Juan Alfaro comó el cargo de Pablo Vázquez en cuanto se estrenó el actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y fue adjudicado el pedido de trenes. En cuanto a Bombardier, un ejecutivo de la casa con experiencia en Europa y Asia, Óscar Vázquez, tomó las riendas meses atrás en lugar de Álvaro Rengifo. Las fuentes consultadas hablan de una vuelta a la normalidad en las relaciones.
Bombardier tiene en España una fábrica de propulsión en Trápaga (Vizcaya) y una planta de señalización en Madrid. Durante años ha sido proveedor de Renfe, normalmente en alianza con Talgo y CAF, y participa en el proyecto del AVE de Arabia Saudí con los sistemas de propulsión y rodadura que llevan los Talgo actualmente en pruebas.