Siemens Gamesa comienza a remontar
Los analistas coinciden en que la empresa tocó fondo en 2017. Gracias a su estrategia defensiva y su liderazgo en el mercado ‘offshore’, confían en que su fusión dé buenos resultados, especialmente a partir de 2019
Después del annus horribilis de Siemens Gamesa, el panorama de la compañía empieza a verse más despejado y eso gusta a los analistas, aunque se mantienen cautos. Hace unas semanas, la empresa de energía eólica presentó por fin su plan estratégico hasta 2020, después de haberlo aplazado en noviembre. Entonces, atravesaba su peor momento, con continuos descensos en Bolsa que provocaron una caída del 36% en el año.
La nueva estrategia, que prevé un ahorro de 2.000 millones en costes y un alza del ebit para 2020 de entre el 8% y el 10%, es un punto menos de incertidumbre que los expertos coinciden en valorar positivamente, aunque echan en falta que explique con mayor claridad cómo va a generar cash flow y llegar a los objetivos marcados. Iberdrola, propietaria de un 8% del capital, ya ha mostrado sus reservas con el nuevo equipo desde que se produjo la fusión y promete manifestarlas en la próxima junta de accionistas de marzo.
Los analistas comparten la visión de que la compañía tocó fondo en 2017 y que la fusión emprendida el año pasado entre la alemana y la española está funcionando. Esperan que este sea un ejercicio de estabilización, y que a partir de 2019 crezca con mayor impulso, en parte gracias a las operaciones offshore –energía eólica marina–, donde tiene una importante cuota de mercado.
“El plan estratégico es positivo y realista, aunque no se ha visto reflejado en Bolsa porque la compañía venía de rebotar más de un 30% en los últimos meses”, valora Felipe López, de Selfbank. Siemens Gamesa, que cotiza a 12,3 euros la acción, acumula desde principios de año una recuperación en Bolsa del 7,96%, la segunda más importante solo por detrás de Bankinter. Con un precio objetivo de 14,61 euros, los expertos le otorgan un potencial de revalorización del 13,54%.
“Lo más destacado es su plan de reducción de costes, la revisión al alza de los objetivos de sinergias tras la fusión y una hoja de ruta más clara”, prosigue el experto de Selfbank. En efecto, la eólica planea generar flujo de caja positivo a partir de este año y prevé destinar el 25% de su beneficio neto al pago de dividendos. También ha ampliado y adelantado un año el cumplimiento de los objetivos de la fusión: ha anunciado una reducción de costes para 2020 de 2.000 millones, 1.600 de ellos en ganancias de productividad y 400 en sinergias, un objetivo, este último, mayor del que preveía hace tan solo un año, cuando lo situaba en 230 millones.
Aunque sean objetivos “muy razonables”, López echa en falta de Siemens Gamesa un plan más ambicioso de I+D. “En un entorno de crecimiento del sector, se está fijando más en la contención de gastos que en aprovechar oportunidades invirtiendo más”, asevera. Eva del Barrio, experta de Bankinter, indica que esta estrategia defensiva y “muy apalancada en la reducción de costes” se explica por el entorno muy cambiante que está viviendo el sector eólico, un mercado cada vez más competitivo y por ende más complicado: “La presión de precios a la baja es muy fuerte y eso obliga a reducir costes para mantener los márgenes”.
De ahí la fusión entre Siemens y Gamesa en abril del año pasado. “En un escenario más maduro, suele haber concentración del sector para obtener mayores rentabilidades, quitar estructuras y dejar de competir unas contra otras”, opina Ángel Pérez Llamazares, analista de Renta4. Y es que, con esta operación, la compañía se erige ahora como el segundo proveedor de turbinas eólicas del mundo, solo por detrás de la danesa Vestas.
Pese a la fusión, el escenario de mayor competitividad y volatilidad en los precios hace que la mayoría de analistas se muestre cauta para este 2018, aunque coincide en señalar las buenas perspectivas para 2019 y 2020, así como el ritmo favorable en adjudicaciones. “Pese a la persecución de Trump contra las energías limpias, que hizo algo de daño, muchos países ha mantenido planes de expansión en renovables y otros como Brasil han vuelto su atención hacia estas energías”, destaca Ignacio Cantos, de Atl Capital.
Un anuncio de más pedidos de los esperados en el mercado offshore es precisamente lo que “podría dar un empujón adicional” este año a la eólica, adelanta López, quien cree que la apuesta por la diversificación geográfica es uno de sus principales motores de futuro. “Dentro del segmento offshore todavía no hay tanta competencia, así que Siemens Gamesa puede aprovechar los mayores márgenes de esta línea de negocio gracias a su posición dominante”, explica López. La eólica es líder indiscutible en este sector, con un 70% de cuota de mercado en Europa y un 30% en el resto del mundo.
Un mercado cada vez más competitivo
Madurez del sector. La mayor competitividad se debe, según apunta el analista de Renta4 Ángel Pérez Llamazares a una fase más madura del sector de la energía eólica y de la fabricación de aerogeneradores. “Antes se daban subvenciones para incentivar el desarrollo y la inversión en renovables, pero ahora que han madurado y que son rentables, se ha pasado a un esquema de subastas, lo que presiona los precios a la baja”, señala. Nuevas adjudicaciones en Turquía y Reino Unido. Esta semana Siemens Gamesa ha firmado un acuerdo para el desarrollo de proyectos eólicos en Turquía, como parte de un consorcio con los turcos Kalyon Enerji y Turkerler Holding. Pocos días antes, la compañía también había sido elegida por el grupo danés Ørsted para suministrar en exclusiva los aerogeneradores para el mayor parque eólico offshore del mundo, que estará operativo en aguas británicas a partir de 2022.