Cuando la rentabilidad de los bonos compite con los dividendos
España mantiene una rentabilidad por dividendo que duplica con creces el retorno del bono a diez años
La subida de los tipos de interés en EE UU empujados lentamente por la presión de la Reserva Federal y por las expectativas de inflación está reabriendo el debate sobre la conveniencia de trasvasar dinero de los inversores conservadores desde la Bolsa a los bonos del Tesoro. En Europa, tal debate no existe todavía, porque los tipos están más bajos, tanto los directores como los de la deuda soberana, pero en EE UU los bonos a diez años se acercan ya en el mercado secundario a tipos de interés del 3%, y suponen una seria competencia en la captación de flujos de inversión con los dividendos de la propia Bolsa norteamericana. Los inversores tienen que decidir si quieren la seguridad anual del cupón del bono a diez años o la cuasi seguridad de los dividendos de las empresas más seguras del mercado.
Cuando la tendencia de los tipos es alcista por fundados temores de repunte de la inflación, hay que tener en cuenta que las cuentas de las empresas pueden deteriorarse por la subida de los costes de la financiación, lo que puede llevar a ajustar los beneficios distribuidos entre sus socios, y quizás a no poder respetar la rentabilidad prometida por dividendo. Por contra, una subida de los precios puede abrir los márgenes nominales de las empresas que comercializan manufacturas y de aquellas que tienen sus tarifas referenciadas a la inflación, con la consiguiente revalorización nominal de los precios de las acciones.
En el mercado norteamericano la presencia de empresas muy dinámicas y de crecimiento en los índices, con políticas de inversión continua y escasa distribución de dividendos, reduce la rentabilidad general por beneficios distribuidos. Pero tal circunstancia siempre será absorbida y compensada por la revalorización de las empresas. En el caso de Europa, con empresas más maduras en los índices y políticas más consolidadas de distribución de beneficios y más elevados pay-outs, siempre tendrá más atractivo esta apuesta en las carteras de los inversores que la captura de los cupones de los títulos soberanos a diez años. En España la rentabilidad por dividendo (4,03%), la más generosa de Europa, duplica con creces los retornos del bono a diez años (1,5%).