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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El sector exterior tira con fuerza, pero aún tiene margen para seguir creciendo

El nuevo recórd histórico logrado en 2017 se consiguió en un entorno de apreciación de la moneda única

El sector exterior ha demostrado con creces su fortaleza en los últimos tiempos, especialmente con el papel crucial que desempeñó durante los largos y difíciles años de la crisis económica. Las empresas exportadoras se convirtieron entonces en un motor clave para la economía española, una fortaleza que ha vuelto a ponerse de nuevo de manifiesto en 2017. El sector alcanzó un nuevo máximo histórico el año pasado, al superar por primera vez en la historia los 277.125 millones de euros, lo que supone un crecimiento de casi un 9%, así como una exhibición de fuerza indiscutible. También en relación con la evolución de sus principales competidores en la zona euro –el caso de Alemania, que avanzó un 6,3%, Francia, un 4,5% e Italia, con un 7,4%– y con la de potencias comerciales de fuera de la UE, como EEUU y China. Ese esfuerzo se ha realizado en un contexto de apreciación del euro, lo que constituye un handicap añadido y hace más destacado el buen desempeño del ejercicio. Es cierto que el déficit comercial ha crecido considerablemente durante ese periodo, lo que desluce la radiografía, pero también lo es que ese crecimiento se explica por el aumento de actividad de las empresas españolas, que tras tres años de crecimiento del PIB del 3% precisan importar más bienes para atender su producción y su demanda.

Pese a la buena marcha de las cifras de ventas, del análisis de los datos se pueden extraer algunos conclusiones que es interesante tener en cuenta para la evolución futura del sector. España sigue centrada en las exportaciones a sus socios europeos, que superan la mitad del total, lo cual resulta lógico –especialmente con la fuerte apreciación que ha experimentado el euro– pero no excluye que aumentar la diversificación siga siendo un objetivo deseable para las exportaciones españolas como fórmula para blindarse de los altibajos propios del ciclo económico. Para potenciar ese objetivo es importante que España siga aumentando su base exportadora, que ha crecido un 8,5%, hasta superar las 160.000 empresas, pero que tiene todavía un amplio recorrido que es fundamental facilitar y respaldar.

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