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Lo que puede hacer Wall Street contra los tiroteos

BlackRock podría presionar a los fabricantes de los que es accionista principal

Un hombre, durante la vigilia en homenaje a las víctimas del tiroteo en un instituto de Florida del miércoles, en el que fueron asesinadas 17 personas.
Un hombre, durante la vigilia en homenaje a las víctimas del tiroteo en un instituto de Florida del miércoles, en el que fueron asesinadas 17 personas. REUTERS

Cuándo pesa más tomar una posición contra un problema social que un objetivo financiero? Es una pregunta razonable para Lazard o BlackRock. Lazard asesoró en la reestructuración de Remington, fabricante de fusiles AR-15, antes del tiroteo del miércoles en Florida, perpetrado con un rifle similar. BlackRock es el principal accionista de los fabricantes de armas de fuego Sturm Ruger, Vista y AOB. Vanguard y Fidelity también tienen importantes participaciones en la industria. Todos ellos podrían ayudar a reducir las carnicerías de EE UU.

Larry Fink, jefe de BlackRock, ha hablado hace poco de la responsabilidad social de las empresas. Y la rama de gestión de inversiones de Lazard asume principios de responsabilidad y buen gobierno, pero eso es difícil de compaginar con ayudar a Remington a ser un fabricante de armas más sólido a nivel financiero. Wall Street no puede evitar los tiroteos; resolver la epidemia de violencia armada de EE UU es más bien trabajo de los legisladores. Pero las luminarias de la industria financiera podrían marcar diferencias, al tiempo que minimizan el riesgo para su reputación.

Algo que podrían hacer es negar medios financieros a los productores de armas semiautomáticas, que se usan habitualmente en estos ataques. Muchos bancos y brókeres evitan ya el sector.

Para ser justos con Lazard, su trabajo para Remington formaba parte de su larga relación de con Cerberus, dueña del fabricante. El fondo de inversión contrató a la firma de asesoría en 2012 tras un tiroteo en una escuela de primaria, cuando los fondos de pensiones amenazaron con retirar su dinero. En cierto sentido, el objetivo era ayudar a Cerberus a salir del sector, una misión que probablemente se logrará en unas semanas cuando casi 1.000 millones de dólares de deuda de Remington se conviertan en acciones, que ya no serán propiedad del fondo. Entre los nuevos accionistas puede estar la rama de gestión de activos de JPMorgan, que marca distancias y asegura que su posición será temporal, pasiva y minoritaria.

Pero podría adoptarse un enfoque más activo, sobre todo en el caso de BlackRock, presionando a los fabricantes de los que es principal accionista para que dejaran de vender armas semiautomáticas.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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