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ESADE prevé una ligera desaceleración en el crecimiento de la economía española en 2018

La economía española volverá a crecer este año, pero lo hará en menor medida que en 2016 y 2017, según el Informe Económico y Financiero de ESADE 2018, dirigido por el profesor David Vegara y elaborado con el apoyo del Banco Sabadell. Los autores del estudio anticipan un incremento del PIB durante este ejercicio de entre el 2,6% y el 2,7%. Esta desaceleración se producirá por la estabilización de los “vientos de cola” que han favorecido a la economía española hasta ahora y entre los que destacan el menor ajuste fiscal, las condiciones financieras favorables, el bajo precio del crudo o el valor del eu

El informe de ESADE prevé en 2018 un escenario de crecimiento estable en las economías avanzadas —con un incremento en el PIB del 2% en la zona euro y del 2,2% en EE. UU.— así como en la mayoría de las emergentes y en vías de desarrollo, gracias a la evolución positiva de la inversión en bienes de equipo, la producción industrial y el comercio internacional. Estas variables contribuirán, a su vez, a elevar los índices de confianza de empresarios y de consumidores. En cuanto a la inflación, también seguirá aumentando, aunque lo hará a un ritmo menor de lo que cabría esperar. En las economías avanzadas, la tasa será muy similar a la del 2017 —un 1,7%, más del doble que en 2016— y, según los expertos de ESADE, para que ésta converja en la zona euro hacia el 2% habrá que esperar hasta 2019 o 2020.

Sincronización positiva en la economía global

El Informe Económico y Financiero de ESADE destaca el incremento en los últimos años de la colaboración entre los países de la zona euro mediante compromisos como el llamado “fiscal compact”, el procedimiento de desequilibrios macroeconómicos, la unión bancaria o la creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Sin embargo, se considera que para reforzar la zona frente a potenciales crisis futuras se debe dotar a la unión bancaria de un verdadero seguro de depósitos europeo y de un mecanismo de respaldo a la arquitectura de resolución bancaria, así como establecer elementos de una cierta política fiscal común que permita hacer frente a perturbaciones asimétricas. Sin embargo, este conjunto de propuestas cuenta con la oposición de un numeroso grupo de países, liderados por Alemania. Ello no impidió, no obstante, que a finales de 2017 la Comisión Europea presentara un proyecto para avanzar en la integración económica y financiera en varios de los frentes mencionados. En opinión de los autores del Informe, sólo la transformación del MEDE en un Fondo Monetario Europeo, podría tener visos de avanzar a corto plazo y, aun así, esta iniciativa no estaría exenta de dificultades técnicas y políticas importantes.

En relación con el brexit, el informe afirma que las condiciones alcanzadas en el acuerdo de salida de finales de 2017 son “una buena noticia”, ya que Reino Unido se compromete a hacer frente a una factura de entre los 40 y los 60 mil millones de euros. No obstante, el acuerdo no ha contribuido a despejar el camino para establecer próximos pasos. Al contrario, a medida que avancen las negociaciones, los expertos de ESADE advierten que es probable que se pongan de manifiesto las contradicciones de la iniciativa, las dificultades de mantener la llamada frontera blanda con Irlanda y los acuerdos con terceros países.

Estados Unidos, que creció ligeramente por encima del 2% el año pasado, cerrará 2018 con un crecimiento similar. Dos acontecimientos centrarán la atención este año que comienza: la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Canadá (NAFTA) —que puede modernizar este tipo de acuerdos en términos de comercio electrónico y de propiedad intelectual, pero también endurecer su faceta proteccionista— y, sobre todo, los efectos de la reforma fiscal aprobada a finales de 2017, cuya reducción de impuestos podría alcanzar el 0,8% del PIB anual. Con relación a esta última iniciativa, los autores del informe consideran que los efectos serán limitados, pues la reducción del tipo impositivo nominal sobre las empresas es mucho menor si se considera el tipo efectivo al que ya hacen frente las empresas, mientras que los potenciales efectos positivos sobre el consumo familiar se verán limitados por la concentración de la disminución de impuestos en las familias con mayores niveles de renta.

Las perspectivas para China, cuya economía creció un 6,5% en 2017, también son positivas. El Informe Económico y Financiero de ESADE reconoce los efectos positivos del cambio en su modelo económico —de las exportaciones y la inversión al consumo familiar y la provisión de bienes y servicios públicos— y de las diferentes medidas para evitar las consecuencias negativas del aumento del crédito que se generó hace meses para evitar la desaceleración económica. Éstas, —reducción de deuda de empresas, sustitución de créditos bancarios por acciones o impulso a las fusiones—, si bien han conseguido frenar el aumento del crédito privado, no han logrado disminuir su volumen y esta circunstancia, destaca el informe, supone un importante riesgo para la salud financiera del país y del resto del mundo.

Respecto a las economías emergentes y América Latina, los expertos de ESADE destacan la reducción de los tipos de interés, el hecho de que la mayoría de sus monedas se hayan apreciado respecto al dólar y de que los flujos de capital mantengan un buen ritmo gracias al optimismo de los inversores. Por otro lado, la buena evolución de la economía global y la pauta lenta y predecible de la restricción monetaria de los grandes bancos centrales de los países desarrollados otorgan, según los autores del informe, un importante margen de maniobra a los de los países emergentes, que normalizarán sus políticas monetarias más lentamente que los anteriores. Los expertos ponen énfasis, además, en el impulso a las exportaciones desde estas zonas, ya sea de productos industriales o de materias primas, aunque reconocen que ni la demanda de bienes industriales ni el aumento del precio de las materias primas serán suficientes para llevar a las economías emergentes a un crecimiento por encima de su potencial.

Principales riesgos económicos en 2018

Aunque el Informe Económico y Financiero de ESADE prevé que la economía global siga creciendo en 2018 a un ritmo similar al del año pasado, advierte de riesgos de naturaleza política, financiera y monetaria. Entre los primeros, señala las consecuencias ya mencionadas del Brexit y del NAFTA, además de los conflictos en Corea y Oriente Próximo, y las elecciones legislativas en EE. UU. y presidenciales en Italia y México. Entre los segundos destaca el elevado endeudamiento público y privado debido al excesivo apalancamiento y a los altos precios de los activos financieros, que son motivo de preocupación ya de por sí y más en un contexto en el que las políticas monetarias van a normalizarse. En caso de que este proceso se acelere más de lo previsto en el caso de la Reserva Federal norteamericana (FED), los expertos de ESADE advierten de una posible “prueba de fuego para los mercados financieros y los mecanismos de transmisión de las políticas monetarias”.

La normalización de tipos de la FED, para los que se prevén tres subidas hasta el 2,5% a lo largo de 2018, se contrapondrá al mantenimiento de la política expansiva del BCE que mantendrá la compra de activos durante los primeros meses de este año.

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