Las ocho claves de la UE para que las finanzas sean 'verdes' y sostenibles
Propone que los supervisores vigilen el cumplimiento de objetivos de sostenibilidad Promueve la creación de una marca que identifique los productos 'eco'
Una comisión de expertos, a petición de la Comisión Europea, ha elaborado una serie de propuestas para lograr en el futuro inmediato un entorno financiero en la Unión alineado con el Acuerdo de París. Estas son sus principales sugerencias.
- Diseñar una clasificación de sostenibilidad para los distintos activos y productos financieros, en la que se abordaría su contribución sobre elementos concretos, como el cambio climático. El informe señala que el germen de esta clasificación debería estar listo este año con el objetivo de que esté operativo en 2020.
- Aclarar la responsabilidad de los inversores, cómo impactan sus decisiones en la sostenibilidad. “Especificar los deberes de los actores del mercado, como los fondos de pensiones, las compañías aseguradoras y los gestores de fondos es fundamental para que la Unión Europea pueda poner el foco en los problemas de sostenibilidad a largo plazo”, sentencia el informe.
- Reflejar las repercusiones de las inversiones a largo plazo. Ahora los modelos raramente van más allá de uno a tres años y se centran en elementos cualitativos antes que en los cuantitativos, según la propuesta del grupo de expertos. “Este enfoque está justificado para muchos problemas de sostenibilidad, pero tener en cuenta solo factores cualitativos Impide medir los efectos a largo plazo y en todos los sectores”, resume.
- Promover que los pequeños inversores apuesten por activos sostenibles. Los ahorros de los particulares representan más del 40% de los activos financieros totales de la UE, y el informe asegura que a más de dos tercios de los minoristas les gustaría apostar por inversiones que tengan en cuenta objetivos ambientales y sociales.
- Los expertos proponen que los fondos de inversión expliquen claramente el impacto de sus inversiones en cuanto a la sostenibilidad y en el ejercicio de sus derechos de voto en las compañías en las que son accionistas. Deberían revisarse las actuales denominaciones que apelan a la sostenibilidad y a crear una marca “verde” para distinguir de forma fiable los productos que cumplen unos estándares mínimos. Fijar unas exigencias mínimas para la denominación de “bono verde” (green bond) en 2018.
- El denominado plan Juncker ha servido para movilizar más del 80% del objetivo de 315.000 millones de euros. Pero deben darse más pasos en la dirección de crear infraestructuras sostenibles, incluidas bajo el Acuerdo de París para frenar el cambio climático.
- La cultura corporativa en el sector financiero debe estar mejor alineada con una perspectiva a largo plazo. “Las normas y los valores deben cumplir la promesa de un sistema financiero sostenible que beneficia a la sociedad.
- Incluir la sostenibilidad como un factor más que deben vigilar los organismos supervisores financieros: la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), el coordinador de las comisiones de valores europeas (ESMA) y la Autoridad de Seguros y pensiones de jubilación (EIOPA).