Suspensión del «shutdown» hasta el 8 de febrero.
El "shutdown" o cierre de la actividad de gobierno de EE.UU. tuvo ayer lunes su primer día efectivo laboral. Aunque los fondos necesarios para mantener el gobierno funcionando con normalidad cesaron el primer minuto del pasado sábado, el mayor impacto se esperaba para el día de ayer. Si bien las áreas consideradas esenciales (como el ejército, policía fronteriza, agencias policiacas de seguridad como el FBI, controladores de aéreos, las oficina de la Seguridad Social y el Servicio Postal) continuaron operando sin interrupción, el resto, hasta un total de alrededor de 800.000 de los 2,1 millones de funcionarios (según cifras publicados por el Washington Post) fueron cesados en forma temporal.
La Casa Blanca y los republicanos acusan a los demócratas de utilizar el presupuesto federal como rehén de su política de protección para los alrededor de 500.000 beneficiarios del programa DACA (los famosos DREAMERS o jóvenes indocumentados en riesgo de deportación). Suprimir este programa era una promesa de campaña de Donald Trump, el cual ha dejado claro que no aceptará discutir el tema mientras la administración permanezca cerrada. Finalmente esta madrugada (hora española), y después de tres días de cierre, el Congreso dio luz verde a una iniciativa legislativa de financiación que permitirá reabrir el Gobierno.
La medida, que prevé una extensión del presupuesto hasta el 8 de febrero, se aprobó en el Senado con una votación de 80 contra 18, mientras que en la Cámara Baja, la ley recibió 266 votos a favor frente a 150 en contra. Todo ello ha sido posible tras lograr los demócratas garantías de los republicanos para encontrar una solución para centenas de miles de inmigrantes jóvenes que podrían ser deportados a partir de marzo.
Por otro lado, el índice de actividad económica nacional, elaborado por la Fed de Chicago, se situó en diciembre en los 0,27 puntos (se esperaba 0,44) frente a los 0,11 de noviembre. En otro frente, el precio del petrolero West Texas subió 0,03 % a 63,33 $/barril, mientras que el tipo Brent gana un 0,23% hasta los 68,77 $/barril.
Por último, el EUR mantiene la ganancias por encima de los 1,22 dólares en un entorno que, en principio, parecía diseñado para favorecer al USD (una FED claramente decidida a subir los tipos de interés, fortaleza económica, máximo históricos en Wall Street,...). Sin embargo, el final de la política monetaria ultralaxa del BCE (refrendada por las últimas actas de la reunión de diciembre) y la evidente infravaloración del EUR, parecen favorecer a éste último en el medio plazo.