Baleares prohibirá las cápsulas de café de un solo uso no reciclables
La medida se recoge en el anteproyecto de ley de residuos que prepara el Govern Deberán estar hechas con materiales compostables
Baleares lanza la batalla contra las cápsulas de café. Se trata de uno de los productos de gran consumo más dinámicos, liderado por Nespresso pero cada vez con más competidores, como la propia Starbucks que comenzó a vender sus cápsulas este mes. Sin embargo, ha sido también señalado por el impacto medioambioental de sus recipientes. Ahora, el Gobierno insular prohibirá su venta salvo que cuente con un plan de reciclado, según avanzó el diario Última Hora.
La decisión está incluida en el proyecto de ley que el Gobierno de Francina Armengol ultima y que entrará en vigor el 1 de enero de 2020. El Ejecutivo balear obligará a los comercializadores a contemplar un plan de reciclado específico para las cápsulas, puesto que su composición de plástico y aluminio hace muy difícil su separación.
Es la primera vez que se regula en este aspecto en España, dando respuesta a un debate a nivel internacional de qué hacer al respecto del creciente número de cápsulas monodosis que no podían ser recicladas. Debido a esta preocupación, muchas empresas ya se han visto forzadas a contar con su propio plan de recogida. Es el caso de Nespresso o de Starbucks, que en sus tiendas, o en comercios asociados, recogen bolsas de los clientes llenas de estas cápsulas. Otras, como Mercadona o Cafés Novell han ideado recipientes con menor impacto ambiental.
No hay muchos casos de normativa que restrinja la venta a nivel europeo de este tipo de cápsulas. El caso más conocido es el de la ciudad alemana de Hamburgo, que prohibió su uso en edificios gubernamentales.
Pero la norma balear va más allá de las cápsulas de papel y abre la puerta también a la prohibición de otros productos de gran consumo cuyos desechos no son reciclados. La medida incluye la prohibición de la venta de toallitas, de pajitas de plástico o de bastoncillos de las orejas.
Además, veta la venta de vajilla de plástico, como vasos o platos de un único uso. Uno de los pioneros en restringir la venta de estos útiles fue Francia, que anunció en 2016 su veto, con el fin de reducir el nivel de desperdicios.
Por el momento, el de Baleares es el primer caso en España en el que se opta por una legislación tan severa que busca reducir los residuos que se producen por el consumo humano. “Tenemos un territorio limitado y ambientalmente sensible y una economía principalmente turística que dispara el uso de estos objetos”, aseguró en la presentación del proyecto el director general de Educación Ambiental, Calidad y Residuos de Baleares, Sebastiá Sansó. Hace unos meses, un tapón de toallitas arrojadas a los inodoros acabó provocando que se vertieran a la costa ibicenca.
Otra ley inminente a nivel autonómico es la Navarra. El texto de la Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad ha sido aprobado ya por el Ejecutivo y está a la espera de su trámite parlamentario. El nuevo marco regulatorio limitará también la venta de la vajilla de un solo uso, dentro de un plan de prevención de residuos.
El proyecto legislativo navarro también incluye la restricción en el uso de bolsas de plástico. Hasta el momento, las distintas normativas estatales y autonómicas, hasta el caso balear, se habían centrado en este apartado principalmente.
De hecho, el Gobierno central anunció en julio que para 2020 prohibirá completamente la distribución en el comercio de bolsas de plástico, obligando desde esta primavera a su cobro en todas las tiendas. Esta norma incluye excepciones, como aquellas bolsas más resistentes que permiten su reutilización y las realizadas con material compostable.