Madrid aspira a hacerse con un centro de control de los satélites Galileo
El centro se encuentra en Reino Unido y será trasladado en 2019 Cifuentes confía en que se convierta en un polo de atracción de inversiones y empleo cualificado
España se quedó sin el premio gordo del brexit (la Agencia Europea del Medicamento) y ni siquiera pugnó por la segunda pieza más preciada (la Autoridad Bancaria Europea), pero podría hacerse con una de las partes menores del botín institucional que se reparte como consecuencia de la salida del Reino Unido de la UE.
La Comunidad de Madrid, en concreto, aspira a acoger uno de los centros de control de Galileo, el sistema europeo de navegación por satélite. Y la presidenta de esa Comunidad, Cristina Cifuentes, se ha mostrado este lunes convencida de que ese centro tecnológico podría ser para España.
"Como no está confirmado me parecería prematuro pero tengo confianza en el proyecto y creo que el día 18 conoceremos la noticia", ha señalado la presidenta de Madrid durante un desayuno informativo organizado por Europa Press.
El principal centro de control de Galileo se encuentra en Francia. Pero se trata de una estructura tan esencial, que dispone de una réplica de seguridad situada en territorio británico. La CE puso en marcha en agosto de 2017 el proceso de traslado de esa unidad con vistas a la salida definitiva del Reino Unido del club comunitario, prevista para marzo de 2019. Y hasta ocho países solicitaron convertirse en la nueva sede.
Fuentes comunitarias indican que solo seis países, entre ellos España, han pasado el primer corte de selección. Y aunque no confirman la fecha de concesión anunciada por Cifuentes, esas fuentes indican que "se conocerá en breve".
La CE examinará cada candidatura en base a criterios como la adecuación técnica de la infraestructura, su seguridad, la gestión de riesgos o la aportación financiera del país anfitrión. España compite, entre otros países, contra Bélgica y Eslovenia.
Cifuentes ha mencionado la posible reubicación de ese centro en Madrid en el contexto de su política para hacer la Comunidad "atractiva a la inversión" y lograr "la localización de instituciones y organismos internacionales".
El centro de control de Galileo, sin embargo, parece un logro relativamente menor en ese terreno porque, según detallan fuentes comunitarias, "todavía no está operativo", cuenta con un número reducido de empleados y "el nuevo Estado de acogida debe correr con los gastos de la nueva sede". Las mismas fuentes añaden que, una vez que esté en pleno rendimiento, el centro 20 o 30 empleados. Otras fuentes, sin embargo, confían en que el empleo que vaya a generarse sea mucho mayor.
Fuentes de la Comunidad de Madrid señalan, en cambio, que el centro podría convetirse en un verdadero polo de atracción de inversiones tecnológicas. Y aseguran que su plantilla quedó congelada como consecuencia del brexit, pero que una vez que se encuentre en una ubicación definitiva podría crecer hasta varias decenas de puestos de trabajo, casi todos ellos de gran cualificación.
Muy lejos, aun así, de la pieza más preciada del brexi, que se la llevó Amsterdam. La ciudad holandesa se hizo con la Agencia Europea del Medicamento. El organismo, al que aspiraba Barcelona, cuenta con más de 900 empleados y celebra cada año miles de reuniones al más alto nivel.