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Los intraemprendedores llegan al rescate

La irrupción de las nuevas tecnologías y la globalización ha provocado que los negocios actuales se tengan que adaptar a un entorno muy cambiante, dinámico, competitivo y en el cual prácticamente no haya industria que esté ajena a la disrupción. Así lo ha reconocido el profesor de ESADE Business School, Joan Riera, durante la presentación de su libro Impulso - Las 5 palancas para activar el intraemprendimiento, escrito junto con Tomás Soler. “El mundo está cambiando muy rápido: ya no es la organización grande la que golpea al pequeño, sino que ahora va a ser el rápido el que va a golpear al lento”, ha explicado Riera. La irrupción de las nuevas tecnologías y la globalización ha provocado que los negocios actuales se tengan que adaptar a un entorno muy cambiante, dinámico, competitivo y en el cual prácticamente no haya industria que esté ajena a la disrupción. Así lo ha reconocido el profesor de ESADE Business School, Joan Riera, durante la presentación de su libro Impulso - Las 5 palancas para activar el intraemprendimiento, escrito junto con Tomás Soler. “El mundo está cambiando muy rápido: ya no es la organización grande la que golpea al pequeño, sino que ahora va a ser el rápido el que va a golpear al lento”, ha explicado Riera.

Según el profesor, existen dos perfiles de empresa muy diferentes: las compañías tradicionales, grandes, fuertes, estables y consistentes y, por otro lado, los emprendedores, que son rápidos, dinámicos, capaces de detectar oportunidades, con ganas de experimentar y arriesgar, de operar en base al futuro y no en base a un histórico. Por esta razón, la receta de futuro de cualquier organización es ser flexible, dinámica y muy rápida. Y para que esto sea posible, son necesarios los intraemprendedores.

El futuro está en el emprendimiento corporativo

Para Joan Riera, el intraemprendimiento es el emprendimiento aplicado dentro de las empresas. “Se trata de una herramienta que nos permite cambiar organizaciones y convertirlas en compañías más innovadoras y ágiles, que es lo que demanda el entorno actual. El emprendimiento corporativo se aprende, se practica, se mide y se gestiona. Y ésta es la receta de futuro para transformar organizaciones clásicas en empresas más innovadoras, ágiles y adaptativas”, ha declarado.

No obstante, este sistema operativo no implica que tengamos que eliminar el modelo anterior ya que, tal como asegura el profesor de ESADE, deben convivir dos sistemas: el gestor tradicional y el gestor intraemprendedor. Por un lado, el gestor tradicional se orienta más a la explotación, se caracteriza por tener unos objetivos corporativos concretos y mostrar prudencia ante el riesgo, así como necesidad de intentar constantemente evitar los fracasos y errores.

El intraemprendedor, en cambio, posee un perfil más orientado a la exploración, definido por la libertad de acción, con expectativa de éxito y riesgo moderado y asumiendo los fracasos como probables e incluso los considera oportunidades. Además, tal como reconoce el profesor, nunca es tarde para ser intraemprendedor, ya que la edad media del emprendedor español y americano es de 40 años.

Las cinco palancas del intraemprendimiento

Tal como propone en su libro, Joan Riera defiende cinco palancas del intraemprendimiento para conseguir una innovación continua y sistemática.

  1. La estrategia. La actividad de intraemprendimiento debe alinearse con la estrategia corporativa y disponer de su plan estratégico. Es fundamental desarrollar una estrategia de emprendimiento corporativo de forma abierta y colaborativa con las personas clave de la organización mediante análisis y reflexión, plasmando los resultados de forma ordenada en un plan táctico. Pero para eso, necesitamos la implicación de la alta dirección.
  2. Crear un ecosistema. El ecosistema intraemprendedor crea un hábitat idóneo para desarrollar la innovación impulsada por los más inquietos y dinámicos. Cualquier acción, por pequeña que sea, que inyecte energía y vitalidad en la organización y promueva un cambio de actitud es bienvenida, ya que estaremos mandando un mensaje implícito de voluntad de cambio.
  3. Captación y filtrado. Se trata de captar cuantas más ideas mejor, vengan de la propia organización o del exterior. Mediante los filtros y las herramientas en cada fase conseguimos hacer que el embudo de conversión se vaya estrechando para acotar de una forma profesional los proyectos que realmente interesan a la empresa.
  4. La puesta en marcha. La finalidad es conseguir convertir el proyecto en una realidad. La innovación supone la combinación de invención y comercialización, siendo la última parte la más crítica y la que creará el impacto y materializará los resultados.
  5. El cuadro de mando. Debe responder a las necesidades de la organización y no convertirse en una herramienta de mayor carga burocrática y escaso sentido. El cuadro de mando ha de ser el mínimo necesario y resultar efectivo para controlar y mejorar los procesos de innovación internos.

Al final, los beneficios de contar con un intraemprendedor en la empresa no solo permite fomentar la innovación sistemática y continua que dan lugar al crecimiento, sino que también posibilita identificar perfiles diferenciados que son relevantes y que están dispuestos a provocar y liderar un cambio, mejora la vinculación y compromiso del equipo, proporciona mayor transversalidad y comunicación interdepartamental y genera competencia interna sana por los mismos recursos.

El profesor de ESADE Joan Riera acaba de publicar junto a Tomás Soler, el libro "Impulso Las 5 palancas para activar el intraemprendimiento" (LID Editorial).

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