María Garaña, la ‘techie’ que rompe techos de cristal
Tras 14 años, deja Microsoft para unirse a Google Es una de las directivas más influyentes del sector
A María Garaña (Madrid, 1970) le gustan los retos. Por eso, después de trabajar más de 14 años en Microsoft –siete de ellos al frente de la firma en España–, ha dado el salto ahora a su máxima rival y líder tecnológica absoluta. Por eso también, a sus 47 años, se apunta a correr medias maratones y las completa con buenas marcas. Este semana, se ha incorporado a Google como directora general de servicios profesionales para medios de comunicación y editoriales en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).
La que fue hasta noviembre vicepresidenta de soluciones de negocios para la misma región en la empresa de Bill Gates, tendrá ahora como objetivo “encontrar soluciones digitales en las áreas de preventa, venta y soporte técnico” para que Google siga manteniéndose en la cúspide de las empresas de internet.
Licenciada en Derecho y Administración de Empresas por el CEU y con un máster por la prestigiosa Harvard Business School, esta directiva confiesa que “buscaba un nuevo reto”, y que abraza con muchas ganas el proyecto que Google le ha presentado. Dice que tendrá que “desaprender mucho, observar y escuchar”, pero también aportar todo el background que ha acumulado a lo largo de estos años como CEO en la empresa de Redmond.
Garaña corre cinco veces por semana, ha participado en medias maratones y ha hecho cursos de cine y cortos
Garaña es una de las directivas tecnológicas más influyentes y probablemente una de las españolas que más lejos ha llegado en esta industria tan masculinazada. Y es que no es fácil encontrar mujeres en puestos de responsabilidad en el sector: solo el 11% de los cargos de dirección en Silicon Valley están ocupados por ellas. No es casualidad tampoco que haya recibido varias distinciones como la que le concedió en 2011 la Asociación de Mujeres Consejeras, que la incluyó en la lista de las 40 mujeres más influyentes de España en el sector de internet y nuevas tecnologías. Ella misma dijo en una ocasión que en España las mujeres estaban “sobrecargadas de trabajo e infravaloradas profesionalmente”.
El nuevo puesto de responsabilidad, con sede en Londres –ciudad que conoce muy bien–, le obligará, según dice, a hacer malabares y mantenerse a caballo entre la capital británica y Madrid, al menos de momento. Algo a lo que ya está acostumbrada, pues sus anteriores cargos también implicaban compromisos internacionales continuos.
Aquí vive con su marido Rodrigo y sus hijos de 10 y 6 años, Marco y Willy. De Madrid le encanta pasear por el Rastro, Ribera de Curtidores y las Galerías Piquer, aunque sin duda, su mayor hobby es salir a correr por los dos pulmones de la capital: el Retiro y la Casa de Campo. Se entrena cinco días a la semana. Lo necesita para desconectar y además le engancha. La última cita deportiva en la que participó fue la Carrera de las Empresas junto con sus compañeros runners del trabajo, el pasado día 17. La San Silvestre es otra de sus carreras favoritas aunque esta vez no puede participar.
Nació en Madrid pero confiesa que su patria querida es Asturias, y más concretamente Panes, un pueblo de 500 habitantes cercano a Cantabria de donde procede su familia. Su vinculación con el Principado es muy fuerte y ha sido desde íntegrante del jurado del campeonato de bolos de Pico Peñamellera a miembro del consejo asesor de Asuntos Económicos de la Presidencia del Principado. Incluso organizó el lanzamiento de Windows 7 en Sietes, una aldea de apenas 40 personas cerca de Villaviciosa.
Un fin de ciclo. Así es como Garaña considera su marcha de la compañía de Windows. Una década y media intensa durante la que ha tenido que enfrentarse a grandes desafíos. El más importante para ella fue capitanear la rama española de Microsoft durante los peores años de la crisis, de 2008 a 2015, una etapa que ahora ve como uno de sus mayores orgullos profesionales. La empresa destacó que durante esos años la firma consiguió resultados récord que se fueron consolidando año tras año. Garaña también lideró la absorción de Nokia en España, aunque esa operación no tuvo tanto éxito. Otro de los temas espinosos que tuvo que afrontar fue la imposición en 2011 de varias multas de Hacienda por desviar parte de los ingresos de la filial a otros países con menos carga fiscal y pagar menos en el impuesto de sociedades.
Garaña, que ha vivido en muchos rincones del mundo, entre ellos Brasil, Andorra, Estambul, Miami, México y Buenos Aires, busca que la gente con la que trabaja tenga capacidad de adaptación y una gran dosis de curiosidad.
Además del mundo de las nuevas tecnologías, se declara una gran cinéfila. Ha hecho cursos de cortometrajes y suele acudir dos veces a la semana a los cines Renoir o Golem de Madrid. La última película que ha visto y que no duda en recomendar es Muchos hijos, un mono y un castillo, de Gustavo Salmerón. Acostumbrada a romper techos, ahora escalará otro castillo, el de Google.
Una década y media en la empresa de Bill Gates
María Garaña ha llegado a la cúspide de Google tras una larga y fructífera carrera en la empresa tecnológica de la competencia.
Arrancó su andadura en Microsoft en 2003, con 33 años, como directora de operaciones y marketing de la filial en México.
Tres años después, Garaña es nombrada directora general para Latinoamérica, cargo que ocupa durante dos años.
En 2008, poco antes del estallido de la crisis, accede al cargo de directora de Microsoft España, que lideraría hasta mediados de 2015.
Su último puesto fue el de vicepresidenta de soluciones de negocio para Europa, Oriente Medio y África.