El mejor consejo fiscal para altos patrimonios: vigile sus pasos
Proliferan las firmas de asesoramiento especializadas en tributación Analizan la residencia fiscal, los vehículos de inversión y las herencias
Estas frases son algunos de los mensajes que se trasladaron en una charla sobre asesoramiento patrimonial organizada hace un mes por Value Tree Wealth & Asset Management en el hotel Miguel Ángel de Madrid, de cinco estrellas. La reunión comenzó a las nueve y media de la mañana. Una treintena de personas de 40 a 70 años llenaban la sala.
El encuentro empezó con una visión sobre la situación los mercados financieros para después entrar en materia fiscal. “Gracias por estar aquí escuchándome hablar sobre tipos de interés en lugar de estar jugando al golf”, bromeaba Lucas Monjardín, vicepresidente de la firma.
Cuando comienzan los consejos sobre impuestos la consigna es clara: vigila tus pasos. Eva Alonso, la máxima experta sobre impuestos, traslada a los potenciales clientes de la firma la importancia del rastro que van dejando en sus operaciones financieras.
“Nunca hay que olvidar que estamos bajo la lupa de Hacienda. Cada vez estamos más monitorizados. Hacienda recibe 45 declaraciones de información diferentes, de los notarios, de los registradores, de los bancos...”.
En España hay más de 200.000 personas que tienen un patrimonio financiero de más de un millón de euros, de acuerdo con el último estudio publicado por la firma Capgemini. El año pasado, su patrimonio creció un 8%.
Las personas con un alto poder adquisitivo recurren con frecuencia a firmas expertas en ajustar al máximo su factura fiscal. Entre los despachos de abogados más especializados en tributación destacan Baker & McKenzie, Cuatrecasas, Garrigues, Uría Menéndez...
La fórmula habitual para organizar el patrimonio en las personas acaudaladas es por medio de sociedades. Ante los altos tipos máximos que se aplican en el impuesto sobre la renta, administran sus bienes a través de empresas, fondos, sicavs y otros vehículos financieros.
“A menudo de desprecia la importancia de los planes de pensiones, pero son un instrumento muy adecuado para la planificación fiscal”, comenta Alonso. “Hay que aportar al máximo, hasta los 8.000 euros anuales, para aligerar la factura fiscal. También se pueden aportar otros 2.500 euros anuales a favor del cónyuge. Además, hay que estar muy pendiente de la rentabilidad que generan y, si no es adecuada, traspasarlos a otra gestora que logre mejores resultados”.
Los consejos para cumplir con Hacienda
Vehículos financieros. Utilizar fondos de inversión, planes de pensiones, sicavs o seguros de vida-ahorro son una buena vía para aligerar la factura fiscal. Su tributación es más favorable que la que se aplica a los rendimientos del trabajo.
Empresa familiar. El régimen fiscal que se aplica para las herencias de negocios familiares es muy benigno, para preservar la continuidad de la empresa. Es un factor a tener en cuenta a la hora de organizar el patrimonio.
Transacciones. Hacienda tiene capacidad de monitorizar millones de cuentas corrientes, de transferencias, de declaraciones patrimoniales, de datos en poder de notarios y registradores. Cualquier incoherencia puede llamar la atención de los inspectores.
Residencia. Las diferencias del impuesto sobre donaciones y sucesiones, así como o en el impuesto sobre el patrimonio, son notables entre comunidades autónomas. Los fiscalistas recomiendan tener muy presente dónde se fija el domicilio fiscal.
Planeando la sucesión
Otro de los factores en los que más se incide es en la sucesión. Los asesores fiscales saben que el momento de traspasar el patrimonio a los herederos es crítico, lo que exige buscar las mejores fórmulas para pagar menos impuestos.
El lugar de residencia es clave en esta materia. Alonso recuerda que la Comunidad de Madrid es la más generosa en cuanto al impuesto sobre sucesiones y donaciones. Otras comunidades autónomas, como Andalucía, Extremadura o Asturias recaudan mucho más dinero por estos conceptos. “De todas formas, aunque tengamos la residencia fiscal en Madrid no podemos desentendernos del asunto, porque ya hay propuestas para que se fijen unos niveles mínimos para cada impuesto en todas las autonomías”, explica Alonso.
Los planes de pensiones también pueden ser utilizados como un vehículo para mejorar la planificación sucesoria. La normativa permite fijar como heredero a cualquier persona. Cuando lo reciba deberá tributar al como si fuera un rendimiento del trabajo, “salvo que el heredero tenga la residencia fiscal fuera de España”, apunta la fiscalista.
Durante el encuentro también se insiste en vigilar los movimientos de las cuentas. Desde las administraciones tributarias pueden comprobar los abonos y de entradas en cada cuenta corriente. Hacienda puede cruzar los datos del banco con los datos declarados en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), para ver si cuadran.
Un ejemplo que se explica durante el encuentro es el siguiente. “Imaginen que quieren regalarle a su nieto un coche. No se puede hacer la transferencia, sin más, porque Hacienda nos pedirá cuentas. Hay que buscar la forma óptima para hacerlo. Se puede hacer con una escritura de donación, o con un préstamo a tipo cero, para rebajar la factura fiscal”.
Para no cometer ningún tropiezo con el fisco hay que estar pendiente hasta de las redes sociales. Recuerdan los fiscalistas que Hacienda puede rastrear internet para ver si el tren de vida se corresponde con el patrimonio declarado. “Pueden llegar a consultar nuestro perfil de LinkedIn [una red social para profesionales] para comprobar que nuestra residencia fiscal se corresponde con la declarada”.