Hoy finaliza el plazo para acogerse al bono de fidelización de Popular
A finales de noviembre había aceptado ya el 60% de los potenciales beneficiarios La condición para el bono es que se renuncie a litigar
El plazo para que los clientes minoristas de Banco Popular se acojan al ‘bono de fidelización’ lanzado por Banco Santander para compensarles tras la resolución de la entidad, finaliza este jueves. Los minoristas del Popular han tenido desde mediados de septiembre para aceptar la oferta de Banco Santander para compensar aquellos que adquirieron acciones o determinadas obligaciones subordinadas de la entidad y, tras su resolución, perdieron el valor de la inversión.
La CNMV aprobó el 12 de septiembre los documentos de la oferta pública de venta de las obligaciones subordinadas contingentemente amortizables de Santander (los conocidos como ‘bonos de fidelización’). El 13 de julio Banco Santander anunció que iba a poner en marcha una acción comercial para aportar una solución a clientes minoristas de Popular. Para ello, el grupo emitirá ‘bonos de fidelización’, con un valor nominal máximo de 980 millones de euros, y los clientes que invirtieron hasta 100.000 euros recibirán la totalidad de la cuantía.
Esta iniciativa va dirigida “exclusivamente” a minoristas, tanto personas como empresas, que hubieran adquirido acciones entre el 26 de mayo y el 21 de junio de 2016 u obligaciones subordinadas computables como ‘tier 2’ de las emisiones de 29 de julio y 14 de octubre de 2011 de Popular. La oferta consiste en la entrega al cliente, sin desembolso por su parte, de unos bonos que darán derecho a un cupón efectivo a un interés anual del 1% pagadero trimestralmente.
Serán obligaciones perpetuas emitidas por Santander y que se podrán amortizar a partir de los siete años a voluntad del banco. Cuando se produzca su amortización, el titular recibirá el 100% del valor del citado ‘bono de fidelización’.
Los nuevos bonos, gratuitos, tributarán al ser considerados ganancias patrimoniales
A cambio, los titulares del bono deben renunciar a demandar a la entidad por las pérdidas sufridas. Pese a ello, el banco ya ha revelado que a finales de noviembre ya había aceptado más del 60% de los potenciales beneficiarios (unos 115.000 accionistas).
Desde Banco Santander sostienen que la compra de bonos estará sujeta a tributación por IRPF. Para quien tuviera acciones, el valor razonable de los bonos se integraría en la base del ahorro. Pese a ello, la previsión es que el impacto fiscal sea neutro ya que se podría compensar con las pérdidas patrimoniales sufridas este año, concretamente, las derivadas de la amortización de los títulos de Popular en la madrugada del 7 de junio.