Jordi Gual pide una unión fiscal y monetaria completa para Europa
El presidente de CaixaBank alerta sobre el excesivo proteccionismo financiero
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha pedido a la Unión Europea que, de forma urgente, avance hacia un modelo de unión monetaria "completa", lo que implica una mayor unión fiscal de los países de la zona euro. El escenario elegido ha sido conferencia inaugural del XVI Congreso de Directivos de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que se celebra durante el día de hoy en el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), que ha contado con la asistencia del ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos.
Gual ha señalado que "se han hecho avances" en cuanto a la unión bancaria de los países de la UE, pero ha lamentado que no haya ocurrido lo mismo "en el ámbito de un seguro europeo de depósitos", ya que cree que se trata de una medida importante y necesaria para "equilibrar el terreno de juego entre los bancos de la UE", a la vez que sirve para "eliminar el vínculo de riesgo soberano y bancario".
En este sentido, cree que la última propuesta de la Comisión Europea, "por desgracia, no avanza sino que retrocede en la creación de un seguro de depósitos", y reclamó que se den los pasos necesarios para esa unión fiscal, de manera que se busque una "solución política coherente con los requisitos de una unión monetaria estable".
También señaló que es imprescindible que, a medida que esa unión monetaria se adentre en estadios mayores de unión fiscal, se obtenga una "mayor legitimidad democrática" de los gobiernos de la UE, ya que esto supondrá "una cesión importante de soberanía" que los ciudadanos tendrán que apoyar.
Gual también ha alertado sobre los riesgos a los que se enfrentará España y la UE, entre ellos, "la tendencia al proteccionismo de algunos países", así como conflictos geopolíticos, además del cambio de las condiciones financieras internacionales, que han sido "extraordinariamente laxas" en los últimos años para tratar de "acomodar los impactos de la gran recesión" de 2008. En cuanto a la deuda pública, señaló que esta creció hasta niveles difícilmente sostenibles, a la vez que reclamó una agenda política con el fin de atender los cambios que se exigen para atender las condiciones financieras internacionales.