Técnicas Reunidas se desploma en Bolsa tras reducir su beneficio a la mitad y recortar previsiones
No prevé alcanzar niveles de carga de trabajo óptimos hasta la segunda mitad de 2018 La cartera de pedidos de la compañía alcanza los 8.517 millones de euros, el 16% inferior
Una hora ha tardado Técnicas Reunidas en empezar a cotizar en Bolsa. Ante la avalancha de órdenes de venta -que ya apuntaban lo peor para la acción-, después de anunciar una fuerte caída del beneficio netoen los nueve primeros meses del año, un 45,1% menos, y rebajar las previsiones para el ejercicio por el retraso y cancelación de varios proyectos. La apertura ha confirmado una caída superior al 30% para la acción, aunque luego el descenso se ha moderado hasta el 15%.El desplome se produce justo después de anunciar un contrato millonario con el gigante petrolero Aramco.
La compañía se ha visto forzada a revisar sus estimaciones para este ejercicio, afectada por la anulación de dos grandes proyectos en Latinoamérica, con un valor conjunto de aproximadamente 2.000 millones de euros, así como el "retraso inesperado" en el inicio de los proyectos en Oriente Medio y México, valorados en unos 4.000 millones de dólares. El equipo gestor de Técnicas Reunidas ha tomado la decisión, a pesar de la menor actividad de los próximos meses, "de mantener intacta su capacidad fundamental de ingeniería y de gestión de proyectos"
El retraso de los proyectos, junto al mantenimiento de la capacidad, ha afectado especialmente a los márgenes. La empresa ha revisado las previsiones para el margen Ebit de 2017, que ha pasado desde el 4% anunciado a los analistas hasta el 2%. Para el año 2018, el margen Ebit se situará entre un 1,5% y un 2,5%, "con una recuperación progresiva a lo largo del año".
También ha revisado la cifra de ventas previstas, que se sitúan entre 4.900 y 5.000 millones en 2017 y entre 4.300 y 4.600 millones en 2018 "impactado por el retraso de los proyectos"
El consejero delegado de la compañía, Juan Lladó, ha destacado que el año 2017 ha sido "especialmente complicado" y muy "afectado por factores extraordinarios e imprevistos", con proyectos cancelados y otros que se han retrasado mucho. Según la firma, el retraso en el inicio de los nuevos proyectos implica que no se alcanzarán niveles de carga de trabajo óptimos hasta la segunda mitad de 2018.
Los resultados de los nueve primeros meses han estado por tanto muy por debajo de lo esperado. El beneficio neto ha caído un 45% hasta los 55,7 millones de euros. El Ebitda retrocede un 32%, hasta situarse en 104.7 millones, y el Ebit baja un 36,8% a 87,9 millones. Aún así, las ventas de la compañía crecieron un 12,9% en nueve meses, hasta los 3.882,6 millones de euros, mejor de lo esperado, debido a que los proyectos de la cartera más relevantes se encuentran "en fase de aprovisionamiento y construcción".
A cierre de septiembre, la cartera de pedidos de la compañía alcanzó los 8.517 millones de euros, cifra un 16% inferior a la del mismo periodo de 2016.
La opinión de los analistas
La opinión de los analistasu Los expertos de Citi mantienen una calificación Neutral de los títulos de Técnicas Reunidas porque entienden que, pese al riesgo de que el retraso en la ejecución de los contratos se prolongue en 2018 y pueda tener alguna implicación en cuestión de plantilla, “como las adjudicaciones no están canceladas sino solo aplazadas”, la compañía ha decidido mantener sus capacidades en ingeniería y pujar por más proyectos. Les ven bien posicionados en otros proyectos de plantas de compresión de gas y estiman que se pueden mantener las acciones.u Por su parte, los expertos de Bankinter, destacaron que en la primera mitad de año, “la evolución de la cartera de pedidos fue pobre con una cifra de adjudicaciones de 438 millones de euros”, por lo que el contrato de Aramco “daría un fuerte impulso a la cartera”. “En cualquier caso, esperamos un notable repunte en la entrada de pedidos de la segunda parte del año”, afirmaron.u En Renta4 analizaron la “enorme presión en los márgenes” que está sufriendo la compañía y la “alta incertidumbre en su recuperación (del calendario de los proyectos) en la actual coyuntura de crisis. Entienden que la cartera de proyectos sigue siendo atractiva pero que convendría mayor “diversificación geográfica” porque todos los proyectos vienen de Oriente Medio.