Draghi no aprecia signos de burbuja inmobiliaria en la zona euro
Sí reconoce la aparición de "algunas bolsas locales de riesgo" Cuestiona que los tipos negativos estén perjudicando la rentabilidad de la banca
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha asegurado este martes que no se aprecian signos de 'burbujas' inmobiliarias en la eurozona y ha defendido que hay pocas evidencias de que los tipos de interés negativos en la región estén perjudicando la rentabilidad del sector bancario.
"A nivel de la eurozona, actualmente no apreciamos signos de la existencia de 'burbujas' en el mercado de la vivienda impulsadas por el crédito, que están en la raíz de las crisis financieras más graves", afirmó el banquero italiano durante su intervención en un acto organizado por el BCE en Fráncfort para conmemorar el tercer aniversario del Mecanismo Único de Supervisión (MUS).
En este sentido, Draghi subrayó que desde 2016 los préstamos hipotecarios de la banca han aumentado, de media, un 2,9% anual, una ratio muy inferior al 12% registrado en el periodo previo a la crisis.
No obstante, el presidente del BCE reconoció la aparición de "algunas bolsas locales de riesgo", aunque defendió que tanto los supervisores como las autoridades macroprudenciales están tomando las medidas necesarias para controlar la situación.
Asimismo, el banquero italiano apuntó que "se aprecian pocas evidencias de que los tipos de interés negativos estén minando la rentabilidad de los bancos", una cuestión que ha causado mucha preocupación porque afectaría a la transmisión monetaria y amenazaría la estabilidad financiera al impedir a los bancos acumular capital mediante la retención de ganancias y encareciendo la captación de capital en los mercados.
De hecho, añadió Draghi, los ingresos por intereses netos del sector se han mantenido "bastante estables" durante los dos últimos años y, gracias a otros ingresos, la rentabilidad de los bancos ha estado incrementándose y convergiendo hacia su coste de fondos propios.
Por otro lado, el presidente del BCE ha destacado el papel como supervisor desempeñado por la institución a la hora de dar forma a un sector bancario "más fuerte y resiliente", donde cada vez es menos importante el país de donde es un banco a la hora de percibir su riesgo de crédito. "La solvencia de los bancos está ahora menos determinada por la solvencia de su país de establecimiento", apostilló.