Entre duendes y hadas por el bosque
Planes para hacer rutas encantadas o con mucho encanto, refugio de fieras salvajes o de antiguas hechiceras
No se ven, pero están ahí entre musgos, líquenes y hojas. Son las hadas, los duendes, los elfos y alguna bruja que habitan los bosques, escondidos entre las caprichosas formas de troncos y ramas, protegidos por la niebla y los colores del otoño. Son los protagonistas de los cuentos y se mueven como pez en el agua en los bosques encantados, algunos llenos de mitos y leyendas. El otoño es un buen momento para recorrer algunos de los bosques más bonitos de España, adentrarse sin miedo, pero con precaución, y quedar atrapados tan solo por la mágica belleza de estos lugares.
Meigas por aquí, meigas por allá... haberlas, haylas
El eco del río Eume le acompaña como un susurro en cada rincón de este exuberante bosque, húmedo y sombrío, con forma de triángulo. Allí, entre cañones y cascadas, crecen robles, chopos, fresnos y más de 20 especies de helechos y 200 de líquenes. La vegetación es tan tupida que apenas deja pasar la luz y su nacimiento está envuelto en una leyenda. Anímese a descubrirla.
El refugio del oso pardo
Un bucólico paisaje salpicado de pastos y teitos –cabañas con techados de paja–, lagunas y lagos hasta a más de 1.600 metros de alturas da cobijo al Parque Natural de Somiedo, entre cuatro valles y otros cuatro ríos. Es el territorio del oso pardo, que se esconde entre las abundantes hayas, robles, abedules y encinas. Se pueden contratar rutas guiadas.
Realidad y ficción en territorio de brujas
Entre sus muros de piedra cárstica se celebraron ritos paganos que la Inquisición tachó de aquelarres y mandó a las supuestas brujas a la hoguera. Han pasado cuatro siglos y realidad y ficción se mezclan en leyendas. La cueva está muy cerca del pueblo que le da nombre, Zugarramurdi, en el desnivel de una ladera, en el valle de Baztán y envuelto en un inquietante manto verde.
El último hayedo del sur de Europa
Los ríos Lillas y Zarzas nutren este fantástico bosque de hayas cuyo suelo está tapizado de miles de setas. Un escenario de cuento que nace entre dos valles flanqueados por afiladas crestas rocosas y que desde el cielo vigilan majestuosas águilas reales, milanos y azores. En tierra, corzos, zorros y jabalíes se camuflan entre las hayas, robles, pinos, tejos, acebos y abedules. Es el hayedo de Tejera Negra (Guadalajara).
Un cuento nórdico al borde de la ciudad
Espesos bosques de abetos y abedules y la nieve en invierno dibujan un paisaje más propio de un país nórdico que de un pueblo en la sierra de Madrid. Conocido como el bosque finlandés, este remanso de paz está bañado por las frías aguas del río Lozoya y al final de una ruta de 13 km encontrará una cabaña de madera que antes, los más valientes, utilizaban como sauna.
Gigantes verdes y criaturas fantásticas
Un mundo de fantasía parece cobrar vida en este parque natural, en el que los troncos de los árboles, sus ramas y hojas dibujan fantasmagóricas figuras gigantes y criaturas fantásticas. Bosques de laureles, más de 20 especies arbóreas como hayas, sauces, cedros y brezos y otras 700 variedades vegetales y más de 1.000 tipos de hongos tiñen de verde esta impresionante reserva en Garajonay (La Gomera).