Liberbank pierde 270 millones tras hacer saneamientos por 600
Eleva la tasa de cobertura del 40% al 50%, en línea con el sector Aborda la limpieza de balance antes de su ampliación de capital
Liberbank ha decidido abordar de forma tajante el saneamiento de su cartera inmobiliaria y, a falta de unos días para iniciar una ampliación de capital por 500 millones de euros, ha anunciado provisiones por más de 600 millones de euros, que han provocado unas pérdidas en el resultado neto de los nueve primeros meses del año de 270 millones de euros, como avanzó Cinco Dias. En el tercer trimestre, los números rojos han sido de 337 millones.
El ejercicio de saneamiento ha permitido elevar la tasa de cobertura del 40% al 50%, ya en línea con el resto de entidades y con las exigencias del mercado y reducir la cartera inmobiliaria en más de 1.000 millones de euros.
El desglose en las tasas de cobertura revela que la cobertura de créditos morosos aumenta en 5,5 puntos porcentuales, hasta situarla en el 46%, mientras que la de activos adjudicados lo hace en 13,2 puntos porcentuales hasta el 53%. Así, el conjunto de activos improductivos alcanzan una cobertura del orden del 50%.
La cartera de adjudicados registra salidas de 1.044 millones de euros, de los que 442 corresponden a ventas minoritas, con un resultado positivo de 3 millones de euros, y otros 602 corresponden a la operación mayorista anunciada este domingo con Bain y Oceanwood y cuyo impacto económico negativo está ya recogido en las cuentas de septiembre. En virtud de este acuerdo, Liberbank ha traspasado a una sociedad controlada por Bain al 80% y por Oceanwood con otro 10,01% 602 millones de euros de activos tóxicos. Liberbank posee el 9,99% restante de la sociedad.
La entidad explica que sus ratios de capital quedan por encima del mínimo regulatorio, con un CET1 del 10,3% y un capital total del 12%, sin contar con la ampliación de capital prevista. Considerando la plena aplicación de las exigencias regulatorias (en términos fully loaded) y contando con el efecto de la ampliación de capital y del reciente traspaso de 602 millones de activos improductivos a Bain y Oceanwood, la solvencia CET1 mejora al 12,2%.
Durante el tercer trimestre del ejercicio 2017 Liberbank ha intensificado la reducción de la tasa de mora y de la cartera de activos improductivos. La mora se ha situado en el 10,5%, con una disminución en términos absolutos de 225 millones entre junio y septiembre, que en comparación con la cifra a 30 de septiembre de 2016 supone una reducción de 1.499 millones de euros.
La previsión es concluir el ejercicio 2017 con una tasa de mora inferior al 9% y situarla en 2018 en el entorno del 5%. Excluida la cartera de crédito promotor, actualmente la tasa de mora de Liberbank se sitúa en el 7,4%. En el desarrollo de la estrategia de saneamiento y limpieza del balance, también se ha registrado una significativa mejora en las refinanciaciones, cuyo volumen disminuyó en el trimestre en 210 millones y en el último año en 1.245 millones. La cartera de préstamos refinanciados se situó al final del tercer trimestre en 1.412 millones, de los que el 82,6%, por aplicación de una política de prudencia, están clasificados como activos dudosos.
Crecimiento neto del crédito a pymes y al consumo
En cuanto al negocio, la nueva concesión de crédito supera ya por segundo trimestre consecutivo a las amortizaciones en la financiación a empresas y familias. Así, el saldo vivo del crédito a empresas aumentó a cierre del tercer trimestre el 4% interanual y el crédito al consumo, el 10,5%. Las nuevas formalizaciones de hipotecas continuaron su elevado ritmo, con un aumento de los nuevos contratos del 95,1%, alcanzando una cuota de mercado del 5 por ciento en el ámbito nacional. Las formalizaciones de préstamos al consumo se incrementaron un 13,5%.
Aun así, el margen de intereses aún sufre un descenso del 10,7% interanual, hasta los 303 millones de euros. El margen bruto retrocede el 32,9%, hasta los 500 millones de euros, tras encajar una disminución del 5,2% en las comisiones netas y, en especial, por el derrumbe de las operaciones financieras, que han pasado de los 267 millones de septiembre de 2016 a los 60 millones un año después.