Toyota, Mazda y Honda dicen que el aluminio vendido por Kobe Steel es seguro
Son las primeras en dar esa confirmación tras el escándalo de la acerera La japonesa reconoció que ha falsificado los certificados de calidad de sus productos
Los fabricantes automovilísticos nipones Toyota, Mazda y Honda afirmaron hoy que han verificado la seguridad del aluminio que les suministró Kobe Steel, tras desvelarse el escándalo de falseo de datos técnicos de la siderúrgica japonesa.
Tres de las mayores empresas japonesas del sector señalaron que estos materiales cumplen los requisitos de seguridad, en la primera confirmación hasta el momento de este tipo en la industria automotriz, una de las afectadas por el fiasco de Kobe Steel.
La metalúrgica nipona reveló a comienzos de mes que desde hace más de una década ha falseado datos de inspección para sus productos de aluminio, cobre, acero y hierro, unas prácticas que afectan al menos a 16 productos vendidos a medio millar de empresas, algunas de ellas extranjeras.
Uno de estos productos es la placa de aluminio, empleada en componentes como las puertas o el capó de diversos modelos de automóviles de Toyota, Mazda y Honda, según señalaron los fabricantes.
"Hemos confirmado que los materiales (suministrados por Kobe Steel) cumplen las normativas vigentes y nuestros propios estándares aplicables a requerimientos básicos de seguridad y durabilidad para vehículos", señaló en un comunicado Toyota Motor.
El gigante nipón, no obstante, señaló que hasta ahora sólo ha podido analizar los componentes fabricados con placa aluminio, y que "aún está tratando de identificar el posible impacto de otro tipo de materiales" suministrados por Kobe Steel para sus vehículos. Mazda Motor y Honda Motor también confirmaron la seguridad del aluminio empleado en sus automóviles, y añadieron que investigan el estado de otros materiales implicados en el falseo de la metalúrgica nipon.
En la misma línea, las compañías ferroviarias niponas Central Japan Railway y West Japan Railway han verificado las características de resistencia de los metales empleados en sus trenes operativos, sin haber hallado por el momento ningún defecto en la seguridad de estos componentes. El alcance real del escándalo es investigado por la propia acerera a instancias de las autoridades niponas, y por ahora afecta a empresas de diversos sectores que van desde las manufactureras aeronáuticas hasta las de equipamiento militar.
El caso ha llevado al Departamento de Justicia de EEUU a solicitar información a la filial en este país de Kobe Steel, con el objetivo de analizar el impacto en compañías estadounidenses como General Motors, Ford, Airbus y Boeing, que emplearon algunos de los materiales vendidos por la tercera acerera de Japón.