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España minimiza el impacto fiscal de las nuevas normas de homologación para vehículos

La nueva normativa de medición de emisiones de CO2 no subirá, de momento, el Impuesto de Matriculación Industria aprueba un sistema de correlación entre la anterior norma y la actual para que no haya impacto

Tubo de escape
Tubo de escape

La nueva normativa de medición de emisiones de CO2 para los vehículos nuevos y homologados no tendrá impacto fiscal en España, al menos, hasta 2019. El Gobierno de España ha aprobado, según las recomendaciones de la Unión Europea, un sistema de correlación de medidas entre la anterior regulación y la que entró en vigor el pasado mes de septiembre para que, hasta el 31 de diciembre de 2018, los vehículos homologados con la nueva medición, más restrictiva y que refleja mejor los consumos y contaminación real de los automóviles, no se vean penalizados frente a sus pares registrados con la anterior regulación.

La nueva norma, conocida como WLTP por sus siglas en inglés, entró en vigor el pasado mes de septiembre y busca, a través de nuevas pruebas de laboratorio y situaciones de conducción real, medir con más fidelidad y transparencia la contaminación que emiten los automóviles en Europa. La regulación es obligatoria ya para los nuevos modelos que se homologuen a partir de septiembre de 2017 pero su implantación directa generaba desigualdades respecto de los homologados hoy versus otros modelos de las mismas características homologados solo unos meses antes. De este modo, la Comisión generó un sistema de correlación entre las dos normativas, que generará dos etiquetados, para desplazar hasta 2019 la desaparición total de las anteriores mediciones.

De este modo, tal y como explican a Cinco Días desde el Ministerio de Industria, "siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, la tarjeta ITV, que es el documento que contiene los parámetros técnicos sustanciales a efectos de matriculación y de tipos impositivos, se cumplimentará siguiendo los siguientes criterios:

"De esta manera", explican en el Ministerio, "el impacto sobre el impuesto de matriculación durante el periodo transitorio se minimizará, y esto está totalmente en línea con la recomendación de la Comisión al respecto". No obstante, estas mismas fuentes indican "que los aspectos impositivos, como una posible modificación del impuesto de matriculación, para tener en cuenta un posible incremento de los valores de CO2 de los vehículos, es competencia del Ministerio de Hacienda y Función Pública", que aún no se ha pronunciado al respecto.

fuentes del sector explicaron a Europa Press que esta adaptación hasta el 31 de diciembre entre los ciclos NEDC y WLTP reducirá el impacto que se registraría en caso de no haber una modificación, aunque indicaron que, aún así, motivaría que un 6% de los automóviles tendría que pagar una mayor tasa de matriculación, al saltar de tramo.

Dichas fuentes explicaron que, si se mantiene la intención del Gobierno de mantener hasta el 31 de diciembre de 2018 esta adaptación de los parámetros técnicos a efectos de matriculación y tipos impositivos entre WLTP y NEDC, a partir del 1 de enero de 2019 el 50% del parque de vehículos vería incrementado el pago del impuesto de matriculación, al compararse la nueva RDE con los actuales tramos tributación basados en las emisiones de CO2 de los automóviles.

El presente marco fiscal español contempla la exención del pago del impuesto de matriculación a los vehículos que emitan 120 gramos de CO2 por kilómetro o menos, mientras que los que tengan entre 121 y 160 gramos afrontan el pago de un 4,75%; los de entre 161 y 200 gramos, el 9,75%, y los de más de 200 gramos, el 14,75%.

El año pasado la recaudación por impuesto de matriculación en España (tasa transferida a las comunidades autónomas) se situó en casi 328 millones de euros, una cifra un 7% superior a los 305 millones contabilizados en 2015, según datos de la Agencia Tributaria.

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