El cambio empieza mucho antes de que te des cuenta.
«Estamos ante un mundo de grandes promesas y grandes peligros. El terrorismo ha cobrado fuerza y se propaga por el planeta; los regímenes facciosos amenazan a otras naciones y a sus propios pueblos»
Donald Trump ante la Asamblea de la ONU el 19 de septiembre de 2017
Sinfonía nº 7 “Leningrado” de Shostakovich
Tercer tema (marcha “ostinato”) del primer movimiento: tema de la invasión y cerco a la ciudad.
Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky
Valery Gergiev (director)
Múnich, 06 de mayo 2012
“Leningrado no se rinde”
El 22 de junio de 1941, Alemania invade la Unión Soviética, rompiendo unilateralmente el Pacto Ribbentrop-Mólotov de no agresión firmado entre Hitler y Stalin. A fines de agosto de 1941, el ejército alemán llegó a las afueras de Leningrado (hoy San Petersburgo). El primero de septiembre comenzaron a caer granadas en la ciudad. Entre el 15 y el 19 de septiembre, el cerco se cerró. precisamente esta pasada semana, se cumplieron 76 años de todos estos acontecimientos.
Desde esa fecha, Leningrado estaba sitiada, sin posibilidad de ser abastecida, ni liberada ni rescatada. La situación era muy complicada. Stalin dio órdenes imperativas de obligado cumplimiento bajo pena de fusilamiento inmediato: “Resistir” “Leningrado no se rinde”. El balance fue fatal ya que hasta el 27 de enero de 1944, momento en el que Leningrado fue liberada del cerco, la ciudad fue sometida a una situación límite durante veintinueve meses con cortes de suministros y bombardeos sistemáticos. Se calcula que murieron más de un millón de personas, la mayoría por hambre y frío.
La guerra psicológica.
El estreno tuvo lugar el 5 de marzo de 1942, en la ciudad de Kúibyshev (capital temporal de la URSS durante la batalla de Moscú) con tal éxito que generó una ovación de más de una hora y pronto se convirtió la obra un himno de resistencia y triunfo. El director concluyó que «en ese momento, supuso un triunfo sobre la desalmada maquinaría de guerra nazi».
Posteriormente el 9 de agosto de 1942 tuvo lugar el estreno más esperado, en el recinto de la Orquesta Filarmónica en la ciudad asediada de Leningrado, durante el peor momento del mismo. Este segundo estreno, el más popular, representaba un frente más, el sicológico/político, que resultó casi más importante que las batallas que se libraban en el frente de la II Guerra Mundial.
La obra fue interpretada por los músicos supervivientes de la Orquesta de la Radio de Leningrado, reforzada con músicos militares. La mayoría de los músicos estaban famélicos, lo que dificultó los ensayos ya que a menudo se desmayaban durante los ensayos o apenas podían acometer algunos pasajes de la obra. Los instrumentistas de viento apenas tenían capacidad pulmonar para la mayoría de los pasajes. Algunos eran soldados (tres murieron en los combates antes del estreno) y solo podían acudir a los ensayos cuando regresaban de sus puestos en el frente. La orquesta solo llegó a interpretar la sinfonía de corrido una sola durante los ensayos. Sin embargo, el estreno de la sinfonía Leningrado en la ciudad situada que le daba nombre, puede ser considerado uno de los éxitos propagandísticos durante la II Guerra Mundial debido a sus efectos psicológicos y políticos.
Operación «Borrasca»
"Justo antes, el ejército soviético perpetró un furioso bombardeo sobre las líneas militares de Alemania para silenciar las armas alemanas y que el concierto se pudiera celebrar sin interrupciones"
Semyon Bychkov, director de orquesta ruso.
Para la ocasión, el ejército rojo se preparó muy bien ya que tenía que evitar un ataque directo al recinto, por parte de la artillería alemana. La operación tuvo el nombre de en clave de «Borrasca». El teatro en esos días fue un blanco prioritario para los alemanes no solo por el hecho de que en la sala se encontraba presente la plana mayor del Ejército Rojo, el Partido Comunista y el Gobierno Soviético de la ciudad, sino porque su desarrollo con normalidad representaba un desafío a los alemanes de primer orden empeñado en destrozar la moral y al aliento de los que resistían en el cerco durante años.
Todo fue inútil ya que la interpretación se transmitió por radio a todo Leningrado, a través de altavoces colocados a lo largo de la ciudad, por unos músicos exhaustos y mal alimentados que sacaron fuerzas de flaqueza para mostrar a sus conciudadanos que se podía y se debía resistir. Adicionalmente, y como parte del plan propagandístico de guerra psicológica diseñado por Stalin, la interpretación también la escucharan los alemanes, quienes no pararon de intentar detener, sin éxito, la interpretación cañoneando el teatro constantemente.
Pero el efecto se quiso que traspasara las fronteras de la URSS y la partitura, en formato microfilm, se envió por avión a Teherán en abril, en medio del apogeo de la batalla del Atlántico, para permitir su promulgación en Occidente.
El 22 de junio de 1942 se estrenó en Europa occidental, en una retransmisión de la Orquesta Filarmónica de Londres dirigida por Henry Wood y el 29 de junio su estreno tuvo lugar en un concierto de los Proms en el Royal Albert Hall de Londres.
El 19 de julio de 1942, la obra fue estrenada en Nueva York dirigida por Arturo Toscanini. con la Orquesta Sinfónica de la NBC[1]. La gira se completó con más de mil interpretaciones en los Estados Unidos durante la guerra, transformándose -también en occidente- en un símbolo de la lucha del pueblo soviético contra el fascismo.
Shostakovich plays a fragment of his 7th symphony (1941)
Traducción de lo que Shostakovich dice en el video: «Mi séptima sinfonía trata de los terribles acontecimientos de 1941. Dedico esta sinfonía a nuestra lucha contra el fascismo, a nuestra victoria futura sobre el enemigo, a Leningrado- mi ciudad natal. Ahora interpretaré un fragmento del primer movimiento de mi séptima sinfonía»
Me encontraréis en el Maxim's (que representa este ostinato)
El tema del ostinato está basado en una melodía de la opereta «La viuda Alegre» de Franz Lehar. Concretamente en la pieza «Da geh' ich zu Maxim» («Me encontraréis en el Maxim's»). Esta opereta era la favorita de Hitler[2], por lo que inmediatamente se asoció la melodía a la expansión del fascismo.
El ostinato «El tema de la invasión»
Por lo tanto, lo que dice Shostakovich en el video es la versión oficial. No obstante, pocos saben que, una vez muerto Stalin, parece ser que Shostakovich, reveló no sin fina ironía o sátira que sus intenciones sobre este tema de su Séptima, ideada antes del asedio alemán, no habla sobre dicho asedio a Leningrado sino sobre la ciudad arrasada por el comunismo y finiquitada definitivamente por el nazismo.
Ahora hay que poner de manifiesto que hay pruebas de que el primer movimiento, y el tema de la invasión, fue escrito con anterioridad al cerco de la ciudad. Antes del ataque alemán la Orquesta Sinfónica de Leningrado había anunciado ya el estreno de la 7ª sinfonía de Shostakovich por lo que es que probable que buena parte del material ya estuviera muy elaborado. Incluso se cuenta (toda una temeridad visto desde la perspectiva actual), que hay testigos de una de las conferencias/explicaciones realizadas durante la guerra de la sinfonía (como la que hemos puesto en video) en la que Shostakovich al ser preguntado acerca de este tema, respondió: «Sí, por supuesto, va contra el fascismo... Pero, el fascismo no es solamente el Nacional-Socialismo y esta música es sobre el terror, la esclavitud y la opresión del espíritu»[3].
Ya en 1936 Shostakovich tuvo problemas con la censura soviética, y fue denunciado por hacer música “antimarxista”, o “contraria a la lucha de clases”, o “pro-occidental”. Parte de su música fue censurada, prohibida… Mucho se ha hablado y escrito sobre si Shostakovich era o no un disidente soviético. No voy a entrar en ello. Tampoco quiero entrar enteramente en el debate de lo que este tema representa realmente. Al final nadie lo sabrá. Solo resaltar como Stalin en su intención propagandística anti-nazi, pudo haberse convertido (como corresponde a todo abuso) en el principal difusor de sus propias tropelías.
Como en toda forma sonata, tras la exposición de los temas primero (masculino/representaría el trabajo y el progreso) y segundo (femenino/representaría la paz) vendría el desarrollo. En esta obra esta sección es sustituida por un tercer tema (ostinato/tema de la invasión) que, para cumplir los requisitos de sus sección, va desarrollándose a lo largo de toda ella. Cumple así con la estructura clásica, aunque el desarrollo debería haber estado circunscrito exclusivamente a los temas primero y segundo y eventualmente a la aparición de un tercero.
El tema comienza con un redoble de la caja, marcando el paso. Este tema es un ostinato, es decir la misma música se va repitiendo una y otra vez (de manera obstinada) hasta un total de 12 ocasiones. Solo hay cambios en la instrumentación, en la orquestación, la dinámica, etc. , y todo ello in crescendo (aumentando de volumen a medida que se va exponiendo). Es una imagen muy poderosa. Cada vez que la melodía se traslada a un grupo orquestal parece como si la invasión, alcanzara un objetivo en su proceso de expansión. Hasta copar toda la plantilla de la orquesta, que no es más que una potente metáfora de toda la ciudad.
A diferencia de «El bolero» de Ravel, donde el cambio instrumental es un recurso técnico de exploración tímbrico, en la obra de Shostakovich es un recurso dramático. En algunos momento, como por ejemplo los glisando de la sección de viento, imitan perfectamente los picados de los aviones ametrallando a la población, .... La intensidad sonora creciente desemboca en un caótico y frenético episodio entre la percusión y las cuerdas. Un fuerte golpe de gong pone fin todo el proceso marcando con ello el final de la invasión y el inicio del cerco y la ocupación. Comienza luego la recapitulación y reaparece brevemente el tema primero (masculino/progreso).
El movimiento acaba con una coda en forma de Réquiem por los difuntos de la contienda. Destacar la larga melodía del fagot (más de dos minutos) y la reaparición final del tema del ostinato (en pianissimo) nuevamente interpretado por la caja. La música va desapareciendo y reduciendo su volumen (ahora en diminuendo) y el movimiento termina.
El cambio invisible
Me interesa resaltar que el tema tercero del primer movimiento puede representar de manera muy clara cómo se produce la progresión de los acontecimientos en un cambio estructural. Como lo nuevo sustituye poco a poco lo viejo. Sin que apenas nos demos cuenta. Hasta que el nuevo entorno se muestra como tal es no notamos el cambio radical que ha sucedido. En ese momento todo es ya irremediable.
Ahora que estamos en un profundo cambio estructural, conviene recordar que el mundo que vivimos fue diseñado por los vencedores de la II guerra mundial. Tras la guerra, el mundo se dividió en dos polos completamente separados, casi sin relación. Fue el mundo bipolar. El colapso del comunismo en los 90´s del siglo pasado transformó el mundo. A partir de ese momento solo habría un actor. Llegó el mundo unipolar (EEUU). Con la crisis del 2007 (prolongación de las del 2000) se ha agotado este esquema y nace un nuevo mundo representado por China y los emergentes. ¿El mundo multipolar?
La incapacidad de EEUU/Reserva Federal (el verdadero representante del actual mundo unipolar) de “normalizar” su situación, como hemos podido comprobar en el FOMC de esta semana, sirve como perfecta escenificación de ese final del mundo unipolar. Incluso la elección de Trump, visto desde este punto de vista, no es más que una consecuencia lógica de un poder en fuerte decadencia. Las instituciones del viejo mundo unipolar (FMI, Banco mundial, el dólar como divisa nalca del sistema, la OTAN, la ONU) están siendo cuestionadas y sustituidas por otras diseñadas por los BRIC’s. Como será el mundo, a partir de ahora. ¿Será realmente multipolar o solo chino?. ¿Dónde queda la UME en todo eso? ¿Qué opciones tenemos los europeos? Cada vez esta más clara que la posición del dólar, verdadero rey financiero del mundo unipolar, empezará en breve a ser cuestionada. Prueba de ello es como, su uso como palanca de presión[4] suscita cada vez menos efectos y más complicaciones.
NOTAS:
- Como anécdota, la interpretación neoyorkina fue grabada y enviada al autor quien la calificó de trabajo "torpe y chapucero".
- Es poco conocida la afición de Hitler por la música ligera. Siempre se le recuerda por su relación con Wagner, Beethoven o Bruckner. El dictador poseía miles de discos y junto a obras más serias, solía escuchar otras más ligeras entre las que ocupaban un lugar destacado eran las operetas de Lehar o Suppé . Solía escuchar música hasta las dos o las dos y media de la madrugada y las veladas concluían siempre con la obertura de «La Viuda Alegre». Incluso se rumoreaba que a Hitler le gustaba posar ante el espejo como el conde Danilo de «La viuda alegre».
- Pese al generalizado uso del término «tema de la invasión», el autor nunca se refirió a él de esa manera. Incluso llegó a decir que en esta sinfonía «... no he compuesto música de batalla. Yo solamente he expuesto amargos sucesos». Con "amargos sucesos" no parecen que sean solo los bélicos, sino más bien a las purgas políticas llevadas a cabo por el poder soviético en la ciudad y que acabaron destrozándola antes que los nazis. Shostakovich puede verse como un caso de esquizofrénica relación con el poder: tan pronto era enemigo del pueblo, como minutos más tardes adalid soviético.
- Las declaraciones de Munchin de la semana pasada https://www.reuters.com/article/us-northkorea-sanctions-treasury/treasurys-mnuchin-china-may-face-new-sanctions-on-north-korea-idUSKCN1BN1P1