La CNMV reprende a los brókeres: les pide explicaciones de por qué operan en cada Bolsa
Los invita a operar en las plataformas alternativas, pero recuerda que no es obligatorio Pone el acento en los costes repercutidos al inversor, el principal caballo de batalla de BME
Los brókeres españoles suspenden en transparencia. O, al menos, a la hora de justificar que han operado siguiendo el criterio de mejor ejecución. Así lo considera la CNMV que ha remitido una carta, a la que ha tenido acceso CincoDías , a los principales intermediarios españoles. Después de haber analizado el modus operandi de 15 entidades financieras ha detectado "diversas deficiencias" a la hora de justificar que buscan el beneficio del cliente cuando operan en la Bolsa oficial (en España, Bolsas y Mercado Españoles) o en alguna de las múltiples plataformas surgidas en los últimos años.
Hasta 2008, la fecha en la que entró en vigor la primera regulación europea sobre los mercados financieros (Mifid), BME tenía el monopolio absoluto de los intercambios bursátiles. Pero entonces se abrió la veda a la constitución de plataformas alternativas en las que se podían comprar y vender acciones. Las oficiales retienen su poder único en las salidas a Bolsa y las subastas de apertura y cierre. La normativa introdujo también la obligación de que cuando un intermediario cierre la compra o la venta de los títulos de un valor lo haga tomando las "medidas razonables" para garantizar la "mejor ejecución".
La nueva versión de esta ley (Mifid 2) sustituye esas "medidas razonables" por "medidas suficientes". La directiva europea entiende por mejor ejecución que garantice al cliente el precio más bajo (si compra acciones) o más alto (si las vende). Por ello requerirá, a partir del próximo 1 de enero, que den cuenta anualmente de los cinco centros de negociación más frecuentes en sus operaciones y que justifiquen por qué los han utilizado.
El principal punto débil que observa la CNMV en el modo de operar de los brókeres actualmente es no aportar las suficientes pruebas que soporten la decisión de que comprar una acción en la plataforma de BME es más o menos conveniente para el minorista que en una alternativa. Y eso que cada bróker tiene la obligación de dar cuenta de su política de mejor ejecución en su página web. En este sentido, pone el foco sobre un aspecto concreto: las comisiones y costes cargados en esos mercados. El intermediario debe centrar su análisis en conseguir la mejor "contraprestación total" (la suma del precio del instrumento financiero y los costes).
Este es el principal caballo de batalla de Bolsas y Mercados Españoles desde que se abrió la veda a plataformas alternativas. Estas han mermado la cuota de mercado de BME hasta el 61,59%, según los datos registrados por Fidessa desde el 1 de enero. Por detrás, destacan Bats CXE (20,51%), Turquoise (8.24%) y Bats BXE (6.44%).
El precio mínimo que cargan estas plataformas al usuario final es lo que las hace más atractivas. De hecho, algunos intermediarios como Auriga han afirmado que esas comisiones son tan pequeñas que han optado por no cargárselas al minorista. Esto hace de la carta de la CNMV una invitación implícita del regulador a los brókeres a utilizar más mercados que el oficial. Sin embargo, recuerda que la nueva regla europea no obliga a operar en más de una Bolsa si se puede justificar que un solo mercado ofrece las mejores condiciones. Tampoco el que las plataformas alternativas sean mucho más baratas justifica que el intermediario les cargue con comisiones extra, algo que prohíbe expresamente la carta de la CNMV. BME, por su parte, defiende con datos de julio que ofrece los mejores precios por contar con la horquilla más ajustada entre los órdenes de compra y venta.
El regulador remite su queja tanto a las entidades que realizan servicios de ejecución como a los que se limitan a transmitir órdenes y contratar a otros la compra y venta de las acciones. Estos también están obligados a garantizar esa "mejor ejecución", aunque operen a través de un intermediario.
Aunque las transacciones extrabursátiles (aquellas que se realizan de forma bilateral y al margen de la Bolsa) están reguladas por parámetros diferentes, la CNMV recuerda que los intermediarios deben comprobar que el precio "es justo" y la ejecución "óptima". También avisa de que el bróker debe obtener la autorización del cliente cuando vaya a operar fuera del mercado regulado.