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Las farmacéuticas chinas impulsan el valor potencial del Big Pharma

Hay una nueva raza de innovadores fabricantes especializados en tratamientos biológicos Las grandes empresas occidentales ya están logrando acuerdos con sus contrapartes orientales

PIXABAY

Las farmacéuticas chinas podrían dar un impulso al Big Pharma. Esta semana, la OPV en Nueva York de Zai Lab, con sede en Shanghái, resalta una nueva raza de innovadores fabricantes orientales de medicamentos especializados en tratamientos biológicos: hechos con células vivas. Tienen la vista puesta en el mercado mundial, de más de un billón de dólares.

Las compañías chinas producen principalmente medicamentos genéricos baratos. Pero Zai, creada hace tres años, y que va a recaudar hasta 106 millones de dólares, se concentra en medicamentos de alto valor para el cáncer y las enfermedades autoinmunes. La compañía, respaldada por Qiming Venture Partners y Sequoia Capital, está dirigida por la exejecutiva de Pfizer Samantha Du. Forma parte de una nueva generación de empresarios que han regresado a China después de trabajar en el extranjero. Salir a Bolsa permitirá a Zai recaudar fondos para I+D.

Estas nuevas startups, Zai incluida, todavía están tratando de obtener la aprobación para varias terapias en su mercado doméstico. Políticas favorables, como la expansión de la cobertura del seguro sanitario, y los menores costes, hacen de China un lugar apasionante para experimentar. Y la recompensa podría ser enorme. Las ventas totales de fármacos en la República Popular pasarán de 124.000 millones de dólares en 2016 a 178.000 millones en 2021, según Frost & Sullivan.

Las grandes empresas occidentales ya están logrando acuerdos con sus contrapartes orientales, ayudándolas a financiar costosos ensayos a cambio, entre otras cosas, de futuros derechos para vender en el extranjero fármacos descubiertos en China. A principios de este año, Celgene tomó una participación en la china BeiGene, como parte de un acuerdo para distribuir el tratamiento del cáncer de esta última en Japón y fuera de Asia. Eli Lilly y Johnson&Johnson también han hecho apuestas similares.

Más adelante, estas sociedades podrían ayudar a los fabricantes chinos a entrar en EE UU, un mercado con regulaciones estrictas, donde la probabilidad de éxito de un fármaco –desde el primer ensayo clínico hasta su aprobación– es inferior al 10%.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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