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¿Son útiles las redes sociales académicas?

A día de hoy, los profesionales y estudiosos que no formen parte de estas plataformas no existirán porque no ofrecerán visibilidad

En los últimos tiempos han florecido redes sociales en todos los sectores y disciplinas, redes sociales profesionales. El área académica y de investigación no se queda atrás y posee varios espacios sociales muy atractivos y enriquecedores, destacando los portales ResearchGate y Academia.edu. Ninguna de estas dos alcanza los diez años de edad y ya agrupan cerca de 70 millones miembros (13 y 54 respectivamente) ofreciendo la posibilidad de crearte un perfil académico, depositar documentos y disponer de un buen motor de búsqueda.

A día de hoy, aquellos profesionales académicos e investigadores que no formen parte de las plataformas sociales no existirán, no ofrecerán visibilidad ni de su presencia ni de su conocimiento y más aún cuando se trate de mostrar sus trabajos académicos o divulgaciones científicas. Las publicaciones que no se comparten, leen y distribuyen permanecen en el anonimato.

ResearchGate y Academia.edu se han establecido como los primeros repositorios públicos y gratuitos en ofrecer la posibilidad de disponer de un perfil profesional y un espacio en donde cada miembro pueda subir a la red publicaciones y compartirlas con otros colegas y con toda la sociedad (siempre y cuando no hayan firmado un CTA, Copyright Transfer Agreement, con sus editores que les impide difundir sus trabajos). No solo es posible compartir artículos académicos y avances científicos prestigiosos (como ocurre en la mayoría de repositorios institucionales), sino que es viable depositar todo tipo de contenido: presentaciones de congresos, ponencias, documentos de trabajo, pre-prints, vídeos, etc., y generar nuevos canales de comunicación científica agilizando los resultados y actividades de trabajo. Por tanto, estos soportes sociales representan poderosas herramientas de comunicación y transmisión del conocimiento.

Hay que destacar la simplicidad para darse de alta, la facilidad del manejo, de unirse a otros profesionales y crear grupos de interés. En ambas redes, el proceso de cargar y etiquetar documentos es similar. En cuanto a la interacción entre miembros, ResearchGate facilita la posibilidad de conexión con colegas y compañeros, mediante foros de discusión, mensajes directos, etc., y ofrece credibilidad de la obra al generarse automáticamente, sobre la misma, un DOI: digital object identifier. DOI es una forma de identificar un objeto digital sin importar su URL, de forma que si esta cambia, el objeto sigue teniendo la misma identificación.

Las ventajas de estas plataformas no terminan aquí, estos lugares generan métricas y estadísticas muy útiles tanto para el autor como para el lector para conocer impresiones, calidades y tendencias de los documentos. Por ejemplo: número de lecturas de un determinado documento, número de descargas, mención de citas, comentarios, anotaciones en otros espacios no científicos, votos, etc. Estos datos pueden generar indicadores capaces de ofrecer un impacto de los trabajos en la comunidad profesional y en la sociedad.

Hasta ahora, la batería de métricas fiables eran aportadas por las dos principales bases de datos académicas: Scopus o Web of Science. Ambas son plataformas que restringen el acceso a la información mediante suscripción anual. Esta situación contractual genera que cada vez más usuarios, instituciones y empresas valoren positivamente la cobertura y visibilidad que ofrecen ResearchGate y Academia.edu. Es más, las dos son más precisas y rápidas a la hora de indexar documentos y referencias, así como ofrecer las métricas comentadas al ser el propio autor el encargado de agregar la información.

Como complemento a los portales ofrecidos aparece Google Académico. Donde también es posible abrir un perfil académico (teniendo una cuenta de Gmail) y cargar una relación de publicaciones y documentos propios, de una forma manual o automática, pero sin opción a colgar el texto completo. Gracias al motor de Google es viable localizar y recuperar el texto de documentos depositados en ResearchGate y Academia.edu.

Las plataformas mostradas son jóvenes y muy prometedoras y ofrecen una capacidad de trasparencia no conocida hasta ahora. Abrirnos un perfil y subir a internet nuestra obra académica o científica de una forma gratuita no tiene precio.

Juan José Prieto trabaja en el Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad Complutense de Madrid.

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