El récord mundial de turistas dispara el fraude en reservas de avión y hotel
Venden como billetes emitidos reservas pagadas con tarjetas robadas El delito más habitual es la adquisición de billetes de última hora
El turismo ha sido una de las pocas actividades económicas que ha resistido las sucesivas crisis que se han producido en el mundo en los últimos diecisiete años. Ni el 11-S, ni la gran crisis financiera, ni el desplome del comercio mundial, ni el estancamiento de la zona euro, ni la recesión en las emergentes ni los sucesivos actos terroristas en Europa (la región más visitada del mundo) han hecho mella en la voluntad de los turistas. El número de personas que viajan en el mundo se ha duplicado entre 2001 y 2016 y el último balance los sitúa en 1,2 billones.
Un crecimiento que ha llamado la atención de los defraudadores, que se han especializado en tratar de obtener beneficios de los millones de reservas que se realizan al día en todo el mundo.
El importe medio del engaño se sitúa entre 240 y 500 euros por transacción
Un informe elaborado por la agencia online Destinia y la compañía Sift Science, a partir de medio millón de reservas (hotel, avión o tren) realizadas entre enero de 2016 y junio de 2017, revela el modus operandi de estas redes defraudadoras, que se encuentran fundamentalmente situadas en dos países del sudeste asiático (Indonesia y Tailandia) y en Latinoamérica, con México, Brasil y Colombia a la cabeza. El montante medio del fraude se sitúa entre 240 y 500 euros y la transacción favorita para defraudar son las reservas de último minuto.
Gustavo Tonti, responsable de fraude de Destinia, subraya tres de las técnicas más utilizadas. “Hay veces que se hacen pasar por falsos agentes, hacen prerreservas de billetes de avión que posteriormente son revendidos como billetes emitidos; en otras ocasiones compran billetes con tarjetas de crédito robadas y posteriormente cancelan la reserva a cambio de recibir parte del dinero en metálico; también se producen irregularidades con las salidas inmediatas, en las que se compran con tarjetas robadas billetes cuya salida está prevista para las próximas 24 horas”, apunta. Un fraude que supone un agujero para las agencias online que venden billetes de avión, reservas de hoteles o billetes de tren.
Tonti avanza que el trabajo para anticiparse a los ladrones ha dejado de ser manual y pasa por el uso de herramientas como el machine learning para hacer análisis predictivo y anticiparse a los defraudadores. “Se tienen en cuenta más de 2.500 puntos de análisis para detectar posibles fraudes. Las reservas que se realizan muy cerca a la fecha de disfrute son unas de las que tienen más posibilidades de fraude. En el caso de los hoteles, la posibilidad de que sea fraudulenta es cuatro veces superior a otra reserva normal”, señala.
El principal foco está en Indonesia
Tasa de fraude. La mayor tasa de fraude, entendida como el número de transacciones fraudulentas sobre el total, lo tiene Indonesia, con un 67%, seguida por Marruecos (24%), Colombia (19%) y Brasil (16%).
Aeropuertos. Los dos que más operaciones fraudulentas registran están en Indonesia (Bali y Yakarta), con tasas de fraude que superan el 40%. En esa estadística aparecen El Prat y Barajas, con un 2% y un 1% de las operaciones
Hoteles. La mayor tasa de fraude en los establecimientos hoteleros se localiza también en dos ciudades de Indonesia:Surabaya, con un 92%, y Yakarta, con un 72%. A continuación le siguen Hammamet (Túnez), con un 46%, Cancún (México), con un 17%, Marrakech, con un 8%, y París, con un 4%.
Otros factores que ayudan a situar a las reservas entre las susceptibles de que puedan acabar siendo un engaño son el hecho de que se hayan realizado varios intentos de pago en una misma operación, que se hayan hecho desde distintos dispositivos o que las tarjetas de crédito con las que se han pagado pertenezcan a varios países.