Air Berlin evidencia la fragilidad de las aerolíneas ante la crisis
Alitalia o Air Comet también han sufrido los embates de la recesión Desde el inicio de la crisis, la media de vida de una aerolínea española es de tres años
Air Berlin se ha convertido en el último ejemplo de la fragilidad con la que las aerolíneas afrontan las turbulencias de la crisis. A mediados de agosto, la compañía aérea se declaró insolvente tras años encadenando pérdidas. Los acreedores de la firma volverán a la mesa de negociación el próximo 15 de septiembre con el fin de encontrar una salida para la venta de activos de la empresa. La reunión podría concluir con una decisión de cierre definitiva.
Air Berlin encadenaba dos años de pérdidas hasta sumar un total de 1.200 millones de euros en negativo. Frente a esta situación, Ethiad Arways, grupo emiratí que posee un 29,1% de participación en el grupo, anunció que no saldría al rescate. Fue entonces cuando el gobierno alemán realizó una inyección de 150 millones de euros para que la aerolínea pudiera seguir operando.
Una línea de auxilio que amenaza con perjudicar el proceso de pujas que se ha abierto entre las líneas aéreas competidoras. Ryanair, que entiende que Alemania prepara el terreno para que Air Berlin sea absorbida por la también germana Lufthansa, ha anunciado que se retira del proceso.
“Estaríamos interesados en mantenernos en la puja si fuese un proceso justo y transparente, que permitiera a las aerolíneas competir con Lufthansa, en vez del amaño que está teniendo lugar”, argumenta la empresa en un comunicado.
Pero la situación de Air Berlin no es un caso aislado. La compañía se suma a un extenso historial de compañías aéreas que han atravesado situaciones similares. Se trata de un sector sensible a múltiples factores (el precio del petróleo, la caída del número de turistas…) que se han visto agudizados por la crisis económica. Alitalia, por ejemplo, está en una situación muy similar a la de Air Berlin. La italiana se encuentra en concurso de acreedores, el segundo en una década y opera mediante un crédito puente del Gobierno.
En España, Air Madrid desapareció en 2006 después de ser adquirida por Air Comet. Esta última dejó de operar en 2009 después de que Fomento le retirara la licencia para volar por su situación de insolvencia. La compañía era propiedad de Gerardo Díaz Ferrán, expresidente de la CEOE que ha pasado varios años en prisión por el vaciamiento patrimonial de sus empresas, y del fallecido Gonzalo Pascual. Pero tampoco este es un caso aislado. De hecho, las aerolíneas españolas son las menos longevas de Europa, según un informe elaborado por el bróker aéreo Europair.
Según el documento, en la década de los 80, la media de vida de las aerolíneas, en España, era de seis años. El informe, que analiza más de 800 compañías de un total de 17 países europeos, señala que desde el inicio de la crisis, la longevidad media de las aerolíneas españolas se ha reducido a tres años. Spantax, Aviaco y Spanair, son algunas de las empresas que cerraron. A lo largo de la historia del país han desaparecido 63 aerolíneas, lo que equivale a un 79% del total.
Italia es el siguiente país a destacar por la baja esperanza de vida de sus aerolíneas, solo el 24% de las compañías registradas a lo largo de su historia siguen operando. Le sigue Bélgica, con otro 24% mientras que en Alemania, Francia y Reino Unido, principales potencias económicas del Viejo Continente, entre el 34% y el 40% de aerolíneas siguen funcionando.
Por el contrario, encabeza el ratio de longevidad Portugal, país en el que el 58% de las aerolíneas históricas siguen operativas. Le sigue Irlanda, con una ratio de supervivencia del 52%; por último, Suiza con un 48% de aerolíneas que siguen operativas, ocupa el tercer puesto.