El fabricante de Sovaldi se lanza ahora a por fármacos contra el cáncer
Gilead Sciences ultima la compra de un laboratario especializado en tumores Pagará 9.965 millones de euros por Kite Pharma
El laboratorio Gilead Sciences, fabricante de Sovaldi contra la hepatitis C, ha acordado comprar Kite Pharma por unos 11.900 millones de dólares (9.965 millones de euros), según confirmó la empresa en un comunicado este lunes.
Gilead pagará 180 dólares por acción, lo que representa una prima del 29% sobre el cierre de Kite del viernes. Concreta así las especulaciones en el mercado sobre la necesidad del laboratorio californiano de buscar nuevos ingresos debido a que sus ventas han declinado en el último año.
Kite es uno de los principales especialistas en investigación contra el cáncer, en un campo emergente llamado CAR-T, o terapia de células T, que aprovecha las propias células inmunes del cuerpo para reconocer y atacar células malignas. Las acciones de Kite han dejado de cotizar, mientras que las acciones de Gilead subieron un 2,7%. Si las autoridades aprueban sus fármacos se espera que sean de muy elevado coste, igual que sucedió con Sovaldi y su sucesor Harvoni, lo que llevó a un crecimiento exponencial a la empresa californiana.
Gilead es conocido en el mundo por la puesta en el mercado de Sovaldi y Harvoni, dos terapias contra la hepatitis C que ha provocado que se convierta en uno de los grandes laboratorios del mundo por ingresos. Este tipo de compras de las farmacéuticas son bastante habituales para hacerse con compañías o carteras de productos prometedoras.
Se espera que la operación, que todavía tiene que ser aprobada por los consejos de ambas firmas, se pueda cerrar a finales del cuarto trimestre de este año.
En los últimos años, la adquisición de pequeñas y grandes compañías biotecnológicas (con algún esperanzador producto en su cartera de I+D) se ha convertido en un patrón de crecimiento básico para el sector, necesitado constantemente de innovaciones para llevar al mercado y abordar de forma más eficaz enfermedades como el cáncer, las patologías autoinmunes o el VIH.
Es el caso de Gilead ahora o de Johnson & Johnson comprando Actelion recientemente. Estas compañías biotecnológicas con cartera innovadora se colocan en el disparadero de los grandes laboratorios.
Gilead ha dado el salto gracias a sus tratamientos contra la hepatitis C. A partir de la compra de la compañía Pharmasset, que había desarrollado Sovaldi, por 11.000 millones en 2011 y la puesta en el mercado del fármaco, a partir de 2014 el crecimiento es exponencial. En 2016 facturó 30.390 millones y por segundo año se colocó entre los diez mayores laboratorios del mundo, tras marcas tan conocidas como Pfizer, Novartis, Roche, MSD, Sanofi, GSK y Janssen.
El éxito provino de su fármaco Sovaldi, por la efectividad en el tratamiento y también por su elevado precio para los sistemas sanitarios, y de su siguiente versión Harvoni.
Este último fármaco es el segundo con más ingresos del mundo, tras Humira (del laboratorio Abbvie y destinado a enfermedades autoinmunes). Harvoni facturó el pasado año 9.081 millones de dólares, pero aún así cedió un 34% en ventas respecto al año anterior, y es que las terapias de Gilead están muriendo de éxito al curar la hepatitis C a muchas personas. La empresa con base en California está viendo reducir precisamente sus ingresos desde el pasado año por esta razón, por lo que se enfrenta al reto de volver a poner en el mercado otras innovaciones punteras.