‘Management’ entre viñetas
En la elaboración de un cómic es imprescindible un perfecto equilibrio Los superhéroes más admirados sobreviven más de 75 años reinventándose
En la producción del cómic encontramos una maquinaria que requiere coordinación extrema y trabajo puntual para poder publicar a tiempo y de forma periódica. Un proceso en el que la obra circula de manera lineal, secuencial y sincronizada entre el guionista, el dibujante, el entintador, el colorista y el rotulista, todos ellos bajo la supervisión del editor. Se requiere un perfecto equilibrio, dado que cualquiera de los resultados generados por los participantes en este circuito condiciona el resultado final. En España hay un gran potencial de dibujantes trabajando en todo el mundo para las principales editoriales. Existen agentes especializados que potencian su talento y proyección internacional, como el caso de Alberto Garrido, agente de Infinitoons Agency, quienes ya tienen más de 10 años de experiencia en el terreno.
Realizando una inmersión en este mundo, es muy curioso analizar los diferentes formatos, algunos más uniformes y estables a lo largo de toda su historia como Watchmen o los más dinámicos y creativos como el de Akira. Destaca la velocidad y la fluidez que imprimen desde Marvel, gracias a que una viñeta lleva a la otra, jugando con la vista y atención del lector con una pulida técnica a la altura de los mejores publicitarios.
BELLAS ARTES Y GESTIÓN EMPRESARIAL
Sección elaborada por profesores de Esade que analiza diferentes ramas de las bellas artes bajo la óptica de las lecciones que pueden extraerse para el management.
Con personajes de todos los estilos, es sorprendente cómo nuestros superhéroes más admirados sobreviven más de 75 años. Clark Kent, Superman, lleva entre nosotros desde los años 40. Siendo periodista del Daily Planet, tiene acceso a todo un sistema de información imprescindible para poder operar de forma inmediata y con garantías, muy relevante en la época porque no había el acceso y la disponibilidad que hoy nos proporciona internet.
Estas profesiones se actualizan, como es el caso de Peter Parker, Spiderman. Desde su etapa de estudiante y fotógrafo en el Daily Bugle ha evolucionado en su carrera potenciando su talento. En los últimos dos años se ha convertido en empresario fundador y presidente de su propia compañía, Parker Industries. Un ejemplo de emprendimiento en el ámbito científico y de la innovación que, sin duda, demuestra el camino hacia la felicidad y la autorrealización del protagonista. Los mayores de 40 ya detectamos su potencial cuando en sus inicios empezó a fabricar sus propias telarañas, demostrando conocimiento, actitud y visión.
Peter no es el único empresario en el mundo del cómic. Bruce Wayne, Batman, es propietario de Wayne Enterprises, empresa familiar con una clara dimensión social. Gracias a la Fundación Wayne, es posible canalizar sus ayudas y manifestar su preocupación por el bienestar de Gotham City.
O por ejemplo, Tony Stark, Iron Man, propietario de Stark Industries, especializada en sus orígenes en la venta de armas, la cual ha evolucionado hasta una compañía tecnológica puntera. Se trata de una compañía que, en la saga de La guerra de las armaduras, sufre una opa hostil y pierde el control de la compañía. Los nuevos gestores cambian el rumbo estratégico, centrándose en un nuevo cliente objetivo: Los Villanos. Las armaduras bajan de precio, obteniendo menos margen pero más rotación, enfocándose a un segmento aparentemente más masivo. Un ejemplo de descremado de precios, porque partiendo de un precio alto solo apto para clientes pioneros, procedemos a bajar precios progresivamente para dar acceso a otro tipo de clientes, en un proceso de democratización del producto, con sus lógicas consecuencias.
Pero el cómic no olvida la igualdad de género. Wonder Woman, que celebró su 75 aniversario el año pasado, fue la primera superheroína y única mujer en este ámbito durante mucho tiempo. En una época dominada por el machismo en los cómics, su misión de traer la paz al mundo del hombre tuvo gran impacto hasta nuestros días. Llegó a ser nombrada embajadora honorífica de las Naciones Unidas por la igualdad género, movimiento que se inició el 21 de octubre del año pasado y que lamentablemente no culminó debido a las voces discordantes contra el personaje de ficción. Siguieron su estela Canario Negro, la Bruja Escarlata, la Viuda Negra o Tormenta, que son auténticas heroínas diseñadas en femenino desde su concepción. Otras como, por ejemplo, Supergirl, Batwoman, Spider Woman, son la contrapartida femenina de los respectivos superhéroes masculinos.
Joan Riera es profesor de Dirección General y Estrategia de ESADE
Recomendaciones
Wonder Woman. William M. Marston y Sadie H. Marston, 1941
Iron Man. Stan Lee, 1963
Watchmen. Len Wein y Barbara Kesel. 1986
Dilbert. Scott Adams, 1989.