Wall Street luchará por retener la venta a corto
Tres fondos de pensiones acusan a los bancos de impedir la competencia El negocio de préstamos de acciones debería poder prescindir de intermediarios
Ayudar a titulares de activos, como los fondos de pensiones, a prestar acciones para las operaciones a corto de los hedge funds aporta miles de millones a Wall Street. Ahora los propietarios de las acciones quieren una porción mayor del negocio.
Tres fondos de pensiones públicas han presentado una demanda en EE UU contra Goldman Sachs, JP Morgan y otros cuatro grandes bancos, alegando que conspiraron para mantener opaco el mercado de préstamos de valores y evitar la competencia.
Los activos sumados de los sistemas de jubilación de Iowa y de los condados californianos de Orange y Sonoma son menos de una sexta parte de los 330.000 millones de dólares del sistema de California. Pero seguro que su acción capta los focos, ya que están atacando el rentable nexo entre Wall Street y la industria de los hedge funds.
Los inversores institucionales a largo plazo llevan mucho tiempo prestando acciones a los vendedores a corto. La actividad generó 9.150 millones de dólares en ingresos de prestamista a broker en 2016, según Global Investor Group.
Teniendo en cuenta cómo las plataformas electrónicas han reducido los costes de negociar acciones y bonos, este negocio debería estar maduro para prescindir de intermediarios. Pero los fondos de pensiones demandantes afirman que los bancos han frenado a los competidores potenciales intimidando a los clientes y asfixiando a las startups. La plataforma de préstamo de valores electrónicos AQS fue adquirida el año pasado por EquiLend, un consorcio creado por los bancos de inversión en 2000.
La intermediación es uno de los reductos más lucrativos de Wall Street. Los bancos lucharán desesperadamente por retenerlo en un momento en que los niveles de negociación son moderados y la regulación les ha obligado a abandonar actividades como la negociación por cuenta propia.
Los fondos de pensiones también tienen una gran recompensa en mente. Los bancos de Wall Street pagaron 1.800 millones de dólares en 2015 para solventar las acusaciones de de fijación de precios de los swaps de incumplimiento crediticio. Ambas partes tienen una dura batalla entre manos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.