¿Dónde encuentran sus gangas los mejores gurús de la Bolsa?
Los expertos en inversión en valor suelen acudir a las conferencias de Warren Buffett Los sistemas de filtrado les permiten decantar las empresas que más les interesan
Un grupo de hombres de entre 40 y 60 años atiende una presentación. El escenario: un hotel de Davos (Suiza), un palacio de congresos en Londres, la sede de Omaha de la Universidad de Nebraska. El ponente presenta un caso de estudio: compañías mineras chilenas, deuda subordinada de banca europea o acciones sin derecho de voto de empresas coreanas.
Así es como los expertos en inversión en valor (value investing) encuentran gangas para los fondos que administran. Compañías que se escapan del radar de la mayoría de los gestores pero que acaban generando rentabilidades brillantes.
“Hay varios congresos especializados para inversores en valor, como el Value X de Zurich, la London Value Conference...”, explica Pablo Martínez, responsable comercial de Amiral Gestion en España y un apasionado de la inversión en valor.
Los seguidores del value investing –una filosofía basada en la adquisición de valores de calidad a un precio por debajo de su valor intrínseco o real– tienen cada año su particular peregrinación a La Meca con la conferencia anual de Berkshire Hathaway, el vehículo inversor de Warren Buffett, auténtico mesías de esta escuela. Este encuentro se celebra en la localidad natal de Buffett, Omaha. “Alrededor del evento surgen cientos de encuentros con muchas oportunidades de inversión”, explica Martínez.
Estos encuentros también sirven para tejer una tupida red de contactos. “Con los años he ido conociendo a grandes inversores de todo el mundo deseosos de compartir su visión”, explica François Badelon, fundador de Amiral Gestion.
Una de las mejores inversiones que ha hecho esta gestora francesa en los últimos años es la compra de acciones coreanas sin derechos de voto. “Fue mi amigo Boris Zhilin, de Armor Capital, quien me comentó la posibilidad de invertir en este tipo de acciones. Según me presentó la idea, llamé a la oficina para analizar la operación”, apunta Badelon.
Otra de las formas más habituales para identificar oportunidades de inversión es por medio de un riguroso proceso de selección. Se plantea una idea de inversión, y se van cribando las compañías en función de su tamaño, de su estructura accionarial o de sus flujos de caja. Así van quedando solo un puñado de firmas.
“En nuestro caso, buscamos solo compañías en las que el fundador o su familia siga presente en el accionariado. Así nos garantizamos una buena alienación de intereses con los gestores y los accionistas”, explica Birgitte Olsen, gestora de Bellevue Funds.
Después de identificar las compañías, toca visitarlas: sus oficinas centrales, sus plantas de producción, sus directivos. “Hace unas semanas visitamos varias bodegas de La Rioja porque estamos interesados en la industria vitivinícola, donde está invertido el fondo”, comentaba en una entrevista reciente Mikel Navarro, gestor del fondo Alpha Plus Iberia. La inmersión de los gestores en la industria analizada es total. Álvaro de Guzmán, gestor de azValor, recuerda el tiempo que dedicaron a estudiar el sector de de la prensa en Estados Unidos. “Debatimos durante horas con con el director financiero de un periódico para entender sus fuentes futuras de ingresos”, comenta.
Fuentes de información
Disponer de una red amiga de inversores, capaces de proponer ideas o someter a escrutinio una idea determinada es básico para poder desmarcarse de la evolución de los índices. La criba en la tipología de empresas es fundamental. Permite ir reduciendo el universo inversor. Ir decantando las compañías a analizar en función del tipo de negocios que se buscan.
En algunos mercados, como China, donde las fuentes oficiales no son del todo fiables, las gestoras de fondos recurren a agencias locales que hacen sus propios análisis. Así se puede ver si se están vendiendo tantos pisos como dice el Ministerio de Vivienda o si se están construyendo promociones fantasma.