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Secuvita, el valedor de células madre para la cura de enfermedades como el cáncer

Es el primer banco de sangre de cordón umbilical que ha recibido la autorización de la Organización Nacional de Trasplantes para publicitar sus servicios

Bolsa de conservación de sangre de Secuvita.
Bolsa de conservación de sangre de Secuvita.

Hasta hace unos 30 años, el cordón umbilical se desechaba tras el nacimiento del bebé. Era impensable que su sangre, por la gran cantidad de células regenerativas que contiene, se pudiese utilizar para la cura de enfermedades. La primera vez que se realizó un trasplante mediante esta técnica fue en 1988, bajo la dirección de Eliane Gluckman, hematóloga francesa. El paciente fue un niño con anemia de Fanconi, dolencia hereditaria rara, quien se recuperó gracias a la sangre de su hermana recién nacida.

Sin ir muy lejos, la ahora princesa de España, Leonor, y la infanta Sofía tienen almacenadas sus respectivas células madre. La hermana mayor, en un banco de sangre en Estados Unidos, y la pequeña, en Vita 34, matriz de Secuvita. Fue el propio director general de la empresa, Santiago Luengo Román, el encargado de trasladar una parte de la sangre extraída a la princesa a la clínica alemana.

Aunque parezca cosa de reyes, después de 13 años de actividades, la empresa, junto con su matriz, poseen 150.000 muestras procedentes de 29 países del mundo. A pesar de esto, Luengo afirma que la suya es “una empresa pequeñita, pequeñita”.

Modestia aparte, la sociedad tiene como clientes a más de 21.000 familias. La labor de Secuvita es la criopreservación de sangre de cordón umbilical. Se encarga de extraerla y conservarla y, en caso de necesitársela para un trasplante, de la entrega. En cuanto al procedimiento, se extraen 80 mililitros de sangre y se guardan en tanques de conservación a –180 °C. En un futuro se podrán descongelar para ser multiplicadas y usadas en un tratamiento.

"Es una fuente celular que en su mayoría está exenta de virus y bacterias. Puede conservarse durante décadas", afirma Santiago Luengo Román, director general de Secuvita

La compañía ofrece tres planes de almacenamiento, todos los cuales exigen un pago inicial. El Classic requiere una primera retribución de 1.990 euros; el Compact 25, de 2.595, y el Compact 50, de 3.500. El más básico y barato conlleva un contrato indefinido y una cuota anual de mantenimiento de 105 euros al año. Los otros dos no cobran esa cuota, pero el contrato vence en 25 o 50 años, dependiendo del tipo de plan Compact elegido.

En caso de que una familia no pueda continuar abonando y su tarifa sea de contrato indefinido, la muestra no será destruida, sino que será guardada hasta que la familia pueda volver a pagar. Por eso, en la actualidad, los clientes rehúyen del pago anual.

Santiago Luengo Román, director general de Secuvita.
Santiago Luengo Román, director general de Secuvita.

Origen

La idea comenzó en 2004 como resultado de un proyecto de fin de máster en el Instituto de Empresa. La idea semielaborada llegó a Santiago Luengo, biólogo y entonces dirigente de la firma Novel Pharma, para que hiciera de asesor. En 2005 se establece una cooperación con el grupo Vita 34, primer banco europeo privado de sangre de cordón umbilical, para sacar adelante el boceto de empresa. Y a comienzos del año siguiente se cerró el primer contrato en España.

En 2010, Santiago pasó de tener el 5% del capital inicial de la compañía a casi el control total. ¿Cómo lo consiguió? Muy fácil. La mayoría de los socios le vendieron su parte por un total de seis millones de euros. Después, Luengo vendió el grueso de su participación a Vita 34, quedándose al frente de la filial española como director general. Otros socios españoles mantienen participaciones minoritarias: Línea Alternativa e Inversiones Neth.

Secuvita ha quedado como una empresa alemana en un 88% y española en un 12%, que se reparten Línea Alternativa e Inversiones Neth, que prefirieron seguir dentro y no vender sus participaciones a Luengo.

Subidas y bajadas

Con un pie en España y otro en el país germano, Secuvita facturó 2,51 millones de euros en 2016. Pero el camino no ha sido fácil. Tras su fundación, la compañía ha tenido algunas subidas y bajadas. “Con el nacimiento de la infanta el sector vivió un momento explosivo”, recuerda el director. Las contrataciones de Secuvita y de sus competidores subieron enormemente.

Después la crisis azotó el mercado y Secuvita redujo su estructura. “La única estrategia posible fue sobrevivir”, apunta Luengo. El número de sociedades en el sector disminuyó “de cuatro compañías que empezamos en 2005 a 20 en 2012. Ahora quedamos unas 7 u 8”, precisa.

La cifra

15% crecerán las ventas de la empresa este año. La previsión de facturación para 2017 es de unos tres millones de euros, medio millón más que el año anterior.

Actualmente, la facturación de la empresa crece a una tasa pequeña en comparación con 2007, año de nacimiento de la infanta Sofía. Su porcentaje de crecimiento está en torno al 15%. La previsión para 2017 es de unos tres millones de euros, medio millón más que el año anterior.

Santiago Luengo comenta que “es un momento muy duro y difícil para el sector”. A pesar de este panorama pesimista, consiguió saldar toda la deuda de Secuvita y hacer que la firma sea solvente al ciento por ciento. Además, no puede considerarse una historia de fracaso, ya que llevan cuatro años seguidos arrojando beneficios. “Volveremos a subir con más fuerza”, afirma con convicción el directivo.

Es la única compañía española con banco de sangre propio, aunque, al igual que sus laboratorios, está situado en Alemania. El régimen es privado y, por eso, las familias son las propietarias de la muestra, a diferencia de los bancos públicos, en los que esta pertenece a la Administración.

La oficina madrileña cuenta con 13 trabajadores y su labor se centra, sobre todo, en la relación con las familias. Este trato se basa en la elaboración de los contratos, la recogida de la muestra y el estricto cumplimiento de los protocolos de envío.

La documentación de los procesos es muy extensa. La mentalidad del grupo empresarial se rige en torno a que “lo no escrito no está realizado”. Los documentos se guardan en diferentes formatos y en distintos países. Los impresos se custodian en Alemania y España y los digitalizados, en Estados Unidos y Alemania.

Una técnica de laboratorio etiqueta una bolsa de conservación sanguínea.
Una técnica de laboratorio etiqueta una bolsa de conservación sanguínea.

También ha sido la primera empresa española en recibir la autorización para la realización de actividades de promoción y publicidad por parte de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), organismo público del país. Fue en 2014 cuando la ONT permitió que la compañía pudiese publicitarse, con una validez de cuatro años.

Asimismo, está registrada en la FDA (Agencia Americana del Medicamento), lo cual permite que la sangre del bebé sea considerada como medicamento en todo el mundo. Además, la seguridad de las cámaras frigoríficas que contienen las muestras es muy estricta. Esa dura disciplina se refleja al trabajar bajo la normativa de calidad GMP (Good Manufacturing Practices).

Para asegurar el cumplimiento de esos estándares han firmado convenios con hospitales, aseguradoras y otros colaboradores. Secuvita tiene acuerdos de cooperación con clínicas como Grupo Hospital, la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber o Gynemed, grupo de ginecología del Hospital San Rafael de Madrid. Y en el campo de los seguros, con las compañías Mapfre España y HDI Hannover International.

Además, colabora con centros de investigación en el desarrollo de aplicaciones terapéuticas con células madre de sangre de cordón umbilical, como el Instituto Fraunhofer o la Universidad de Rostock, en Alemania.

Aplicaciones terapéuticas

Estas células con capacidad regenerativa ya han sido usadas por Vita 34 en 30 intervenciones, por lo que constituye el banco privado de Europa con más experiencia en este tipo de trasplantes. En ocho de estas operaciones han sido utilizados para tratar algún tipo de cáncer. La última se realizó en España, en el Hospital Niño Jesús, de Madrid. La conservación de la muestra consiguió que la receptora, una pequeña de seis años, recuperase las células perdidas en el tratamiento contra un neuroblastoma.

Uno de los retos de la medicina regenerativa es la reconstrucción del tejido destruido o enfermo. Luengo prevé que esto se conseguirá dentro de unos años. “La capacidad de las células madre para regenerar tejidos es enorme. En Secuvita creemos que en un futuro cada vez más cercano será posible crear epitelio gracias a la terapia celular”, mantiene.

Tanques de conservación de células madre del banco alemán de Vita 34, matriz de Secuvita.
Tanques de conservación de células madre del banco alemán de Vita 34, matriz de Secuvita.

Datos básicos

Facturación. En 2016 ha conseguido una facturación de 2,51 millones de euros. La previsión para 2017 es de tres millones.

Clientes. El laboratorio preserva las muestras de sangre de cordón umbilical de más de 21.000 familias en España.

Empleados. La única oficina de la empresa en España está situada en Madrid y cuenta con 13 trabajadores.

Evolución del mercado. El número de compañías dedicadas a esta actividad ha cambiado. Comenzaron cuatro en 2005, pasaron a 20 en 2012 y ahora quedan unas 7.

Matriz. Vita 34 fue creada en Alemania en 1997. Al ser la que más experiencia tiene en trasplantes, 30 en total, es el primer banco familiar de sangre de cordón umbilical de Europa.

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