¿Cuál es el futuro de las pensiones?
El Gobierno debería crear estímulos fiscales para incentivar el ahorro privado entre los ciudadanos
España se enfrenta a un serio rompecabezas si continúa con el actual sistema de pensiones. Año tras año hemos superado el récord de gasto, y la Seguridad Social no para de aumentar su déficit. Podemos atribuir parte de esta situación al envejecimiento poblacional y a la caída de la población activa; hace tan solo tres décadas teníamos siete trabajadores por cada pensionista frente a los tres actuales, y se estima que para el año 2050 podríamos encontrar una situación en la que el ratio sería de uno a uno, algo per se insostenible para cualquier sistema.
Estamos empezando a ver las consecuencias. En concreto, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social ha pasado de cerca de 66.800 millones de euros en 2011 a 15.100 en 2015. Pero sigamos dando cifras; Pensions at a Glance 2015, estudio de la OCDE, afirma que la tasa bruta de reemplazo (porcentaje de la pensión estimada en comparación con el último salario) era de un 81,9% en 2013 y se reducirá al 49,7% para 2060. Es decir, cuando se jubilen aquellos trabajadores nacidos entre los años 80 y 90 solo cobrarán el 50% de su último salario.
A esto hay que añadir que España es uno de los países con la tasa de sustitución más elevada de la zona euro, un 73,9% frente al 40,6% de media. Su efecto directo, muy a pesar de las constantes advertencias de la insostenibilidad a medio plazo, es una arraigada estadodependencia, lo que ha traído consigo una desincentivación al ahorro privado y ha impedido el fomento de una cultura financiera y de previsión. Las últimas encuestas y estudios nos muestran, además, que aunque a los españoles nos preocupa nuestra jubilación y la sostenibilidad del sistema público de pensiones, no damos el salto definitivo al ahorro y seguimos dejando nuestro bienestar futuro en manos de terceros.
En este sentido, es vital que los españoles no deleguemos nuestra tranquilidad durante el retiro en el Gobierno y comencemos a planificar nuestro futuro cuanto antes. Es muy importante que cada uno de nosotros seamos conscientes de cuál será la situación en la que nos encontraremos una vez alcanzada la edad de jubilación y qué medidas tomar para que nuestro nivel de vida no se vea afectado.
¿La solución? Una estructura de capitalización complementaria. Es decir, un sistema mixto de pensiones en el que los trabajadores puedan compensar la reducción en la tasa de sustitución con un ingreso privado. Como medidas adicionales, el Gobierno, por su parte, también podría considerar crear estímulos fiscales para incentivar el ahorro privado entre los ciudadanos y para que las empresas, a su vez, encuentren incentivos reales para ofrecer estos productos a sus empleados.
En cuanto al sistema que debemos implementar en España, reconocemos que no existe un modelo idóneo aplicable a cualquier país. Las carencias de nuestro sistema público de pensiones nos llevan a mirar al exterior para encontrar casos rigurosos de estructuras mixtas eficientes, donde dos tercios de los países de la OCDE mantienen este sistema.
Como en otras tantas ocasiones, miremos el ejemplo sueco: el trabajador cotiza una parte para un fondo de reparto – desde donde se abonan todas las pensiones, la propia y la ajena – y otra parte menor va dirigida a una capitalización individual, de carácter público o en forma de cuentas nocionales. No hace muchos años, Suecia tenía un sistema similar al español, por lo que, si la voluntad es clara, no es descabellado pensar en su aplicación local.
Con este escenario, la sociedad española demanda medidas correctivas de manera urgente que puedan enmendar la situación a tiempo. Para ello se exige un proyecto conjunto entre gobiernos, empresas y particulares para no seguir demorando la toma de decisiones y adquirir la voluntad para abordar reformas estructurales dirigidas a solventar la suficiencia y sostenibilidad del sistema actual, ya sea mediante la adopción de cuentas nocionales a semejanza de nuestros compañeros europeos o siguiendo nuestro propio camino. Todo parte de que tomemos conciencia de una sencilla pregunta: ¿cobraremos una pensión suficiente para mantener nuestro estilo de vida una vez jubilados?
Jaime Kirkpatrick es CEO de Aegon España.