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Fernández Conradi: “Las posiciones bajistas pueden hacer que las compañías se valoren de forma artificial”

La asociación considera que la transparencia es insuficiente Asegura que pueden utilizarse firmas pantalla para ocultarse

María Fernández Conradi, directora ejecutiva de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas (Aemec).
María Fernández Conradi, directora ejecutiva de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas (Aemec).
CINCO DÍAS

La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) continúa con su cruzada contra las posiciones cortas sospechosas.

La directora ejecutiva de esta asociación fundada en 2005, María Fernández Conradi, explica en declaraciones a CincoDías que “hay que tener mucho cuidado con el capitalismo financiero, porque, si no se encauza, puede llevar a una perversión de la economía”.

El 12 de junio, la CNMV, con el visto bueno del coordinador de los supervisores europeos de valores (ESMA), decidió vetar las posiciones bajistas sobre Liberbank, debido a “fuertes descensos y una alta volatilidad en un contexto en que no hay informaciones negativas difundidas por la entidad ni pendientes de difundir”.

La resolución de Popular por las autoridades europeas el 7 de junio y su posterior adjudicación a Santander tuvieron que ver en esta prohibición, que se ha ampliado hasta el 12 de septiembre.

Popular, bajo la lupa de la CNMV y Aemec

 

La directora ejecutiva de Aemec asegura que con algunos cortos podríamos “llegar hasta una maquinación para alterar el precio de las cosas si llega el caso de que alguien utilizando terceros está jugando a corto”. “Ya lo vamos a ver en el caso de Popular”, puntualiza.

La asociación solicitó el 21 de abril en una carta dirigida a la CNMV que continuara “con sus labores de investigación y, en su caso, las amplíe y concrete en relación a la posibilidad de que el accionista de referencia de Banco Popular, Antonio del Valle Ruiz, haya podido incumplir (o pudiera estar incumpliendo) la normativa del mercado de valores”.

Las posiciones cortas comunicadas sobre el capital del banco que presidió Emilio Saracho llegaron a suponer el 12,37% a cierre del 28 de abril. En este caso, el supervisor de los mercados nunca prohibió las posiciones bajistas ni suspendió la cotización de la entidad.

La CNMV señaló en una nota el pasado 7 de junio, tras la resolución de Popular, que prestó “la máxima atención durante los últimos meses a la situación de Popular y a la evolución en el mercado de los valores por él emitidos, realizando numerosas actuaciones al respecto en el ejercicio de sus facultades como autoridad de supervisión del mercado de valores”. “La CNMV no descarta iniciar actuaciones adicionales en el ejercicio de sus facultades de supervisión de la información financiera y el abuso de mercado”, agregó.

 

Más información
<b>Documento:</b> Carta de la Aemec a la CNMV

“Las jugadas a corto se han permitido como parte de un mercado libre, donde esas operaciones también reflejan el valor de las compañías y las expectativas de los mercados. Pero, si no se imponen reglas de transparencia, pueden provocar que empresas como Técnicas Reunidas [con un 11,1% del capital en posiciones cortas, según la CNMV], Abengoa [1,12%], Dia [24,49%], Sacyr [3,87%] o el grupo editor de CincoDías, PRISA [1,17%], estén siendo valoradas artificialmente de alguna manera”, añade Fernández Conradi.

Las primeras medidas para evitar un uso espurio de las posiciones cortas en la Bolsa española se tomaron en agosto de 2011 para proteger a los valores financieros. Un año después, se amplió el blindaje a todas las cotizadas, ante la “extrema volatilidad” que sufrían las Bolsas europeas. El veto terminó en enero de 2013.

“Ya hemos denunciado esta situación a la CNMV tres veces; el supervisor no puede dejar la solución al mercado”

En noviembre de 2012, entró en vigor el reglamento comunitario que fija unas normas mínimas para aplicar los vetos y unos niveles de transparencia para los inversores bajistas. Estos deben comunicar a las respectivas comisiones de valores las posiciones cortas que igualen o superen el 0,2%, y los supervisores harán públicos los nombres cuando supongan al menos un 0,5%.

Fernández Conradi afirma que esas reglas no son suficientes. “Si lo fueran, ¿por qué se han prohibido los cortos en Liberbank? Siempre existe la posibilidad de utilizar sociedades pantalla que queden por debajo del 0,2% del capital, saltándose la obligación de comunicar la posición a la CNMV”, sentencia.

“ Ya denunciamos los cortos sospechosos dos veces a la CNMV, y el 28 de julio lo hicimos por tercera vez. El supervisor no puede dejar la solución al mercado, debe hacer algo”, explica la directora ejecutiva de Aemec.

“Puede haber dos o tres personas que por intereses que no conocemos, incluso con representación en el consejo de administración de una compañía, estén jugando a la baja por un tema de poder y de control. No tiene ningún sentido que una persona que tiene el 5% o el 20% de una empresa apueste por la caída de las acciones de esa compañía, salvo que quiera abaratar una ampliación de capital para comprar y hacerse con el control”, resume.

La directora de Aemec pone un ejemplo: “Yo, que te quería comprar el coche, he logrado que no me lo puedas vender como un bólido [utilizando posiciones cortas para bajar el valor en Bolsa]. Pero resulta que, cuando te bajas del coche, vuelve a ser un bólido [se retira el ataque bajista y la acción sube]”.

“No puede ser que en el fondo, con las posiciones bajistas, se estén vulnerando las estructuras de propiedad. Los cortos se pueden utilizar para dos cosas. El inversor que juega con las reglas de mercado es legítimo y bienvenido. Pero los ataques especulativos con fines espurios, y sobre todo con información confidencial, son ilegítimos e ilícitos. Los ataques a corto no se pueden utilizar para facilitar ampliaciones de capital baratas ni tomas de control sin pasar por una opa”, remata.

Conocer quién está detrás de las posiciones cortas es básico, según la responsable de Aemec: “En el derecho mercantil español se instauró desde hace años la necesidad de conocer quién está detrás de las operaciones”, puntualiza.

Eso sí, desde Aemec reconocen que “la CNMV no tiene medios suficientes para hacerlo, solo la investigación criminal en España cuenta con herramientas necesarias para esta misión, como pinchar teléfonos, con autorización judicial, por supuesto”. A su juicio, tiene que hacerse una investigación policial, financiera, para desvelar lo que pueden ser nuevos delitos de cuño financiero.

“La CNMV es un motor de cambio y, aunque no tenga capacidad de facto, sí es responsable”. “El supervisor de Estados Unidos tiene 2.000 personas solo para investigar. La CNMV controla el cumplimiento normativo, pero no tiene capacidad de ser policía de transacciones, ya que carece de los medios adecuados”, agrega.

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