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Indulleida, el imperio que saca provecho a pieles y pipos de frutas y verduras

La compañía, que nació hace 38 años para solucionar el problema del excedente de manzanas, se ha convertido en un referente de la I+D+i en el sector hortofrutícola

Exterior de la planta de Indulleida en Alguaire (Lleida).
Exterior de la planta de Indulleida en Alguaire (Lleida).
Marta Yoldi

Si decir que la unión hace la fuerza tiene algún sentido en términos empresariales, Indulleida es un ejemplo potente. Nacida en 1979 para solucionar un problema concreto, hoy es una de las diez compañías punteras en Europa en el campo de la transformación e investigación hortofrutícola. Y todo gracias a la confluencia del trabajo y de los intereses de las más de 150 cooperativas y centrales frutícolas que la integran y que representan a unos 16.000 agricultores de 12 comunidades autónomas y tres departamentos pirenaicos franceses.

Indulleida se dedica al aprovechamiento de las frutas y las verduras y a la investigación de nuevos productos a partir de ellas. La llegada de la I+D+i al sector agroalimentario tiene su origen en la sobreproducción de manzanas en el campo español en la década de los setenta, muy intensa en Lleida y que llevó a los agricultores de la zona a buscar una solución para evitar el hundimiento de los precios.

Elaboran zumos, purés, alimentación líquida, productos deshidratados, aceites esenciales, papillas, compotas, fibras y piensos

Con el concurso de dos empresas nacionales, Endiasa y Mercosa, y el de la Caja Rural se forjó una empresa para hacer frente al problema del excedente de producción en la que el sector, cooperativas y comercializadoras de frutas, controlaba el 50% de las acciones.

La idea básica era, y es, aprovechar todo lo que compone un fruto. Primero, las pieles y el agua de la manzana; luego las peras y los melocotones. “De ahí, pasamos a servirnos de los huesos de melocotones y albaricoques. En 1991 saltamos a los cítricos y ahora también trabajamos con los olores para crear aromas frutales”, afirma Marià Sorribas, director general de la compañía.

Gama de productos

La transformación de frutas y verduras, que les reporta una facturación de 70 millones de euros anuales, se está ampliando a las hortalizas, para fabricar zumos y alimentación líquida y espesa.

De esta forma, cuentan con una gama de productos que abarca zumos, purés, aromas, productos deshidratados, preparados de frutas, aceites esenciales, fibras, papillas, compotas, pienso granulado para el ganado con la pulpa sobrante de la fruta o “cualquier producto a la carta, como bases de frutos o marcas blancas de batidos vegetales que nos pidan los clientes”, explica. Clientes de 60 países, ya que Indulleida exporta más del 60% de su producción.

I+D+i

El trabajar con lo que sobra agudiza el ingenio de tal manera que, hoy por hoy, Indulleida se dedica a la I+D+i en toda regla. Algo de responsabilidad tuvo la necesidad de que los residuos que generaban dejaran de ser un problema para ser una oportunidad.

En la sede de la compañía, en la localidad leridana de Alguaire, todavía se recuerda lo que tuvieron que luchar para que la Generalitat les diera financiación para una depuradora. Ahora, Indulleida tiene una planta de cogeneración con la que se autoabastece de su propia energía eléctrica y térmica.

Una plantilla en la que no podían faltar ingenieros, más de 35 entre agrónomos y químicos, se dedica a estas alturas “no solo a fabricar producto, a ser empresa de commodities o productos básicos, sino a lograr un valor añadido que venga de la diferenciación”, señala Marià Sorribas.

  1. Cifra de negocios. Indulleida factura en la actualidad más de 70 millones de euros al año. La inversión alcanza los cinco millones de euros.
  2. Materia prima. Transforma entre 250.000 y 300.000 toneladas de fruta al año. La capacidad de almacenaje en sus tanques asépticos y refrigerados es de 60.000 toneladas. Se llegan a transformar hasta 70 millones de kilos de pieles de fruta.
  3. Trabajadores. La plantilla trabaja en turnos las 24 horas del día. Llega hasta los 300 empleados en las campañas de verano.
  4. Reconocimientos. La Unión Europea ha reconocido a Indulleida como Asociación Transnacional de Organización de Productores.

Esta diferenciación viene de apostar por ingredientes naturales frente a sintéticos o de apostar por ofrecer productos de mucha más calidad en la misma gama. Y en este sentido la investigación es clave.

La faceta investigadora de Indulleida es su seña de identidad en 2017. Más de 40 proyectos avalan a una compañía que fue una adelantada en quitar el amargor que se adueña del zumo de naranja al poco tiempo de exprimirse. Se consiguió a base de utilizar resinas que capturan ese amargor.

Desde hace pocos años, Indulleida cuenta con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Economía, para varios proyectos, como el de Eureka Frunatar, que desarrolla aromas naturales de frutas utilizando nuevas tecnologías, el de concentración de alimentos líquidos mediante ósmosis directa, mejora en la cadena alimenticia y el uso eficiente de recursos naturales .

También se considera a la empresa entidad asociativa prioritaria, lo que le da acceso a 256 millones de euros en ayudas públicas durante el periodo 2014-2020. Esta calificación solamente la ostentan unas 20 sociedades en España.

Proyectos de futuro

La vertiente investigadora está llevando a Indulleida a estudiar la relación de la comida con el cerebro y a colaborar con universidades de todo el país. En estos momentos existe un proyecto, Agrimax, por valor de 13 millones de euros, entre varias empresas al que Indulleida, además de dinero, aporta una planta piloto.

Al mismo tiempo, se trabaja para valorizar los subproductos de las pieles y recuperar los polifenoles, es decir, los principios activos saludables que se encuentran en la propia piel de las principales frutas. Porque, como explica el director general, las dietas y la farmacia son campos en los que la empresa catalana quiere entrar.

Lo cual no es incompatible con que, al mismo tiempo, atraviesen la Península cisternas refrigeradas con fresas machacadas desde la localidad onubense de Lepe hasta el municipio leridano de Alguaire (la fruta fresca no aguanta el viaje) o que se trabaje el mosto de uva procedente de varias zonas de Castilla-La Mancha como empezó a hacerse en la década de los noventa.

Marià Sorribas, director general de Indulleida
Marià Sorribas, director general de Indulleida

Claves eternas: amortizar y pagar a precio de mercado

Indulleida nació como empresa en noviembre de 1979 y la inauguración de la planta transformadora en Alguaire (Lleida) tuvo lugar en septiembre de 1981. En sus casi 38 años de vida ha tenido cinco presidentes, el último de ellos Josep Maria Vendrell, que lo es desde 2001.

Todos ellos elogian la labor del actual director general, Marià Sorribas, quien desde la fundación de la compañía ha tenido claro que las claves estratégicas de Indulleida son: pagar siempre el precio de mercado; amortizar al máximo cada ejercicio; no dejar de procesar fruta si lo necesita un accionista; controlar los costes; internacionalizar la empresa, y ser transparente e innovar para la revalorización de los subproductos.

El nacimiento de esta empresa “aglutinadora” se debió a una necesidad, pero todos contribuyeron con iniciativas. Para ello, viajaban por Europa “para coger ideas de allí y de allá”, sin copiar exactamente ninguna de las plantas suizas, francesas o alemanas que visitaron.

De lo que se trataba era de solucionar un problema del campo español que se daba con mayor virulencia en Lleida, hortofrutícola por excelencia. Por eso, la idea de instalar la compañía en esta provincia fue innegociable. Se eligió la población de Alguaire (ahora Indulleida también se ha extendido a la vecina Vilanova de Segrià) por las buenas condiciones del agua, así como por la buena disposición del ayuntamiento para la compra de los terrenos.

Igualmente, se peleó en Madrid para que la gestión recayera en los cooperativistas pues el hecho de que dos empresas nacionales, Endiasa y Mercosa, fueron accionistas provocó que la Administración quisiera llevar la voz cantante.

Uno de los momentos más duros por los que ha atravesado la compañía fue la salida de Mercolleida como socio de referencia, presente desde el inicio.

Hoy, consolidada y en plena expansión, Indulleida no descuida su carácter social: todos los años ofrece al Banco de Alimentos de Cataluña dos millones de litros de zumo de melocotón y nectarina al precio de coste industrial.

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