Abertis diseñará nueva estrategia a tres años vista al margen de la opa de Atlantia
El plan 2015-2017 expira este año y se piensa ya en la nueva hoja de ruta La actual dirección defenderá la planificación ante la italiana si triunfa la oferta
La concesionaria de autopistas Abertis se dispone a dar un paso decisivo tras el verano, con el diseño de un nuevo plan estratégico, independientemente del anuncio de adquisición por parte de la italiana Atlantia. La compañía que dirige Francisco Reynés está a punto de agotar el plan 2015-2017, que presentó en Londres en octubre de 2014, y fuentes de toda solvencia apuntan que tiene previsto entregar una nueva hoja de ruta al mercado una vez que se ha cubierto claramente la actual.
El documento para el periodo 2015-2017 ha estado presente prácticamente en cada una de las presentaciones económicas de la empresa, cuya dirección ha ido comparando la evolución de los negocios con los hitos comprometidos. La última vez fue en abril, en la junta de accionistas, cuando Atlantia no había oficializado aún su intento de compra.
Con nuevo control, o sin él, se da por descontado que Abertis insistirá en la búsqueda de nuevas concesiones que ensanchen el perímetro del negocio y la vida concesional de la cesta de activos, una vez que ha sido capaz de reemplazar en el exterior, con inversiones en Italia, Francia o Chile, la previsible pérdida de actividad en España.
Un plan estratégico mostraría hasta dónde se ve Abertis capaz de llegar en solitario, además de fijar la política de dividendo y el futuro de Cellnex
El grupo participado por CaixaBank se despedirá de dos de sus mayores activos en este país, Aumar y Acesa, con su reversión a la Administración en 2019 y 2021, respectivamente. Desde Fomento se ha reiterado que no habrá ampliación de plazo a cambio de obras de mejora, rechazándose la propuesta de la actual concesionaria de estas autopistas.
Antes de saber si serán relicitadas, Abertis se presentará a medio plazo como una empresa con mucha menor dependencia de España (32% del ebitda en 2016).
Otras claves, como el control del apalancamiento (la deuda neta es de 4,4 veces el ebitda en 2016) y el mantenimiento de las políticas de eficiencia, irán en la línea de mantener el margen bruto de explotación por encima del 66% logrado en 2016, e incluso del 68% marcado ya como objetivo en el plan que expira en unos meses.
Abertis cuenta con un histórico probado en cuanto al incremento del dividendo que, a buen seguro, será siendo reclamo para captar al inversor. La remuneración al accionista con cargo a 2016 creció un 11% respecto a 2015 y la estimación del plan era pagar hasta 2.200 millones en el periodo 2015-2017, con un alza del 10% anual.
Inversión y planificación
Reynés y su equipo están decididos a no detener la compañía pese a la incertidumbre. Desde que Atlantia anunció la opa, además de seguir invirtiendo en Sanef, Hispasat o comprometer proyectos en Argentina, la empresa va a marcarse nuevos objetivos. Un ejercicio que serviría de elemento de juicio para los accionistas en comparación con la propuesta del holding de la familia Benetton.
De hecho, ante los numerosos permisos que supeditan el avance de la opa, no está claro que la oferta de Atlantia se cierre en el cuarto trimestre, tal y como prevé la italiana, ni está descartado que aflore alguna opa competidora auspiciada por fondos.
De llegar el plan estratégico en el cuatro trimestre, la actual dirección tendrá que defenderlo ante el futuro accionista de control siempre que triunfe una opa.
Entre los puntos que ha de atacar Abertis figura el destino de Cellnex, en la que controla un 34%. Esta participación, uno de los activos más líquidos en sus manos, ha despertado el apetito de operadores de gran envergadura como American Tower, por lo que el primer accionista está obligado a ser cauto al declarar sus intenciones si quiere maximizar el valor del paquete. Al cierre bursátil del viernes (18,06 euros por acción), el 34% de Cellnex vale 1.420 millones.
Abertis indicó en el plan vigente que cristalizaría el valor de la entonces Abertis Telecom, que terminó saliendo a Bolsa en 2015 y proporcionó 2.700 millones de euros en plusvalías netas al grupo catalán. La propia Atlantia esconde sus cartas por el momento en lo que toca a este apéndice de Abertis, afirmando simplemente que bajará del 30% para eludir la opa forzosa. Fuentes cercanas al grupo italiano creen que no hay necesidad de vender Cellnex para financiar la opa y que se discutirá con la dirección de Abertis el encaje estratégico de la participada.
La sustitución de dos activos de peso
- Acesa opera 479 kilómetros de autopista, entre la AP-7 y distintos tramos de la AP-2, y logró un ebitda de 411 millones en 2016. Aumar, titular del tramo valenciano de la AP-7 y de la AP-4 entre Cádiz y Sevilla, logró otros 243 millones de ebitda el año pasado. Entre las dos suman 654 millones de resultado bruto de explotación, de los 1.079 millones generados por Abertis en España. Acesa volverá a manos de Fomento en 2021 y Aumar lo hará dos años antes, en 2019.
- Abertis multiplicó el año pasado por 2,5 la inversión de 2015, hasta alcanzar los 2.600 millones. Y para el presente ejercicio las estimaciones superan con creces los 3.000 millones.
- La compañía tenía 20 años de vida concesional en su cesta de activos en 2010 y siete años después declara 24 años por el efecto de las inversiones. Abertis se ha reforzado en activos como la chilena Autopista Central y Sanef, y ha invertido en la toma de la italiana A4 Holding, entre otras operaciones.