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El nexo entre la formación académica y la empresa

La Fundación SEPI concede 1.000 becas al año para recién titulados de FP y universitarios

Casa palacio del campus Los Peñascales de la Fundación SEPI, edificio que data de 1910, situado en Torrelodones, Madrid.
Casa palacio del campus Los Peñascales de la Fundación SEPI, edificio que data de 1910, situado en Torrelodones, Madrid.
Rafael Durán Fernández

Finalizado el periodo de formación académica, los jóvenes titulados deben enfrentarse a la dura transición hacia el mercado de trabajo. Las empresas rivalizan por atraer el mejor talento joven en un entorno cada vez más exigente y competitivo, en el que además del expediente académico se valoran capacidades transversales básicas para adaptarse rápida y exitosamente al mercado laboral. Pero ¿cómo encontrar ese talento?

En España hay empresas que se dedican a esta faceta formativa en la empresa, que actúan como nexo de unión entre la formación académica y la empresarial. Un ejemplo de éxito de esta práctica es la Fundación SEPI, que a lo largo de 37 años viene promoviendo el acceso de jóvenes titulados sin experiencia al mercado laboral a través fundamentalmente de las becas de formación.

“Lo que hacemos es tratar de poner en contacto a empresas con titulados, ya sean universitarios o de formación profesional, sin experiencia, para que accedan a su primer puesto de trabajo, y lo gestionamos todo”, explica Ángel Díaz Chao, director general de la Fundación SEPI.

Mercado de trabajo

Es una fundación muy orientada al mercado de trabajo, asegura su director general, que se inicia desde el periodo formativo universitario, con la gestión de un colegio mayor, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid; luego con las becas, para abrir el mercado laboral a los titulados, y finalmente, la formación de directivos en el campus de Los Peñascales (en Torrelodones, Madrid). “De manera que abarcamos esa vida laboral desde el punto de vista de la formación; desde la etapa universitaria hasta la etapa directiva”, resume Díaz Chao.

Las becas de la Fundación SEPI nacieron en 1980, con la idea inicial de promover la entrada de personal becario recién titulado en empresas públicas, financiadas por el INI (Instituto Nacional de Industria). Con el tiempo, la fundación se especializó en el proceso de selección del mercado de trabajo particular juvenil y ahora son las empresas privadas las que contratan sus servicios. “Nuestra labor es, por un lado, facilitar el acceso al mercado en términos formativos y por otro, vigilar para que esa formación práctica no sea una formación inútil, que sea práctica de verdad y que los puestos de trabajo sean reales, donde los becarios no tengan que hacer más de la responsabilidad que les toca ni que tengan que estar sirviendo café o haciendo fotocopias”, recalca Díaz Chao.

La fundación tiene tres tipos de programas de becas. Hay uno general, que es el primero que se implementó y que consiste en reunir solicitudes de diversas empresas para agruparlas en una sola convocatoria. “Esto se hace cuando los puestos solicitados por las empresas son pocos”, apunta el directivo de la Fundación SEPI.

Un segundo tipo es el de la convocatoria ad hoc para una sola empresa, cuando esta solicita un número de becarios suficientemente grande. Es el caso, por ejemplo, de la convocatoria lanzada recientemente para Telefónica, a través de su programa Talentum, de 125 becas de 12 meses para titulados universitarios, o el que se está realizando para REE, en la que se convocan 61 becas.

Y el tercer tipo está enfocado al emprendimiento, las denominadas Talentum Startups. “Son becas más cortas y para desarrollar determinados proyectos en aceleradoras”, apunta el directivo de la Fundación SEPI.

Transparencia

Díaz Chao señala como característica común de los tres tipos la absoluta transparencia del proceso de selección por el carácter público de la entidad. Primero han de inscribirse en plazo; luego hay una selección curricular por ordenador, en el que prima el expediente académico; posteriormente un jurado valora otro tipo de aptitudes dependiendo de la empresa donde vayan a ir destinados, que se transforma en un acta que firman todos los que han intervenido, y finalmente se establece un ranking. “No hay ningún tipo de posibilidad de que venga alguien y diga: ‘Vamos a seleccionar a estos tres’, o que llame una empresa y que diga que necesita una beca y que esta la tenga que ocupar Fulanito”, ejemplifica.

Otra característica es que el becario es becario de la fundación, no tienen relación contractual con las empresas, lo tienen con la fundación. Es esta la que se encarga de darles de alta en la Seguridad Social, de periódicamente contrastar que están haciendo su labor de formación adecuada, y de pagarles, explica Díaz Chao. La fundación concede en torno a 1.000 becas al año.

Además, la beca es en la mayoría de los casos un trampolín para incorporarse a las plantillas de las empresas. “No tenemos una cifra exacta de cuántas personas se suelen quedar en la empresa, pero yo lo situaría entre el 75% y el 80%. Hay que tener en cuenta que la inversión que realiza la empresa es muy elevada y cuando se hace este tipo de inversión normalmente es para quedarse”, reconoce Díaz Chao.

La fundación no tiene ánimo de lucro pero sí necesita equilibrio presupuestario, que consigue financiándose a través del colegio mayor que gestiona, la explotación del campus Los Peñascales y el pago que las empresas hacen por la dotación de los becarios y la parte de costes de estructura.

Fundación del sector público

Hasta 2012, en la SEPI coexistían la Fundación Efe, la Fundación Laboral SEPI y la Fundación SEPI. En 2012, con la Ley de Reestructuración del Sector Público, la de Efe desaparece y las otras dos se fusionan adoptando el nombre de Fundación SEPI.

La actividad de la Fundación SEPI se estructura en: colegio mayor universitario; becas de empresa; formación de directivos, campus Los Peñascales, y la investigación.

La fundación organiza todos los años programas corporativos orientados a enriquecer la capacidad gerencial de directivos, predirectivos y cuadros técnicos de las empresas con: Programa de Desarrollo Profesional; Programa de Desarrollo Directivo; Programa de Alta Dirección de Empresas, y Tecnologías de Información y Comunicación.

Estos programas se desarrollan en el campus Los Peñascales, un complejo educativo y residencial propiedad de la fundación, situado en Torrelodones, a 26 km de Madrid. El campus ocupa un entorno natural de 72.000 m2 y dispone de instalaciones docentes, hosteleras y de esparcimiento.

El departamento de investigación se centra en la economía aplicada y su principal producto es la encuesta sobre estrategias empresariales, que tiene una estructura de panel. También funciona como un think tank para evaluar políticas públicas.

Sobre la firma

Rafael Durán Fernández
Lleva más de una década a cargo de los temas de sostenibilidad en la sección de Buen Gobierno, tarea que compagina con la edición de CincoDías. Aterrizó en el periódico en el año 2000 y pasó una temporada en la sección de Opinión. Antes, en El Siglo de Europa y El Nuevo Lunes. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.

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