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Isolux, a un paso de la dimisión del consejo y del concurso

La dirección negocia ‘in extremis’ con un posible inversor español La entrada en situación concursal se ve casi inevitable el próximo 4 de julio

Consejo de Isolux, con Nemesio Fernández-Cuesta a la cabeza (sentado, tercero por la izquierda). El primero por la izquierda, el CEO Antonio Portela, salió unas semanas después del grupo.
Consejo de Isolux, con Nemesio Fernández-Cuesta a la cabeza (sentado, tercero por la izquierda). El primero por la izquierda, el CEO Antonio Portela, salió unas semanas después del grupo.
Javier Fernández Magariño

Los nubarrones que acechan a Isolux amenazan tormenta en los próximos días. La dirección del séptimo grupo español de infraestructuras ha trasladado ya a la plantilla el mensaje que ha tratado de evitar durante los últimos meses: la entrada en concurso el próximo 4 de julio es poco menos que inevitable. Ante esta situación, el consejo de administración que encabeza Nemesio Fernández Cuesta se plantea dimitir en pleno.

La compañía se acogió a finales de marzo al artículo 5 bis de la Ley Concursal o preconcurso, situación en la que se evita que cualquier acreedor inste el concurso y en la que consejo y dirección mantienen el mando. Y los bancos acreedores, a su vez accionistas, acordaron inyectar 15 millones para atender el pago de las nóminas, dietas y liquidaciones de gastos. Esta última prórroga para mantener a flote al grupo entre abril y el citado 4 de julio buscaba dar margen para negociar la entrada de un inversor en Isolux EPC, que agrupa los contratos considerados viables.

Fuentes solventes aseguran que una firma española “a medio camino entre el perfil industrial y el financiero” ha mostrado interés y está estudiando los activos de Isolux. El plan de viabilidad, presentado el 26 de mayo, solo tiene futuro con la aparición de un nuevo accionista que tome la mayoría. Su entrada se produciría con la aportación de unos 200 millones, la asunción de deuda y de los avales necesarios para mantener activas las obras en marcha.

El grupo lleva el 4 de julio a su junta de accionistas cambios en los estatutos para abrir las puertas a un socio mayoritario

La lectura es que los bancos no están dispuestos a mayores aportaciones, máxime tras la salida del Santander por sorpresa colocando su parte del 9,9% en el capital y la deuda a Goldman Sachs.

A la vista de que la entrada en concurso es prácticamente ineludible, Fernández-Cuesta estaría tratando de atar un preacuerdo con el supuesto inversor para que, posteriormente, fuera el administrador concursal quien amarrara su desembarco en el capital, evitándose un nuevo y duro plan de saneamiento.

Isolux tiene fijada su junta de accionistas para el mismo día 4 de julio, con el cambio en los estatutos de la sociedad y del consejo para flexibilizarlos y adaptarlos a un hipotético nuevo accionariado. A día de hoy, en el órgano de decisión se sientan dos consejeros ejecutivos y siete independientes.

De existir el referido preacuerdo con un socio que viniera acompañado de financiación para relanzar Isolux, la empresa intentaría captar un crédito puente de sus dos principales accionistas y acreedores, CaixaBank y Bankia, mientras se cierran los habituales flecos de una operación de cambio de control.

Cerca de la disolución

El auditor de las cuentas de Isolux, PwC, alarma en su informe sobre el ejercicio 2016 de un fondo de maniobra negativo en el grupo de 677 millones, unas pérdidas de 1.365 millones en el ejercicio y un patrimonio neto consolidado negativo de 802 millones. La sociedad dominante (Grupo Isolux Corsan S. A.), por su parte, tiene un patrimonio neto negativo de 396 millones, lo que supone que esta última “se encuentra inmersa en causa de disolución”. Así lo dicta el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital, al estar el patrimonio neto por debajo del 50% del capital social.

Los actuales gestores confían, eso sí, en que el plan de viabilidad evitará el colapso total y la disolución de la empresa, independientemente de que se llegue, o no, al concurso de acreedores.

La masa concursal se elevaría a unos 3.000 millones de euros, incluida la deuda con proveedores. De esa cifra, 1.400 millones responden a créditos convertibles en capital.

Seis hitos en la crisis

- 13 de julio de 2016. Arranca la refinanciación, con negociaciones entre Isolux y sus mayores a creedores. La mayoría de bancos y bonistas se suman al acuerdo.

- 28 de julio de 2016. Isolux pide la homologación judicial del acuerdo de refinanciación y presenta un primer plan de viabilidad al tiempo que cambia el consejo de administración.

- 20 de octubre de 2016. El juzgado de lo mercantil número 2 de Madrid emite el auto de homologación.

- Marzo de 2017. Ante la constatación de que la primera inyección de capital de los acreedores se quedó corta, Isolux demanda otros 210 millones. Santander de desvincula por sorpresa. Finalmente, el resto de bancos acepta cubrir los gastos de Isolux hasta el 4 de julio.

- 31 de marzo de 2017. La empresa se acoge al artículo 5 bis de la Ley Concursal.

u 26 de mayo. El consejo aprueba un nuevo plan de viabilidad, firmado por Álvarez & Marsal, por el que se divide en tres el grupo.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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