Las firmas españolas no temen cambios en Cuba pese a Trump
Las cadenas hoteleras elevarán su cartera, pero siempre en régimen de gestión Gestionan el 90% de las habitaciones de hotel de cinco estrellas
Trump pusó el viernes la marcha atrás en el proceso de deshielo en las relaciones entre EE UU y Cuba, limitando los vuelos al archipiélago (no están incluidos los vuelos comerciales) y prohibiendo los intercambios comerciales con el Ejercito, que representa el 60% de la economía cubana. “Ha nacido una nueva política. Doy por cancelado el acuerdo de Obama. No apoyaremos al monopolio militar que oprime a los cubanos”, señaló en su discurso.
¿Cómo afectará este viraje a las empresas españolas que tienen intereses en Cuba o proyectos de inversión previstos? Las más perjudicadas podrían ser las cadenas hoteleras españolas. España es el mayor inversor extranjero y una parte sustancial de esos flujos están concentrados en el sector hotelero. Según el último informe de la Oficina Económica y Comercial de España en La Habana, las empresas españolas gestionan 21.000 habitaciones, de las cuales unas 3.000 son en régimen de empresa mixta al 50% con el Gobierno cubano y las restantes 18.000 en régimen de contrato de administración. Eso significa que las cadenas españolas controlan en la actualidad más del 90% de las habitaciones de hoteles de cinco estrellas y el 60% de los de cuatro estrellas.
Un menor flujo de turistas de EE UU sería un revés muy importante para sus intereses y una ralentización del proceso de apertura sería contraproducente para su stock de inversión y sus planes de futuro. La industria hotelera, sin embargo, cuenta con un as debajo de la manga. No hay hoteles en propiedad, ya que todos son gestionados con contratos de arrendamiento, lo que reduce el riesgo ante posibles cambios legislativos. La cadena con más presencia es Meliá, con 28 establecimientos y 12.500 habitaciones (todos ellos en régimen de gestión), a lo que hay que sumar otros 11 hoteles y 3.100 habitaciones con contratos de gestión que ya están acordados y que tan solo están a la falta de conocer la fecha para su puesta en marcha. Desde la cadena dirigida por Gabriel Escarrer resaltan que toda su cartera de hoteles es propiedad del Ejecutivo y que las previsiones apuntan a que crecerá un 40% en el corto plazo con la incorportación de esos 11 establecimientos.
La segunda con más presencia es Iberostar, con 17 inmuebles, también en régimen de gestión. El presidente ejecutivo de la compañía, Miguel Fluxá, anunció a finales del pasado ejercicio la incorporación de 12 hoteles adicionales a la cartera existente en 2016, lo que significa que en lo que va de año se han añadido otros cinco inmuebles. Otros gigantes de la hotelería, como NH o Barceló, tienen una presencia reducida (un hotel con contrato de gestión en la Habana y dos en Varadero, respectivamente) y por lo tanto una menor exposición al riesgo de cambios en las relaciones con EE UU. Dónde tampoco se prevén cambios es en la rutas aéreas. Air Europa opera un vuelo diario a La Habana desde Madrid desde hace veinte años y desde la compañía presidida por Juan José Hidalgo descartan cambios a corto plazo en las conexiones con Cuba.
"Congelación, no reversión"
Apertura. Alfredo Bonet, director internacional de la Cámara de España, considera que la principal consecuencia de la decisión de Trump será la congelación de las medidas impulsadas por Obama para normalizar las relaciones con Cuba. “No es una reversión, sino una congelación de los cambios”, remarca.
Servicios. Bonet cree que la buena salud de la industria turística es vital, toda vez que Cuba ha perdido los ingresos procedentes de la exportación de servicios profesionales (maestros y profesionales de la Sanidad) que realizaban a Venezuela.
Atractivo. El director internacional de la Cámara de España subraya que aún se mantienen medidas de modernización económica como la liberalización de la inversión extranjera o la zona económica de Mariel, con importantes incentivos para el capital extranjero.