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La tristeza poselectoral de la libra será difícil de remontar

La incertidumbre provocada por un Gobierno débil podría influir en la inversión A cambio, disminuyen las opciones de un 'brexit' duro y un nuevo referéndum escocés

Monedas de libra esterlina, delante de una gráfica de cotización. reuters
Monedas de libra esterlina, delante de una gráfica de cotización. reutersREUTERS

Los votantes británicos son el peor enemigo de su moneda. Las elecciones han hundido la libra, casi un año después de otro golpe, la votación del brexit. Puede que ahora haya menos probabilidades de una salida descarnada de la Unión Europea y de un referéndum de independencia en Escocia. Pero no es razón suficiente para comprar libras por el momento.

La libra recibió el peor golpe de todos los activos británicos el viernes, después de que la primera ministra, Theresa May, perdiera la mayoría absoluta. Llegó a caer hasta un 2%, por debajo de los 1,27 dólares, y perdió casi lo mismo frente al euro. La moneda está más del 10% por encima de los mínimos frente al dólar que alcanzó hace un año, tras el referéndum del brexit, pero la incertidumbre política afecta a sus perspectivas a corto plazo. En el mercado de opciones de divisas, la preferencia por vender libras esterlinas frente a dólares o euros creció de forma más marcada.

Por supuesto, sufrir ahora puede ahorrarle penas a la libra más adelante. Un Gobierno conservador débil será menos capaz de adoptar la línea dura en las negociaciones sobre el brexit que May había prometido si ganaba una gran mayoría. Eso reduce el riesgo de una retirada del bloque económicamente perjudicial, que sería el peor escenario para la libra. Además, la caída del voto del Partido Nacional Escocés hace que otra votación sobre la secesión sea menos probable, eliminando otro riesgo potencial para la libra.

Pero el lado luminoso no es lo suficientemente brillante como para distraer a los inversores de los problemas inmediatos de la moneda. En primer lugar, la incertidumbre sobre las políticas podría influir en la inversión, dado que el crecimiento ya se está desacelerando. En segundo lugar, una nueva caída de la libra esterlina hará que los bienes importados sean más caros y que aumente la inflación, que ya supera al crecimiento de los salarios en detrimento de los consumidores. Por último, los extranjeros pueden tener más cautela a la hora de comprar deuda soberana si un Gobierno frágil, rehén de los intereses creados, gasta más para aferrarse al poder. Incluso aunque las negociaciones para el brexit no estén llenas de baches, el camino de la libra lo estará.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.

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