Sempi admite que opera con derivados para cubrir su oferta de inversión en oro
La firma contrata para el cliente productos financieros sin estar habilitada Sus comerciales ofrecen rentabilidades fijas de hasta el 6%
El oro es comúnmente considerado un bien refugio; cuando las Bolsas caen, el oro suele subir. Ahora bien, valor refugio es distinto de valor seguro. Como sucede con cualquier activo cotizado, la estabilidad en el precio del oro brilla por su ausencia, y aunque su tendencia reciente es alcista, si alguien adquirió oro en sus máximos de 2011 (ver gráfico) ha visto el valor de su inversión reducido más de un 65%.
Aun así, numerosos inversores se ven seducidos por el metal. Además de la compra del oro en su versión física, existen otras opciones de inversión alternativas:_fondos cotizados, warrants o los contratos por diferencia permiten invertir en oro. Pero al ser productos financieros, requieren de la autorización correspondiente.
La Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (Sempi) se define en su página web como una empresa especializada en el asesoramiento y gestión de oro y plata. No obstante, en su promoción en redes sociales –corroborada al contactar con su equipo comercial–, Sempi ofrece unas rentabilidades anuales aseguradas entre el 3% y 6%, en función del dinero invertido y el tiempo que se mantenga la posición. ¿El secreto? Una “fórmula innovadora”, según consta en su página web.
Esta “fórmula innovadora” consiste en, además de vender oro y plata físicos, poner a disposición de sus clientes una “herramienta financiera que ya existe para cubrir fluctuaciones del mercado”, según explica uno de los directores comerciales. La entidad no está habilitada para comercializar productos financieros.
Gabriel Ruiz Ramírez, presidente de Sempi, ha explicado a CincoDías cómo funciona su compañía y su relación con los productos financieros. “Usamos una cobertura de precio”, explica. “Imagínate que hacemos una compra de un millón de euros y tenemos que pagar con dólares dentro de un año, cualquier empresa que trabaja así va al banco y solicita un seguro de cobertura de divisa”. Aunque usa el ejemplo de las divisas, Ruiz afirma también que “eso mismo también se hace con el oro”. El presidente de la firma llega a asegurar, pese a la fluctuación del oro en el mercado, que sus clientes nunca o casi nunca han perdido dinero.
Según Ruiz, no se trata de un seguro al uso: “Los bancos van al mercado y adquieren productos financieros […] que van contra la divisa sobre la que se está trabajando; y, si se da un escenario, se paga, y si no, el cliente ha perdido la prima que ha pagado por esa cobertura”, detalla Ruiz.
La documentación a la que ha tenido acceso este periódico también indica que Sempi hace uso de productos financieros como warrants y contratos por diferencias (CFD). Son productos considerados de alto riesgo, para cuya comercialización al cliente particular se necesitaría licencia de la CNMV. La empresa apela siempre a la absoluta seguridad que aporta invertir con ellos. Y afirma que ya no ofrece estos instrumentos a los clientes, aunque reconoce que sí los utiliza para sus propias operaciones.
El presidente de Sempi no detalla el porcentaje de inversión dedicado a estos derivados: “No te lo voy a decir, no te voy a decir la fórmula de la Coca-Cola”. Un antiguo trabajador de la empresa –que prefiere guardar el anonimato– señala que del dinero que invierten los clientes, entre el 12% y el 13% se emplea en contratar estos productos a través de la sociedad Consulting Asegurador Malagueño, según ha podido conocer este periódico. Consulting Asegurador Malagueño está vinculado con Sempi a través de Francisco Javier López Milán, director financiero en ambas firmas, y al igual que Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión, Consulting Asegurador Malagueño tampoco cuenta con ningún tipo de autorización de la CNMV para prestar servicios financieros según el propio supervisor.
Gabriel Ruiz estuvo vinculado a Afinsa tanto como trabajador (asesor comercial) como a través de su actividad de presidente y tesorero en una plataforma de afectados, Plataforma Blanca de Cádiz, cercana a Afinsa y que defendía la viabilidad de la empresa de sellos. Explica, no obstante, que las promesas de rentabilidad fija (que fueron gancho comercial en las inversiones de Afinsa) están prohibidas en Sempi. A pesar de ello, tal y como ha comprobado este diario haciéndose pasar por un cliente, estas promesas están a la orden del día.
Uno de los directores comerciales de Sempi reconoce abiertamente a los potenciales clientes que no todo el dinero va para oro: “Sí que es cierto que te vendemos un oro caro; si tú compras 50.000 euros en oro, posiblemente recibas más metal en otro intermediario que con nosotros”, afirma. “A cambio, con nosotros tienes fija una plusvalía mínima y encima en un tiempo concreto”, asegura a un redactor de este diario que llamó pidiendo consejo para invertir.
Una vez que tiene los fondos de los clientes y la autorización para contratar el “seguro”, según la documentación a la que este periódico ha tenido acceso, Sempi pone el dinero a la disposición de Consulting Asegurador Malagueño para que ejecute operaciones miméticas a las que realiza a la hora de invertir en warrants y CFD con empresas que sí tienen licencia para operar con ellos.
La CNMV se abstiene de realizar declaraciones sobre la actividad de Sempi.
No obstante, el supervisor que preside Sebastián Albella recuerda que en cualquiera de los casos en los que se ofrezca cualquier tipo de producto financiero, lo primero que han de realizar los inversores es comprobar si la entidad que les ofrece el servicio está registrada en la CNMV y sigue los procesos estándar, como realizar test de idoneidad a los inversores para que opten por el producto financiero que más les convenga en función de su nivel de conocimientos sobre los mercados.
¿Qué son los CFD y los ‘warrants’?
Según la CNMV, un producto se considera complejo cuando reúne alguna de estas características. Si no se puede reembolsar de forma frecuente a precios conocidos por el público y no es fácil conocer su valor, si el inversor puede perder más de lo invertido; si no existe información pública completa y comprensible para minoristas o son productos derivados.
Los CFD son productos complejos destinados a inversores con elevados conocimientos, ya que existe el riesgo de perder más dinero del que se ha invertido en estos productos. El supervisor define los warrants como “un producto negociable que incorpora el derecho de comprar o vender un activo a un precio de ejercicio y para un plazo determinado”, o dicho con otras palabras, fijar un precio al que cotizará un activo en el futuro. Mientras que los contratos por diferencia son “contratos en los que un inversor y una entidad financiera acuerdan intercambiarse la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un activo”.