Álex Cruz, presidente de British Airways: "No voy a dimitir"
Asegura el que fallo informático no está causado por el proceso de externalizaciones Las estimaciones sitúan en más de 150 millones el impacto económico
El holding de aerolíneas IAG se asoma a su temporada alta con una crisis de fuerte impacto económico, la del fallo informático que ha desencadenado un fin de semana negro para British Airways en su base londinense de Heathrow y en el aeropuerto vecino de Gatwick. El colapso aéreo, que ha afectado a unos 75.000 viajeros, no tiene precedentes similares en Reino Unido, salpicando además a unos 170 aeropuertos de 70 países. Esta tormenta ha puesto en entredicho la seguridad en los procesos de gestión de la aerolínea que dirige el español Álex Cruz. No han faltado las voces que pidieron la cabeza del consejero delegado.
Distintos medios británicos han calculado las pérdidas en más de 150 millones de euros, mientras casas de análisis como Citi hablan de un mínimo de 100 millones contra el beneficio de IAG. El grupo que lidera Willie Walsh se dejó un 2,78% en Bolsa, colocándose como el valor de peor comportamiento del Ibex. El análisis de Citi expone que los ingresos perdidos rondarán los 40 millones, a lo que hay que sumar otros 60 millones para compensar a los clientes que sufrieron las cancelaciones.
Según el reglamento europeo EU 261/2004 los damnificados por retrasos superiores a las tres horas por causas imputables a una compañía aérea, tienen derecho a una compensación de 250 euros en vuelos entre 1.500 y 3.000 kilómetros, mientras las indemnizaciones suben a 400 euros por retrasos en viajes de más de 3.000 kilómetros. Cuando la espera supera las cuatro horas, las compensaciones en operaciones de largo radio alcanzan los 600 euros por persona.
La cifra de viajeros que ha padecido esta crisis supera los 75.000 entre el sábado y el domingo, y aún faltan los datos de este lunes, cuando se recuperó la normalidad a primera hora en Gatwick, pero no fue así hasta entrada la tarde en Heathrow. La empresa asegura haber empezado a enviar cartas a los damnificados para explicar el proceso para presentar las reclamaciones.
Este fallo informático se ha sumado al brexit y a la consiguiente debilidad de la libra como lastres más significativos en el creciente beneficio de las operaciones esperado para las marcas que integran IAG. El holding, que engloba a las españolas Iberia y Vueling, afirmó en la presentación de resultados a 31 de marzo que el impacto neto en los beneficios de las operaciones por el cambio de la libra frente al euro fue adverso en 32 millones. Los semestrales, que recogerán ya estas graves incidencias en Reino Unido, se publican en julio.
Investigación
Ante este contratiempo, Álex Cruz dejó claro en una entrevista concedida a la BBC que no dejará su puesto. Lejos de dimitir, Cruz aseguró que se centrará en investigar las causas del problema informático que ha tumbado a la compañía en un fin de semana de inicio de vacaciones en el país.
Cruz está considerado como el español que más lejos ha llegado en el sector aéreo y, por extensión, en la gestión fuera de las fronteras españolas. Su promoción al cargo de primer ejecutivo de la aerolínea insignia de IAG se produjo tras una exitosa trayectoria en Vueling, donde puso de manifiesto su conocimiento de la industria aérea y de la gestión bajo el modelo del bajo coste. Tras su salto de Vueling sobrevino una fuerte crisis el pasado verano en la catalana relacionada con la programación veraniega que diseñaron el propio Álex Cruz y su equipo. La del pasado fin de semana ha sido el primer gran contratiempo que le tambalea a los mandos de British.
El colapso de la compañía británica ha afectado a más de 75.000 viajeros y a 170 aeropuertos de 70 países
Cruz se pregunta “por qué no entró en funcionamiento el sistema de apoyo” del principal sistema operativo. El fallo tecnológico dejó inutilizadas las comunicaciones internas de la compañía, así como los sistemas de facturación y gestión de equipajes. Las explicaciones ofrecidas por la aerolínea han puesto el foco en que fue un problema eléctrico el que desencadenó el posterior terremoto informático. Durante la entrevista ante las cámaras de la televisión pública, Álex Cruz ha argumentado que la sobrecarga fue “tan potente” que dejó fuera de servicio el citado sistema de apoyo.
Antes de pasar por la BBC, el consejero delegado de British aclaró a Sky News que la caída de los sistemas de la aerolínea no está relacionada con la subcontratación de servicios informáticos el año pasado en India. “Ninguna de las partes implicadas en este evento concreto han sido parte de ningún tipo de subcontratación a un país extranjero”, señaló el directivo, quien descartó al mismo tiempo que British hubiera sufrido un ciberataque.
El sindicato GMB no lo tiene tan claro y asegura que ha sido la búsqueda de ahorros de costes lo que ha generado el colapso de la mayor compañía aérea británica.
Lunes de resaca en Heathrow
Vuelta a la normalidad. British aseguró en la mañana de ayer que estaba operando con normalidad en el aeropuerto de Gatwick, al sur de Londres, y poco antes de las 17,00 horas afirmaba que todos sus vuelos de largo radio y un 90% de las conexiones de corta distancia lanzadas desde Heathrow partían dentro de los horarios previstos.
Fallo “electrónico”. Álex Cruz dijo ante las cámaras de la BBC que no renunciará a su puesto como consejero delegado de British “por un fallo electrónico”, el cual provocó en la mañana del sábado la cancelación masiva de vuelos este fin de semana. El ejecutivo se disculpó ante los clientes y explicó la situación a través de varios vídeos colgados en Twitter. El español ha afirmado que el fallo informático no ha puesto en riesgo ninguna información relativa a los viajeros.
Advertencias previas. Desde el sindicato GMB se llegó a avisar a la actual primera ministra, Theresa May, de los riesgos que estaba corriendo British Airways con la política de subcontratación fuera de Reino Unido, informa Efe. May ejercía entonces el cargo de ministra del Interior.