La tecnología, llave contra la vejez y las enfermedades crónicas
Sensores, inteligencia artificial, realidad aumentada, impresión 3D, robótica o 'big data' son los avances que revolucionan el sector La industria reclama una mayor inversión para afrontar los retos futuros
La tecnología será clave para la gestión del sistema sanitario español. El envejecimiento de la población y el incremento de las enfermedades crónicas (en ocasiones, pluripatológicas, es decir, con múltiples dolencias y de frecuente hospitalización) impulsarán la asistencia –clínica o domiciliaria– a esa población dependiente.
Sensores, inteligencia artificial, realidad aumentada, impresión 3D, robótica o big data son los principales avances que están revolucionando el sector y que garantizarán una atención global y de calidad. Aunque su penetración dependerá del aumento de la inversión, la gran asignatura pendiente en España.
En 2016, la facturación de la industria de tecnología sanitaria creció un 3% con respecto al año anterior, hasta superar los 7.200 millones de euros, según la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Y recupera el nivel de 2012, tras varios años de contracción por la crisis, pero está muy lejos aún de los valores de hace siete años, cuando sobrepasaba la barrera de los 8.000.
Cuatro factores influyeron en esta “tímida recuperación que parece continuar”, señala Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin. Primero, el alza del 2,3% (2.448 millones) de las exportaciones, la gran tabla de salvación de las empresas, a Portugal, Alemania, Bélgica, Italia y Francia, los destinos favoritos.
Segundo, la recuperación económica. Tercero, el aumento de las partidas presupuestarias, tanto a escala nacional como autonómica (del 3,6%, el doble que en 2015). Y cuarto, la disminución del 33% de la deuda. “La adopción de medidas tanto políticas como financieras ha sido clave para reducir la deuda con las empresas de este sector y ha facilitado la liquidez para invertir, innovar y trabajar para poner al servicio de los profesionales sanitarios nuevas soluciones y productos, incrementar su actividad y mejorar sus resultados”, sostiene Alfonsel.
Obsolescencia de equipos
En cambio, la inversión en equipos e infraestructuras de hospitales se ha elevado solo un 1,5%, por debajo del registrado en 2015. Por eso, la federación insiste en un plan de renovación nacional –promoción y financiación–para paliar la obsolescencia tecnológica: la mayoría supera los diez años. “Estos sistemas son incompatibles con las actualizaciones y, por tanto, no se pueden beneficiar de innovaciones que permiten reducir la dosis de radiación o acceder a técnicas más precisas y seguras para pacientes y profesionales”, añade Luis Cortina, director general de Siemens Healthineers en España.
Y pese a que el presupuesto sanitario total ha crecido (4%), esto no se ha traducido en una mayor dotación de recursos en tecnologías de la información y comunicación (TIC) sanitarios, matiza José María Moyano, director de sector público y sanidad de Fujitsu. “Lo que ocurre, en particular, es que la inversión en TIC se ha mantenido plana hasta ahora: el 1,2% del presupuesto total, cuando en Europa ronda el 4% y en banca o empresas de telefonía escala al 6%; esa partida no es sostenible”, advierte.
Moyano se refiere a la digitalización de la historia clínica, la receta electrónica, los sistemas de información de imagen diagnóstica, entre otros, y donde España se queda atrás respecto a otros sectores y socios europeos. “La transformación digital en las organizaciones parece continuar en una dinámica lenta, sin que se prevean crecimientos presupuestarios espectaculares; hay mucho por hacer”, lamenta Enrique Palau, director de estrategia y porfolio en salud de Atos en España. Internet de las cosas, big data o movilidad son algunos instrumentos que, a juicio de Palau, deben incorporarse masivamente.
Tendencias
Las novedades se concentran en las áreas de laboratorio, gracias a las técnicas de diagnóstico in vitro, para “una medicina más preventiva y predictiva”, indica Alfonsel. “El desarrollo de lo que llamamos puertas moleculares, que permiten que un chip o microcomponente electrónico sea capaz de detectar una molécula o elaborar una analíticas sobre una gota de sangre o fluido corporal”, abunda Moyano.
La inteligencia artificial –aplicada tanto al diagnóstico como a la toma de decisiones– favorecerá los avances en la imagen médica, donde prácticamente se pueden hacer ya tratamientos tridimensionales, según Moyano; una práctica que “será más precisa y menos invasiva”, asegura Alfonsel.
La impresión 3D tendrá también un crecimiento importante, por su capacidad para la creación de órganos y tejidos para trasplantes, y las prótesis e implantes, que mejoran con los nuevos materiales. O revoluciona campos como la oncología, neurología y cardiología, con diagnósticos más personalizados y procesos quirúrgicos menos invasivos, apunta Cortina.
Pero hay otras tendencias mucho más relacionadas con las características de la sociedad española. La asistencia domiciliaria es una de ellas a causa del mayor envejecimiento. “En España, un hombre vivirá de media siete u ocho años en situación de dependencia y la mujer, por su mayor esperanza de vida, 11 o 12 años. Es importante dar soluciones que apoyen la vida independiente de personas mayores, utilizando sensores para monitorizar su vivienda y estado de salud”, opina Moyano.
Y no es lo único. Aquí se habla de la robótica asistencial –en Japón ya se están haciendo pruebas, porque la menor población joven será insuficiente para atender a la elevada tasa de ancianos–, que se empleará también en cirugías; de nanorrobots, como terapia en la lucha contra enfermedades, y de sistemas de seguridad, que administrarán de forma automatizada la medicación.
La salud electrónica y la telemedicina se unen a este reclamo, agregan desde Fujitsu. Se trata de las consultas remotas por teléfono o videoconferencia y el fomento de sistemas que faciliten la interacción entre el médico de atención primaria y el especialista en zonas lejanas, o aquellos dirigidos a cuidados paliativos.
“Es fundamental que los equipos estén bien coordinados para que, cuando el enfermo tenga una recaída y se desplace a urgencias, el personal siga sus pautas de medicación. Ahí está la clave, en que los distintos departamentos y hospitales trabajen de manera coordinada para que el paciente no sienta huecos en el tratamiento”, considera Moyano.
“El papel del ciudadano-usuario del servicio de salud se está transformando radicalmente: requieren formar parte activa en el proceso sanitario, multiplican sus expectativas y buscan una atención cada vez más personalizada por su mayor conexión a dispositivos móviles”, señala Palau.
Por último, las aplicaciones. “En sanidad hay una cosilla graciosa que decimos: para combatir síntomas, prescribimos medicamentos, pero cuando hay que hacer un seguimiento de salud o cambiar la conducta de una persona, necesita una app”, cuenta Moyano. De ahí la gran inversión empresarial en este apartado. “Invertir en tecnología se ha convertido en una máxima prioridad, ya que mejora la eficiencia del sistema, algo que los gestores de salud tienen cada vez más en cuenta”, concluye Cortina.
Proyectos
En 2015, Fujitsu Lab Madrid, con el Hospital Clínico San Carlos, invirtió cinco millones para investigar las enfermedades mentales a través del big data. A finales de 2016, con una dotación de 657.000 euros y el apoyo de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía y la compañía local S2, comenzó a desarrollar una plataforma –app incluida– que hace un seguimiento previo del paciente (medicamentos a tomar) que se va a someter a una cirugía mayor ambulatoria, y avisa al hospital si hay que retrasar la intervención.
Hoy trabaja en las primeras instalaciones de su solución de etiquetas de radiofrecuencia para controlar la ropa hospitalaria; coste: medio millón de euros. Y acaba de presentar su archivo de datos a corto y largo plazo Cloud K5, al que solo en España destinará 20 millones.
Mientras que LG centra su oferta en monitores para hospitales, usados tanto en diagnósticos clínicos, procedimientos quirúrgicos de mínima invasión, radiografías y hasta en el ocio de pacientes. Atos apuesta, en cambio, por la transformación digital, el big data ( gestión de la información genómica) y la consultoría.
Y Siemens Healthineers, en el campo de diagnóstico por imagen, presentó en marzo una técnica de obtención de imágenes que se adapta a las características fisiológicas y físicas del paciente y en breve lanzará un sistema de inmunoensayo para laboratorios.
Cuenta con un equipo híbrido que ofrece imágenes integradas de resonancia magnética y tomografía computarizada; un quirófano también híbrido, con resonancia magnética intraoperatoria en la Clínica Universidad de Navarra, y trabaja en el uso de biopsias líquidas para la detección del cáncer de pulmón. En definitiva, la tecnología será la llave para afrontar la vejez y combatir las enfermedades crónicas.
Retos
Económicos. Ante la creciente demanda de los servicios sanitarios en las economías avanzadas como España, es imprescindible equilibrar la mejora de la calidad y el ahorro de los costes, coinciden los expertos y empresas consultados (Fenin, Fujitsu, Siemens). Eso incluye una dotación presupuestaria ajustada a las necesidades de la población, una mayor inversión y formación.
Sociales. El paciente en el centro, la visión que debe calar en la industria, según Atos, para resolver los problemas urgentes. Desde Fenin reclaman una estrategia nacional dirigida al paciente crónico y en Siemens creen que la tecnología será fundamental para resolver estos desafíos.